Kemba Walker en el Clutch: «No tengo miedo»

Por el día jugador de baloncesto y por las noches un asesino en serie en los minutos finales de cada partido, así es Kemba Walker, quien con 83 puntos durante su carrera en los minutos clutch se coloca en la élite de la liga al costado de Kevin Durant, LeBron James, Stephen Curry y James Harden. Muy asumido su rol de líder de los Charlotte Hornets, siente la seguridad en sus venas en los instantes finales como si el tiempo empezara a correr más lento para él. «No tengo miedo» son sus palabras y precisamente eso, miedo lo que genera en sus rivales cada vez que el reloj baja de los dos minutos como si de una sentencia de muerte se tratara.

La última vez fue contra Miami Heat en el Game 6 de la primera ronda de Playoffs, para obligar la serie a un partido más, en donde su compañero Nicolas Batum fue testigo privilegiado de su hazaña en el último cuarto de partido, sobre esto declaró:

«Este tipo es temible, creo que le gusta la presión. A UCONN le encantaba eso, supongo que también era así en la secundaria. Este es uno de los mejores finalizadores en la liga. Es difícil estar en esas situaciones, con tanta presión para ganar el juego. Pero no tiene miedo, eso es lo que a él le gusta».

Varias fueron sus victimas durante la temporada regular, Sacramento Kings, Detroit Pistons y la más recordada frente a Indiana Pacers de visita con una contorsión en el aire digna de verla una y otra vez. Muchas veces le han preguntado de dónde saca ese coraje para los instantes finales, y la respuesta está en las calles del Bronx, en sus primeros años junto a la pelota naranja.

Recordando cómo fue aquella jugada contra Indiana y viendo cómo sus recuerdos influyen en esos momentos, Kemba Walker comentó:

«El sistema no salió bien, no era para mí pero tampoco para el tiro de uno de mis compañeros. Recibí el balón y tenía que actuar con rapidez, tome la pantalla e hice una finta ya que venían dos hombres sobre mí, metí el tiro con mucha suerte. Y desde entonces he tenido muchas experiencias similares, en la universidad empecé a tomar los tiros importantes en mi último año. De hecho Nicolas (Batum) está en lo cierto, yo no tengo miedo».

La temporada que viene es la que Kemba pretende dar el gran salto metiéndose en un All-Star que le ha sido esquivo en las últimas oportunidades. Su carta de presentación son 21 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias por partido, algo que lo promueve como uno de los jugadores jóvenes con mejor rendimiento al que si se agrega su liderazgo y capacidad en el clutch, tenemos un jugador franquicia con mucha proyección.

«Todavía pienso que voy a tener éxito, tomaré esos tiros. Mis compañeros y entrenadores quieren que los tome. Podría decir que los extraño, me importa mucho el resto».

Sus rivales están advertidos que en sus sexta temporada Kemba va a por todo, aunque como sucede con los cracks, uno puede saber lo que van a hacer pero no hay forma de detenerlos una vez ya han decidido hacerlo, Kemba ya lo hizo, ahora nos queda ver quién buscará detenerlo.