¿Qué le ocurre a la defensa de los Boston Celtics?

Analizamos las raíces de sus problemas defensivos

Avery Bradley defendiendo a Stephen Curry (Foto: SomosBasket) Boston Celtics
Avery Bradley defendiendo a Stephen Curry (Foto: SomosBasket)

¿Cuál es la fortaleza más grande de estos Boston Celtics? Nos preguntaba Jonatan “Aquamán” Pérez antes del inicio de la temporada y TODO el despacho respondía al unísono: LA DEFENSA.

Han pasado 21 partidos desde aquel interrogante y todo parece estar “patas arriba”, lo que parecía tan claro hace un mes atrás, deja de estarlo en estos días. Una conjunción de hechos desafortunados y otros no tanto, están dinamitando uno de los principales pilares del equipo de Brad Stevens.

Hace ya unas semanas que venía pensando este articulo, pero quería esperar a que el plantel este en plenitud, para terminar de elaborar una conclusión acorde y no tener esa excusa de… “no están todos” ante la ausencia de Al Horford y Jae Crowder.

Tras el retorno del dominicano y del “Bae” hubo una leve mejoría en el campo propio de los verdes, pero no está siquiera a un ápice de lo que se pensaba que podía llegar a funcionar el andamiaje de una de las defensas más rocosas y respetadas de la liga, a la que se le sumaba un interior polivalente, como el ex-Florida Gators.

Después de obtener una respuesta más que válida por parte de Andrés Monje en su programa «Linea de Fondo», no quedé satisfecho del todo; aunque los argumentos expuestos son valederos, quise ahondar más en profundidad y tratar de desentrañar las dificultades que están saliendo a la luz en estos días.

Lo primero que salta a la vista es un problema de rotación. A los Celtics parece que siempre le encuentran un agujero por el que hacerles daño, sobre todo en lado débil de la defensa (entiéndase el contrario a donde está la pelota). ¿Pero esto por qué ocurre? Supuestamente con el material humano con el que cuenta el equipo no debería pasar esto. Bueno “vayamos por partes” como dijo Jack ‘el destripador’: los Celtics no han variado su sistema defensivo con  la incorporación de Al Horford… en esencia, pero sí se han modificado algunas cuestiones que están haciendo mucho daño y sobre todo en las ayudas.

Los cambios de marca de los Celtics

El curso pasado los de Brad Stevens utilizaron el cambio de marcaje solo en determinados encuentros y según el nivel de ajuste teniendo en cuenta el rival de turno. Este torneo parece ser algo sistemático. Es natural que se intente hacerlo, sabiendo de la versatilidad que tienen estos Celtics para marcar múltiples posiciones. El inconveniente radica en que NO SIEMPRE se pueden hacer cambios de marca , ya que producen miss match de altura o de velocidad.

Los Orgullosos verdes son el equipo más bajo de la liga y su backcourt (Isaiah Thomas 1.75 y Avery Bradley 1.88 metros) es la muestra más cabal de esto. Sus rivales conocedores de esta falencia, tratan de producir situaciones en la que esa desventaja se convierta en la punta de lanza para producir daño, así hemos visto cosas como Thomas cambiando su marca con Crowder cuando este mismo ya estaba dando la ventaja de altura a su rival jugando de cuatro. Este tipo de situaciones de partido son el principio del fin: la orden de Stevens es que si se produce esto, quien esté del lado débil, tiene que estar atento para la ayuda, por lo tanto el nivel de rotación tiene que estar lo suficientemente aceitado para que después de tres pases no quede nadie libre en el otro sector (algo que claramente no está ocurriendo).

Teniendo en cuenta que Al Horford está en la pintura, la lógica indicaría que el backcourt tiene mejor cubierta la espalda y tendría que presionar más a sus rivales, pero eso tampoco está ocurriendo y acá hay dos cuestiones que se suman al primer colapso defensivo explicado anteriormente: la carencia de rebote en el  cristal propio, y como dijo Monje…»los niveles de intensidad y desconexiones» son moneda corriente estos días.

Al Horford no es un reboteador de elite, si a eso le sumamos el nivel de rotaciones y cambios de marca que tiene el conjunto de Massachusetts, generalmente el GRANDE  queda en posiciones perimetrales y el pequeño con cambio de marca, incluido debajo del cesto (miss-match DE ALTURA). Ahora entenderán porqué Bradley es el mayor reboteador del equipo y porqué los Celtics permiten tantas segundas oportunidades a sus rivales.

Recopilemos hasta aquí: Cambios de marca que producen descompensaciones, que a su vez generan segundas oportunidades, al alejar a los mejores reboteadores de su AREA, y tener más pendiente al front court de cerrar el rebote, que de presionar al rival. El “cocktail” es lo suficientemente tóxico como para dejar, a una defensa que fue Top-5 el año pasado, en el puesto 18 en el corriente.

El nivel de presión sobre el perímetro ha disminuido claramente en comparación con el curso anterior, algo que sorprende, teniendo en cuenta que hay un defensor más que respetable en la pintura como lo es el dominicano. Dos cuestiones están influyendo en esto, rimero, el nivel de atención que lleva la cuestión de cerrar el rebote y segundo y no por ello menos importante, la actitud.

Las desconexiones defensivas tienen explicaciones tácticas como venimos observando, pero también hay un nivel de relajación importante, que se suma a todo lo expuesto, añadiendo más leña al fuego, en vez de ser un bálsamo para las descompensaciones.

Los Boston Celtics han bajado en cantidad de robos, casi dos menos en comparación con la 2015/16. No solo eso, también han disminuido en cantidad de pérdidas producidas al rival. Si ha eso le sumamos que permiten mas rebotes ofensivos que el año pasado seguimos agregándole drogas  pesadas al “cocktail”.

Para finalizar y no por ello menos importante, hay algo a lo que no se le está prestando mucha atención pero que a Brad Stevens lo tiene muy preocupado, los Boston Celtics están siendo ineficientes al momento de concretar las acciones de transición, y al no hacerlo, están dejando de anotar puntos fáciles y brindando posesiones extras al rival.

Para colmo, si tomamos como referencia que muchas veces se está ejecutando el ataque de manera, por lo menos cuestionable (tiros desde mala posición o en momentos en que no se está produciendo una ventaja), esto genera rebotes fáciles al equipo contrario y contragolpes factibles de concretar ya que no encuentran a la defensa plantada y establecida.

Como verán, hay una serie de cuestiones que están influyendo en la merma del rendimiento defensivo del conjunto de Stevens, no hay algo en concreto más allá del «karma» del rebote que no se pueda subsanar. Pero para eso, tendrá que haber algún tipo de modificación en cuanto a cuándo realizar los cambios de marca y quien se involucra en éstos, además de tratar de palear el rebote de manera más global.

Hay luz al final del camino, el recorrido de la temporada terminará ajustando algunas cuestiones (tácticas más que nada) mientras que las demás solo pueden ser cubiertas con alguna modificación del personal; pero eso ya es otra historia.