Carmelo Anthony, la eterna promesa de Nueva York

Carmelo Anthony llegó a Nueva York en Febrero de 2011. Mucho ha llovido desde entonces, y, dejando de lado el tema del traspaso, repasamos sus años como jugador de los New York Knicks y destacamos sus cinco mejores momentos.

1. El debut

El 23 de febrero de 2011 empezaba una nueva era para los New York Knicks, en el Madison Square Garden y con el público entregado, saliendo de inicio con el primero de varios de los «Big Three» que Carmelo Anthony ha ido formando en Nueva York (Amar’e Stoudemire y Chauncey Billups).

Melo demostró lo que es desde el primer día, un anotador, y lideró al equipo en anotación con 27 puntos y superaron a unos Milwaukee Bucks liderados por Brandon Jennings, el ahora compañero de Anthony en los Knicks. El equipo jugo los playoffs al final de temporada pero fue derrotado claramente (4-0) ante los Boston Celtics. Melo sin duda, fue el mejor del equipo con partidos verdaderamente memorables.

2. El día que enamoro al Madison, el doble clutch

Nos vamos hasta la temporada siguiente, primera completa de Carmelo Anthony. El año de la Linsanity, que se sumó al big three que se realizó en verano, donde se perdió a Chauncey Billups pero se ganó a Tyson Chandler. Año en el que se cambia de entrenador, Mike D’Antoni por Mike Woodson. Ese año también se estuvo presente en la postemporada, pero poco se pudo hacer ante los Miami Heat de LeBron James y compañía. Aún así, se ganó un partido en los playoffs, hecho que no lograba la franquicia en los últimos diez años.

Pero si hay un día para recordar esa temporada es el 8 de abril de 2012, día en que Melo se puso al Madison en el bolsillo por completo. Ante los Chicago Bulls de sus ahora compañeros Derrick Rose y Joakim Noah, Carmelo Anthony anotó un triple en los últimos segundos de partido para forzar la prórroga. Y en la prórroga otro muy similar para poner el equipo 1 punto por encima prácticamente sobre la bocina. Fue el broche de oro a una actuación brillante con 43 puntos (100 anotó todo el equipo). En mi caso particular, desde el primer día me gusto Melo, pero ese día me dio la puntilla, y me enamoró por completo.

3. Máximo anotador de la liga

La siguiente temporada fue la mejor de Carmelo Anthony con los New York Knicks, y la mejor de la franquicia en más de una década. Con la misma base de jugadores que el año anterior, el equipo se refuerza con veteranos importantes, que imponen disciplina. Melo acaba siendo el máximo anotador de toda la liga con casi 29 puntos por partido, jugando como 4 al lado de Tyson Chandler, ya que Amar’e Stoudemire estuvo lesionado mucho tiempo, y cuando volvió lo hizo saliendo desde el banco.

Carmelo Anthony fue el líder absoluto del equipo, y no podríamos destacar solo un partido de esa temporada. El 7 de los Knicks brillaba cada noche, sobretodo en los primeros cuartos, donde ya rondaba los 20 puntos con facilidad. Por destacar una de sus barbaridades esa temporada,  en el inicio del mes de abril, estuvo siete partidos seguidos sin bajar de los 30 puntos y hasta 3 consecutivos de 50, 40 y 41. Esa temporada era imparable, una máquina de anotar.

Como decimos, fue el mejor año con los Knicks, ganando con solvencia la primera ronda de playoffs a los Boston Celtics, hasta que al mejor sexto hombre de esa temporada, J.R. Smith, se le cruzó uno de sus cables y el equipo cayó en semifinales de conferencia ante los Indiana Pacers.

4. Los 62 puntos, récord histórico en el Madison

Después de pasar una ronda de playoffs, los New York Knicks tenían que ir a más. El equipo perdió a muchos de sus veteranos, que imponían esa disciplina ya mencionada, aunque el equipo ganó en teoría un jugador de mayor calidad como el italiano y número 1 de draft Andrea Bargnani. Ese año la química no fue para nada buena, y por primera vez en su carrera Carmelo Anthony no jugó los playoffs, tras nada más y nada menos que 10 años en la liga.

Aún así, ese año nos dejo la noche más memorable que se haya vivido en el Madison Square Garden, pues nunca nadie ha anotado tantos puntos en la meca. El 24 de enero de 2014 Carmelo Anthony metió 62 puntos en la victoria ante los Charlotte Bobcats, superando a Kobe Bryant que tenía ese honor con solo 1 punto menos de los que logró Melo.

5. Kristaps Porzingis y su última esperanza

Los años siguientes no fueron nada buenos ni para Carmelo Anthony ni para la franquicia. Se vivió la peor temporada de la historia y lógicamente no se entro en playoffs en ninguna de las dos siguientes campañas. Lo único bueno de ese período fue la adquisición por vía draft de Kristaps Porzingis, su nuevo compañero de viaje y su última esperanza a la que agarrarse para llevar la gloria a Nueva York.

Y es que este año, a ellos dos se les han rodeado con un buen equipo, que justo esta formándose y conociéndose, pero que tiene muy buena pinta. Está claro que el anillo es un proceso largo, pero a sus 32 años, a Melo no le quedan más carros a los que subirse, al menos en la Gran Manzana. Parece que es consciente, ya que ha cogido su rol más generoso esta temporada, poniendo siempre al equipo por delante, y siendo consciente que solo confiando y rodeándose de otras estrellas, como la que viene en camino, Kristaps Porzingis, podrá regalar a su ciudad lo que medio mundo sueña, unos New York Knicks campeones de la NBA.

Superestrella sin premio

Que Carmelo Anthony es una de las superestrellas de la liga es algo indiscutible. Aún así, la polémica viene cuando se habla de sus logros en postemporada, si bien es verdad que, excepto estas dos últimas temporadas ya mencionadas, siempre ha estado presente en primavera, aunque en solo dos ocasiones ha superado la primera ronda. Teniendo el su mejor marca en unas finales de conferencia con Denver Nuggets, en la temporada 2008-2009, donde cayeron ante Los Ángeles Lakers de nuestro Pau Gasol, que lograría su primer anillo.

Si bien es verdad que los playoffs son su asignatura pendiente, Carmelo Anthony ha ganado todo lo posible fuera de la NBA. Triple campeón olímpico, el único jugador del mundo en lograrlo, y campeón universitario con Syracuse, donde salió como MVP del torneo.

Así pues, solo le faltaría el anillo de campeón para redondear su carrera, y si fuera con el equipo de sus amores, los New York Knicks ya acallaría todas las críticas sobre él. Hay que reconocer el espíritu de superestrellas como Melo o Chris Paul, que llevan muchos años en la liga y que buscan la gloria del anillo con su propio esfuerzo. No han optado por el camino fácil y rápido como LeBron James y Kevin Durant. Quizá les pase factura y se unan a muchas superestrellas sin premio, pero de lo contrario, el cielo tendrá un sabor mucho más dulce.