Rick Carlisle: «Tengo que hacer un mejor trabajo»

Muy decepcionado tras la derrota contra Kings

Rick Carlisle, entrenador de los Mavericks (Foto: D. Bollinger CC)
Rick Carlisle, entrenador de los Mavericks (Foto: D. Bollinger CC)

Rick Carlisle es, en opinión de quien esto escribe, el segundo mejor de la NBA solo por detrás de ese monstruo que es Gregg Popovich. Las iniciales dudas que podía presentar al estrenarse en el banquillo se vieron pronto disipadas al ganar el premio al Mejor Entrenador de la NBA en su primera temporada. Ahora, tras 15 años en la liga y habiendo solo bajado del 50 % de récord en una de ellas, no hay nadie que discuta sus habilidades en los banquillos. Nadie, salvo él mismo…

Así, tras la flagrante derrota sufrida por su equipo el pasado miércoles, donde perdieron por 31 puntos contra los Sacramento Kings (trein-ta-y-un-pun-tos contra los Sa-cra-men-to Kings, que se dice pronto) el que fuera miembro del mejor equipo de la historia del baloncesto (’86 Celtics) no tardó en señalarse a sí mismo como principal culpable de la derrota sufrida por los Dallas Mavericks.

«Fue derrota muy, muy, muy decepcionante. Empezando por mí. Tengo que hacer un mejor trabajo teniendo a los chicos listos para jugar, preparados para competir»

Tan grave fue en su opinión la derrota que el entrenador de New York no dudó en juntar al equipo para una reunión de urgencia nada más acabar el encuentro y, por primera vez, realizar una sesión de vídeo esa misma noche:

«Tuvimos una reunión de 35 minutos. Después del partido estuvimos hablando y, por primera vez en mi carrera, hicmos una sesión de vídeo la noche después del encuentro»

No sabemos mucho más de esa reunión, pero seguro que se habló mucho de la pésima segunda parte realizada por el equipo texano y, en especial, de su horrible tercer cuarto. Durante estos 12 minutos, el equipo fue dominado por los Sacramento Kings de principio a fin; arrancando con un parcial de 0-11 el equipo solo lograría encestar 12 puntos por los 29 del rival. Se acabaría el mismo con un total de 17 pérdidas – su récord de esta temporada.

«La segunda parte fue inexcusable. La manera en la que jugamos, la actuación que tuvimos en la cancha, cómo competimos, nuestra toma de decisiones… Toda nuestra actuación fue pésima»

Los Dallas Mavericks había perdido tanto el rumbo del partido que Rick Carlisle se vio obligado a pedir hasta dos tiempos muertos más de los que tiene por derecho para intentar, sin éxito, controlar lo que estaba pasando en la pista – ambos tiempos muertos ilegales fueron sancionados con su respectiva falta técnica.

«Debe ser el récord de tiempos muertos pedidos en un partido de la NBA dentro del tiempo reglamentario»

Partiendo una lanza a favor del entrenador, el año pasado este equipo ya jugó y ganó por encima de lo que se esperaba de él después de quedar su plantilla hecha un cuadro tras todo el culebrón con Los Angeles Clippers y DeAndre Jordan. Su 42-40 a final de temporada solo puede explicarse por las habilidades casi de tahúr del entrenador. Pero el número de trucos de cualquier trilero es limitado, sobre todo si solo cuenta con un cubilete con el que jugar. Estas son las palabras de Carlisle sobre el que las importantes lesiones que ha tenido el equipo le hayan obligado a poner sobre la pista hasta 12 quintetos titulares distintos:

«He tenido temporadas en las que he usado hasta 30 alineaciones distintas, depende de la competencia. Nuestra fuerza de trabajo no es genial ahora mismo»

«Tenemos la habilidad de cambiar cosas y probar a hacer otras diferentes. Tenemos que ser creativos hasta cierto punto, pero también es verdad que hay quienes nos han mantenido vivos en algunos partidos y han ganado otros».

La verdad, Rick Carlisle parece estar por primera vez en su carrera en un equipo sin el talento suficiente como para al menos pelear para los Playoffs. La temporada es una cuenta atrás hasta el momento en el que Mark Cuban decida apretar el botón de autodestrucción y lanzarse definitivamente a la búsqueda de un pick Top-5 del siguiente draft. Bien haría Carlisle en no matarse a disgustos y empezar a ver vídeos de Markelle Fultz.