El secreto del auge de Justin Anderson

es uno de los proyectos más ilusionantes para Mavs

justin anderson
Justin Anderson sigue creciendo. ESPN

Dos derrotas y cero victorias. Varios lesionados y poco química inicial entre los titulares. La temporada 2016-17 no ha arrancado de la mejor manera para los Dallas Mavericks, los resultados así lo reflejan y el juego desplegado lo secunda. El buen momento que atraviesa el inspirado Deron Williams y la actuación de Harrison Barnes en el último partido ante Houston parecen ser hasta el momento la luz en el aciago túnel que recorren ahora los Mavs. Esto, y las buenas sensaciones que inspira Justin Anderson cada vez que salta a la pista.

El número 1 de Dallas se ha convertido en el líder de la segunda unidad de la franquicia. Un equipo suplente que cuenta con Curry, Powell o Acy y que se caracteriza por su juventud y su despliegue físico. Anderson es el que más y mejor representa estas facetas. Su potencial parece ser muy alto y él, sabedor de ello, no para de trabajar para conseguir alcanzarlo cuanto antes.

Tal es así que nada más acabar la pasada temporada, Justin ya se puso manos a la obra para afrontar el nuevo año con un salto cuantitativo y cualitativo en su juego. Para ello, el alero contactó con su antiguo entrenador de la Universidad de Virginia, Tony Bennet. Junto a él, Anderson ha pasado unos cuantos momentos difíciles y ha sido capaz de registrar 12,2 puntos en su último año de universitario.

«El entrenador Bennet me ha enseñado muchísimo. Para mí, lo más importante es hablar con él, trabajar en mi tiro y decirme a mí mismo que mantenga un juego sencillo», confiesa Justin Anderson.

Han pasado muchos años desde que un jugador drafteado por los Mavericks levantase tantas expectativas como lo está haciendo Justin Anderson. Su imponente físico con el que desembarcó en la NBA ha aumentado aún más. Su compromiso con y para la franquicia quedó demostrado la pasada campaña al asumir sin rechistar su poca presencia en pista. Su tiro exterior sigue siendo fiable y ahora es más constante. Y su atrevimiento a la hora de penetrar de manera fructífera para anotar o sacar faltar ha crecido sustancialmente. 

Rick Carlisle prefiere ser prudente con él, pero no puede evitar dedicarle unos halagos:

«Él tiene que seguir progresando en su conocimiento de nuestro sistema y en el conocimiento de la liga. Pero es uno de los pocos capaz de proteger su posición y tiene muchos atributos positivos».