Marcus Smart toma el control de los reservas
Las ventajas que genera Smart con responsabilidades
Después de un tiempo prolongado sin escribir vuelvo al ruedo, y lo más triste para mí, es tener que hacerlo dándole la razón a Javier Rodríguez… bueno no del todo, si no esto no sería el Despacho y además, ya bastante coincidimos en el último podcast.
He hablado largo y tendido de cuales eran mis principales miedos para esta temporada: rebote, volumen de juego y control de la segunda unidad, son aquellos que más han mortificado mi pensamiento nocturnos no relacionados con Scarlett Johansson, por tal motivo, me detendré a analizar el último punto: “el control de la segunda unidad”.
Las especulaciones previas nos hacían creer, que lo que varios dilucidábamos como un desarrollo natural de Marcus Smart siendo armador y actor estelar de la alineación alternativa, no era justamente lo que tenía en mente Brad Stevens. En el momento en que Terry “EL TREN” Rozier declaró que su coach le había pedido que tratase de desarrollar sus habilidades de armador, empecé a sospechar que algo no estaba tan decidido como lo creía.
Así fue, que en los primeros partidos de preparación, las sospechas se hicieron realidad. Rozier emergió como el monopolizador de la pelota y el encargado de generar juego en el quinteto alternativo, dejando a todos descolocados, sabiendo de las características de ambos jugadores.
Claramente la apuesta de Stevens por la aceleración del pace tiene en el maquinista Rozier a su mejor exponente (velocidad, vértigo y anotación rápida) pero empiezo a creer que este semi experimento simplemente fue eso, es más, presiento que ni siquiera estaba convencido, ya que ante la primera prueba de que no iba a funcionar, Marcus Smart tomó las riendas con mayor asiduidad.
Se ha podido observar en los últimos partidos que el de Flower Mound comienza a intervenir en el circuito de juego con mayores responsabilidades de armado (sigue siendo compartido cuando están ambos en cancha) pero aun así, podemos ver que el texano está empezando a monopolizar más y esto se debe a varios factores que pasaremos a ejemplificar.
Smart y Rozier no son armadores puros, si no este nuevo prototipo de combo guard que cumple mayoritariamente funciones de anotación (su periplo universitario ha sido así para ambos). Rozier quizás por su físico pareciese más un armador puro que Smart, pero cuando nos detenemos en su juego, nos damos cuenta que el segundo ejecuta mejor en situaciones de facilitador.
En este punto rige el meollo de la cuestión, durante el último podcast advertí sobre los peligros a los que se exponían los Celtics si aceleraban EN DEMASÍA el pace, provocando una mala ejecución de su juego. Generalmente ocurre esto cuando Rozier tiene el control del ataque, ya que termina imponiéndose la velocidad y la aceleración, a la puesta en marcha del sistema.
Accionar la jugada en estacionado a una extrema velocidad lleva a que la implementación del mismo muchas veces no sea la correcta, más que nada en la utilización de los bloqueos (y los hay muchos en el libreto de Stevens) si estos no se hacen de manera correcta, solo por el hecho de imprimir mayor velocidad (el jugador bloqueado suele moverse antes de que llegue la pantalla) se suele perder el balón o se toman tiros forzados, ya que no logran desprenderse de la marca.
Marcus Smart NO es un pasador de élite (eso está claro) pero aun así es mejor de lo que aparenta, sobre todo en situaciones en la que puede correr un pick and roll o un pick and pop, donde su nivel de acierto en el pase se incrementa. Teniendo en cuenta que suele controlar muy bien los TIEMPOS de situación de cortina y desmarque, tanto en aquellos puntos en que su bloqueador va hacia el aro o se repliega para un tiro abierto, esto lo convierte en un mejor ejecutor que Rozier, que suele forzar estas jugadas arriesgando puntos fáciles en contragolpe.
Veamos a Smart corriendo un pick and pop y un pick and roll para ejemplificar lo dicho.
Lo mas importante para un base cuando toma un pick es la lectura del mismo y ver cuando puede sacar ventaja de la situación, en este caso Marcus Smart se da cuenta del doblaje e inmediatamente habilita a Tyler Zeller, que está en una mejor posición para ejecutar su tiro abierto.
El ex Oklahoma State se caracteriza por hacer muy buenos pases de pique, justamente los más indicados para jugar el pick and roll y aprovechar de esa forma el giro del pivot.
Fíjense como utiliza su cuerpo a la perfección: desacelera el tiempo, se pega a su defensor para esperar la cortina y una vez que Mickey está en posición correcta cambia la marcha (timing y control de tiempo son fundamentales) y si a eso se le agrega un buen tino para el pase tenemos un buen jugador para ejecutar el pick, nótese que el pase va a buena altura por más de ser picado y delante del jugador que hace la “caída” para que de esta forma aproveche el envión del corte al aro.
Smart no tiene un gran drible y control de pelota como para poder «chupar» tiempo de posesión mientras va leyendo la defensa (no es Evan Turner… lo tenía que nombrar) pero esto no quiere decir que no sepa leer las situaciones de corte al aro.
Yago Cousiño habló en el podcast de que estos Celtics era un equipo de «cortadores», y no se equivoca, esta característica es muy bien aprovechada por varios de los mejores exponentes del plantel (Bradley, Crowder, Rozier, Green y Brown) pero para poder usufructuarla se requiere de un pasador con ojo y precisión, para ello Smart no es sobresaliente, pero ha mostrado destellos de esto.
Acá se puede apreciar parte del potencial que puede desarrollar con trabajo y tiempo en cancha. Varias cuestiones importantes al momento de manejar un contragolpe, LECTURA para ver como Turner va a ganar la posición, TIMING para hacer el pase en el momento justo (insisto mucho con el control de los tiempos porque es fundamental para un base) y lo mas importante EJECUCIÓN perfecta en fuerza y dirección.
Teniendo en cuenta lo atléticos que son varios de los jugadores en la segunda unidad, la utilización de bloqueos ciegos para colgar alley oops será una constante, mas que nada para Green y Brown. En esta situación no hay bloqueo, pero si una gran lectura por parte del base para entender el mensaje corporal de Brown.
Otra de las virtudes del #36 es descargar a compañeros abiertos una vez logrado juntar marcas en penetración, si no lo hace en exceso tratando de driblar (no es su fuerte) puede encontrar a jugadores abiertos en situaciones de buena posición para convertir.
En este caso viene de una situación off ball, pero la ejecución de la misma es perfecta al ver que no puede llegar al aro y Horford se encuentra en un lugar con alto porcentaje de efectividad.
Si tomamos en cuenta las limitaciones de manejo que tiene y que su lectura de estacionado en juego libre no está pulida, lo mejor que puede hacer Marcus Smart es simplemente correr el sistema y no tratar de forzar situaciones en las que él quede expuesto en sus debilidades, por lo menos hasta que con la experiencia y la práctica logre mejorar su drible y reconocimiento.
Sabemos que Brad Stevens utiliza mucho el read and react en posiciones fijas de ataque, pero si no se cuenta con el personal para hacerlo, la segunda unidad tendrá que hacer uso del sistema más seguido, para de esta manera, ocultar las carencias creativas.
Para cerrar con este análisis, quiero que se entienda que en ningún momento dudo que Rozier pueda hacer un buen trabajo, simplemente creo que Smart está más capacitado (en este momento) para hacerlo y poder sacar más rédito a sus características como armador y explotar las virtudes del «Tren» sin pelota.
En lo que vamos de pretemporada Rozier está cumpliendo una gran tarea tirando al aro, con porcentajes muy por encima de la media (52.2 % de campo y 62-5 % de tres puntos). Si tomamos en cuenta que Smart es un pésimo tirador de larga distancia (2-14) en lo que va de esta preparación, lo mejor es optimizar virtudes de los dos jugadores, aunque sea alternando responsabilidades pero con un mayor porcentaje de tiempo con la pelota en manos de Smart.
Stevens es un maestro en el arte de sacar lo mejor de cada jugador y no dudo ni por un segundo en que teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, el camino hacia un control de los tiempos de la segunda unidad por parte de Smart es cuestión de tiempo y trabajo.
La siguiente pregunta es… hacia donde se desarrollará Rozier… pero esa es otra historia.