El Agitatoallas, semana IV: Aquí manda Isaiah Thomas

La otra cara de los Boston Celtics

Montaje: Álvaro Méndez.
Montaje: Álvaro Méndez.

¿Recuerdan el último flamante fichaje de los Boston Celtics? Era pívot y creo que era ¿puertorriqueño? Ah, no, era dominicano. ¿Cómo se llamaba? Cierto, Al Horford. Nosotros seguimos aquí una semana más en ‘El Agitatoallas’ y el jugador que parecía haber roto nuestra mala racha con las agencias libres todavía continúa en el dique seco. Para una vez que convencemos a alguien… Aún desconocemos cuando volverá el ex de los Hawks a las canchas, pero al menos, para saciar nuestras ganas de venganza, ya conocemos al culpable de ese golpe cuando ya pensábamos que se había pegado con Conor McGregor. Pero también tenemos que hablar del que sigue siendo el gran líder de los Boston Celtics. En definitiva, ¡toallas al viento que comenzamos!

Pequeño gran héroe

De verdad que nos cuesta mucho sacar notas positivas en el inicio de temporada de los Boston Celtics. Bueno, tampoco estamos tan rematadamente mal, pero nos hemos convertido en gente muy exigente y no desgastaríamos nuestras teclas para tildar de épica cada victoria que nuestro equipo consiguiera. En fin, después de haber tocado fondo la semana pasada con varios encuentros que merecen ser borrados de nuestra memoria, el conjunto dirigido por Brad Stevens ha levantado ligeramente el vuelo, aunque nos seguimos quedando con cosas más negativas que la que nos gustaría. Tras la decepción al descubrir que los únicos rebotes que va a coger tu equipo se los llevarán los aficionados (bueno, o Bradley), alguien nos ha recordado que está ahí, que nunca se ha ido y que por sus santos bemoles los Celtics son su equipo.

Sí, en efecto estamos hablando del estratosférico Isaiah Thomas. El base All-Star de la franquicia de Boston ha retomado el camino que emprendió la anterior campaña, en la que se afianzó entre los mejores jugadores de la liga y lideró a los suyos a un gran récord de victorias. Que ‘The Little Guy’, como le llama nuestra amada leyenda Tommy Heinsohn, es el jefe de los Celtics (en la cancha eso sí, que Brad Stevens tiene algo que ver) lo saben hasta en China, y no precisamente por lo que vaya contando Yabusele. Entre otras muchas virtudes que ya hemos comentado hasta la saciedad en ‘El Despacho de Auerbach’, Thomas ha demostrado tener una mentalidad ganadora que ya quisieran muchos. Ya en la derrota en New Orleans se echó el equipo a la espalda para intentar hacerse con la victoria, pero es que ante los Dallas Mavericks ya fue para quitarse el sombrero.

Claramente mermado por una lesión en un dedo de su mano izquierda, el base zurdo (vaya por dios…) no estaba teniendo su noche, pero entonces los Celtics decidieron que para qué ganar fácil cuando puedes comenzar a tirar melones al aro y hacer que los Mavs se metan en el partido. Los tejanos lograron su primera ventaja en el marcador en el último cuarto, pero allí apareció nuestro pequeño gran héroe para anotar 22 puntos en ese periodo (llevaba tan solo 8) y dar el triunfo a Boston por su obra y gracia.

En un inicio de curso que le ha colocado entre las más grandes leyendas de los Celtics, Isaiah ha vuelto a ganarse a pulso su mandato, y sin necesidad de unas elecciones, que ya sabemos que por esos lares lo de votar no lo llevan bien. Por si fuera poco, tras semejante actuación ante Dallas, Heinsohn colocó a su ‘little guy’ entre los cinco mejores competidores de la historia de los Celtics, y eso con nombres como Russell, Bird, Garnett o Fab Melo es mucho decir.

Competencia desleal

Amigos, por fin hemos resuelto el misterio. El equipo de investigación de ‘El despacho de Auerbach’ tras semanas de arduo trabajo ha descubierto por fin la identidad del compañero que propinó el golpe a Al Horford que aún le tiene de baja. Llámenlo equipo de investigación, llámenlo lo ha dicho Danny Ainge, que tampoco tenemos tantos recursos. El General Manager de los Celtics ha hablado de la dichosa conmoción del pívot americano en una entrevista con CSN, y ha dado detalles del cómo y del quién. Hasta el momento, solo sabíamos que el fatal golpe se produjo durante un entrenamiento en Waltham; poca información para una lesión que se está alargando más de lo esperado. Por lo que cuenta Ainge, Horford chocó su cabeza con el hombro de un compañero cuando iba a toda velocidad, y precisamente no fue contra el hombre más fuerte de la plantilla. Aunque no lo asegura al 100%, el General Manager cree recordar que el hombro maldito pertenecía a — redoble de tambores — ¡¡Tyler Zeller!!

Qué casualidad, uno de los primeros sospechosos de los que hablamos en ‘El Agitatoallas’ la semana pasada resulta ser el culpable. Nos engañó con esa cara de gigante bonachón y la falta de sangre por sus venas, pero todo tiene sentido; estaba totalmente planeado. Justo después de la lesión de Horford, fue precisamente Zeller el que ganó la titularidad hasta la vuelta de Olynyk. Además, con el retorno del dominicano sus minutos en pista disminuirán considerablemente, así que… bien jugado Tyler. Ya lo dijo Olynyk en los playoffs ante los Cavaliers: «Si no puedes con tu rival, hazle daño».