Los Spurs se sacrifican en Dallas para mantenerse invictos lejos de SA

Derbi texano con sensaciones, personalmente, un tanto extrañas. Los Dallas Mavericks siguen en la cola del Oeste aunque van recuperando activos (para este partido volvió Devin Harris) mientras que los San Antonio Spurs siguen invictos lejos de su pabellón; pero venían de una derrota ante los Magic y, además, el último enfrentamiento entre estos dos equipos terminó con unas declaraciones realmente duras de Popovich a sus pupilos; ¿serviría todo para extramotivar a sus jugadores? Tony Parker y Pau Gasol no se vistieron de corto tras venir de un back-to-back.

Primer cuarto extraño en el AAC. Los Mavericks dependieron casi en exclusiva de Wesley Matthews (8 puntos) y Harrison Barnes (7), ya que fuera de esa pareja solo Deron Williams anotó una canasta. Por parte de los San Antonio Spurs, un comienzo más bien tortuoso mejoró con el paso de los minutos; la entrada de la segunda unidad y un parcial favorable de 14-2 propició que consiguieran ganar el cuarto con un resultado de 17-21 en el electrónico.

Los Spurs abrieron el segundo parcial con 5 puntos consecutivos que sirvieron para abrir la primera ventaja considerable (9 puntos). Esa ventaja fue un factor clave para explicar el devenir del cuarto. Los visitantes se mantenían por delante jugando con una distancia por el estilo; superando los dobles dígitos y con los Mavs haciendo la goma. Los de Popovich destacaban por un juego coral —anotaron todos los jugadores que han participado— mientras que los de Carlisle seguían dependiendo de la pareja Barnes-Matthews. Dos jugadas en el último minuto con Seth Curry como protagonista rompió la dinámica del partido y acercó a los Dallas Maveircks a tres puntos justo antes de irse al descanso.

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— Dallas Mavericks (@dallasmavs) 1 de diciembre de 2016

Esa reacción no se enfrió pese al intermedio y los Mavs dieron la vuelta al electrónico en los primeros minutos del tercer cuarto. Una buena defensa y un ataque conjunto derivó en una ventaja de 6 puntos que obligó a los Spurs a parar el encuentro con un tiempo muerto. Pero los locales estaban en estado de gracia, consiguieron un parcial de 15-0 y superaron los 10 puntos de ventaja por primera vez en todo el encuentro. El equipo de un desacertado Leonard trató de remontar el vuelo y paso a paso consiguieron recortar la diferencia. Los  de Carlisle entraban al último cuarto con una mínima ventaja de 5 puntos.

Los Dallas Mavericks jugaron con esa ventaja en los primeros instantes del cuarto definitivo; hasta que Kawhi Leonard se puso el mono de trabajo. Los Spurs consiguieron superar la desventaja hasta que, gracias a un triple del «2», se pusieron por delante a falta de poco más de 5 minutos para el final. 8 puntos seguidos del australiano Patty Mills puso tierra de por medio entre ambos conjuntos. Weley Matthews falló un triple que ponía a su equipo a dos puntos y el rebote de Leonard sentenció un partido al que solo le queda por saber el resultado final. Finalmente los San Antonio Spurs ganaron por un marcador de 87-94.

Patty Mills, factor X

¿Cómo se puede explicar que los Spurs hayan ganado un partido donde Aldridge anota 5 puntos y Leonard se queda en un 30% de acierto? Pues gracias, en una gran parte, por el acierto del base Patty Mills. El australiano construyó su equipo en silencio, anotando casi sin fallo durante todo el partido sin destacar hasta el cuarto cuarto. 8 puntos seguidos fueron el punto de inflexión de un partido muy igualado. Terminó con 23 puntos, 4 asistencias y 3 rebotes con unos porcentajes de acierto de 75% en tiros de campo y un 83.3% desde el triple.

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— San Antonio Spurs (@spurs) 1 de diciembre de 2016