El año 2016 de OKC Thunder, un cambio de rumbo
Muchos cambios de piezas y objetivos en la franquicia

OKC Thunder ha vivido un año 2016 muy convulso, con un completo cambio de estilo y objetivos en el paso de una temporada a otra. Hemos vivido pérdidas dolorosas, fichajes ilusionantes, hemos tocado las mieles del éxito, hemos visto caer un imperio, y puede que hayamos asistido al nacimiento de un nuevo formato de jugador total. A la hora de recapitular y hacer un análisis de lo que ha significado este año para OKC Thunder, se vienen a la mente cuatro hechos que han marcado los últimos 366 días, y uno de regalo que añadimos para intentar dilucidar lo que puede ser el año 2017 que está a punto de empezar.
1-Las casi Finales y lo que pudo haber sido y no fue
La temporada 2015-2016 fue la elegida por el destino para arrebatar a OKC Thunder una de las mejores posibilidades, junto con la de 2012, de conseguir el tan ansiado anillo que les acreditara como campeones de la NBA, la mejor liga de baloncesto del mundo. Los Golden State Warriors venían de batir el récord de victorias en una temporada regular, con 73, y los San Antonio Spurs no se quedaban muy por detrás, y parecía claro que la Final de la Conferencia Oeste la protagonizarían ellos. Tras vencer sin apuros a Dallas Mavericks en la primera ronda de los PlayOffs, OKC Thunder se enfrentaba a los Spurs de Tim, Manu y Tony, y a las nuevas flores cultivadas, LaMarcus Aldridge y Kawhi Leonard. Pese a empezar mal la serie e ir perdiendo 2-1, la aparición de las superestrellas, Kevin Durant y Russell Westbrook, y el salto de calidad de jugadores como Steven Adams y André Roberson, permitió a OKC dar la vuelta a la tortilla, ganando tres partidos consecutivos a unos Spurs llamados a pelearles el título del Oeste a los casi invencibles Warriors.
Pero el sueño no acababa ahí. Enfrente de nosotros se postraban Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green, uno de los “Big Three” más temibles de los últimos años, ese equipo que había batido toda clase de récords habidos y por haber, y cualquier resultado que no fuese una victoria clara de los californianos habría extrañado a propios y extraños. Después de repartirse las victorias en los partidos de Oakland, OKC Thunder ganó los dos partidos como local, lo que les ponía con tres oportunidades de plantarse ante la última etapa antes del campeonato. La acumulación de minutos por parte de sus titulares, el bajón de los jugadores que habían destacado contra los Spurs y en el inicio de esta misma serie, la polémica acción de Draymond Green, que probablemente debería haber estado algún partido de esos sin jugar, y la explosión anotadora de los Splash Brothers se unieron como factores conjuntos para que los pupilos de Steve Kerr ganaran dos partidos en su casa, y uno en Oklahoma City, y se plantaran en unas finales que eventualmente acabarían perdiendo.
Siempre nos quedará la duda de qué habría pasado en esos duelos de LeBron vs. KD o Kyrie vs. Westbrook, y si el propio LBJ habría estado tan superlativo, o Billy Donovan se habría estrenado en la NBA como campeón.
2-Kevin Durant, marcha de un icono
El 4 de julio Estados Unidos celebra su día de fiesta más importante, el “Independence Day”. 240 años después de que las trece primeras colonias se declararan independientes del Reino de Gran Bretaña dando vida a los Estados Unidos de América, Kevin Durant decidió “independizarse” de la franquicia que lo había seleccionado en el draft (aún bajo el nombre de Seattle Supersonics) nueve años antes, aquella que lo había hecho crecer, mimado, alabado y adorado, para buscar la gloria en otro sitio.
La marcha de Kevin Durant desde Oklahoma City fue sin duda el evento que más dio que hablar en el verano NBA. La gente cercana a la franquicia estaba convencida de que el jugador, convertido en agente libre, habría aceptado la propuesta del club para quedarse al lado de su fiel escudero Russell Westbrook, y volver a intentar juntos el asalto a un título que parecía estar siempre más cerca para los Thunder. El alero natural de Washington tuvo reuniones con Oklahoma City Thunder, Los Angeles Clippers, Golden State Warriors, Boston Celtics y Miami Heat.
Lógicamente, la esperanza de cualquier aficionado de OKC Thunder era que se quedara, y el proyecto que ya tenían, sumado al que se había empezado a montar el día de Draft, del que hablaremos más adelante, ilusionaba a propios y extraños, por lo que la decisión más lógica parecía ser la de quedarse en la ciudad que le vio convertirse en uno de los mejores del mundo. No fue así, y lo que más dolió es que el MVP de 2014 decidiera asentarse con los máximos rivales de las dos últimas temporadas en la Conferencia Oeste: los Golden State Warriors de Stephen Curry y Klay Thompson.
Para Oklahoma fue un golpe duro: los aficionados empezaron a quemar las camisetas del ya “ex-héroe” y el base Russell Westbrook, con el cual formaba una de las mejores parejas de la historia del baloncesto reciente, asumió el papel del amante traicionado. Entre los dos empezó una guerra fría, con declaraciones y reproches públicos, muy parecida a las que vivimos cuando una gran historia de amor se acaba. Tras el divorcio forzado, Russell Westbrook decidió quedarse para demostrar al mundo que OKC tiene vida más allá de Kevin Durant.
3-Un nuevo estilo y un nuevo destino
La marcha de Kevin Durant no fue la única que marcó el verano en OKC Thunder. Otro icono desde hace años, el fiel escudero hispano-congoleño Serge Ibaka, ya se había marchado la noche del Draft, donde Presti, en lo que a priori fue un gran movimiento, lo traspasó a la soleada Florida, concretamente a los Orlando Magic, de donde llegaron Victor Oladipo, Ersan Ilyasova y el recién elegido en el puesto número 11 del Draft, el lituano Domantas Sabonis.
Más tarde, con la temporada ya empezada, Ersan Ilyasova se fue a los Philadelphia 76ers a cambio de Jerami Grant. Previamente, Randy Foye y Dion Waiters habían abandonado la disciplina Thunder, uno a Brooklyn y otro a Miami, y al equipo habían llegado Joffrey Lauvergne, de los Denver Nuggets, y Álex Abrines, del cual los Thunder tenían los derechos, y decidió dar el salto a la NBA, procedente del FC Barcelona Lassa. Todas las llegadas tienen un denominador común, la juventud. Además, la presencia de jugadores como Westbrook, Roberson o Adams, y la llegada de otras bestias, como Oladipo o Grant, indicaban un claro cambio de rumbo, alejándose de las tendencias actuales, y buscando la superioridad física, el dominio del rebote en ambas zonas, la anotación en la pintura antes que desde el exterior, y lo más difícil, basar el juego en una defensa férrea a base de fuerza bruta.
El equipo aún debe seguir fomentando la química entre tantas incorporaciones nuevas, y los jóvenes, que conforman la mayor parte del equipo, deben seguir desarrollándose hasta llegar a su máximo esplendor como jugadores de baloncesto. OKC Thunder tiene un estilo un poco peculiar, el cual todavía tiene muchos apartados por pulir, pero que, bien llevado, y con un par de retoques, puede darnos muchas alegrías a los aficionados.
4-Russell Westbrook, de líder a semidiós
Russell Westbrook ha decidido llevar el concepto denotativo de baloncesto a otra dimensión. Tanto que ha llegado a transformarlo prácticamente en un aspecto connotativo. Es algo sideral, una forma abstracta de ofrecer baloncesto, llevando el peso del equipo en todos y cada uno de los partidos. La evolución que está desarrollando en su modo de jugar es inverosímil, nunca antes se había visto nada igual en la historia. Bueno, miento. Hace unos 50 años un tal Oscar Robertson hizo unos números estratosféricos a final de temporada. Westbrook ha decidido emularlo y, de momento, le está saliendo a la perfección.
Todos sabíamos de lo que era capaz Westbrook cuando Kevin Durant estaba ausente en su estancia en OKC Thunder. En la temporada 2014-2015, la larga lesión de KD obligó a Russ a multiplicarse y acaparar todo el volumen de juego posible. Realizó enormes proezas para intentar llevar a su equipo a los Playoffs: triples-dobles, actuaciones individuales soberbias… pero finalmente no consiguió alcanzar el objetivo. De nuevo con Durant, con el que formaba una de las mejores duplas de los últimos tiempos, firmó otra campaña escandalosa en la que a punto estuvieron de acceder a las finales a costa de los Warriors. Estuvieron a un paso de conseguirlo.
Pero cual fue la sorpresa de Russell cuando, en mitad de verano, su amigo y hermano Kevin, con el que había compartido y disfrutado de tantos minutos en pista, anunciaba su marcha al rival que le apeó de la lucha por el anillo, Golden State Warriors. Fue un jarro de agua fría para el base angelino, que no se podía creer (y sigue sin hacerlo) como su perfecto compañero de faenas, abandonaba la franquicia a la que pertenecía desde 2007. Pero Westbrook, lejos de amilanarse, aceptó el reto y recogió el testigo con dos objetivos: llevar a su equipo a lo más alto y comenzar su andadura por el MVP.
De momento está cumpliendo con las previsiones. Russell está llevando toda la carga del equipo. Su ausencia en pista es demasiado acusada y el equipo suele sufrir cuando él no está. Pocas veces se ha visto una dependencia tan grande en un equipo de un solo jugador como Westbrook y los Thunder en esta 2016-2017. Está canalizando todo el juego de ataque del equipo, el balón siempre pasa por sus manos y su producción ofensiva está alcanzando unas cuotas nunca vistas hasta el momento.
Con casi tres meses de competición consumidos, la salvajada de Russell Westbrook es la siguiente: promedia un triple-doble con 31.7 PPP, 10.7 RPP, 10.9 APP. Es el máximo anotador de la liga, el undécimo máximo reboteador y el segundo máximo asistente. Ha realizado 15 triples-dobles esta campaña y se ha ido hasta los 51 puntos en un partido, todo esto ejerciendo el puesto de base. De momento, el récord de los Thunder es 20-13, con sus malas y buenas rachas. Su máximo rival por el galardón, James Harden, tiene mejor récord con los Houston Rockets, algo que la NBA tiene mucho en cuenta a la hora de decidir el ganador. Pero todo indica que, si Oklahoma sigue manteniéndose en torno al quinto o sexto puesto del Oeste, el MVP de este año tiene nombre y se llama Russell.
Sus mejores virtudes son su explosividad, su rapidez y su facilidad para penetrar el aro rival. A esto ha añadido una nueva arma: su visión de juego y distribución del balón. Se ha destapado como uno de los mejores asistentes de la liga y hombres como Adams o Kanter se están aprovechando muy bien de ello. Además, su ética de trabajo y permanentes ganas de mejorar son encomiables, recordando a algunos de los mayores trabajadores de la historia de este deporte, y su motivación para ganar es infinita.
Por destacar un punto débil de Westbrook, podemos decir que es su impaciencia o falta de IQ en momentos decisivos del partido. A veces toma decisiones precipitadas o muy complejas y es lo que la gente más le reprocha. Pero otras veces, estas decisiones le salen bien y se convierte en héroe, lo cual disminuye un poco este punto en contra.
Lo único cierto es que Russell ha asumido los galones de los Thunder y está dispuesto a llevarlos lo más lejos posible. Les puede gustar más o menos su estilo de juego, pero lo que es incuestionable es que está haciendo historia. Y eso, quieran o no, atrae, encanta y es digno de todo reconocimiento.
5-Predicciones y expectativas para OKC Thunder en 2017
Nadie sabe lo que puede pasar en el futuro, eso es obvio, y pasa con cualquier equipo. El caso es que, mirando a los actuales OKC Thunder, es un caso más obvio de incertidumbre ante el futuro cercano. Visto lo visto en lo que va de temporada, la intención del equipo parece ser seguir yendo por donde Russell Westbrook marque el camino, seguir aumentando la química del bloque y que los jóvenes maduren dentro y fuera de la pista.
Los cálculos, así a ojo de buen cubero, dicen que OKC Thunder puede estar moviéndose entre las 45 y las 50 victorias a final de temporada, lo que le permitiría entrar en PlayOffs sin pasar muchos apuros, pero con el factor cancha en contra en primera ronda, y probablemente contra un equipo de los tops del Oeste, contra los que sería harto complicado ganar una serie, aunque nunca se sabe. Este supuesto sexto o séptimo puesto que se prevé para los Thunder deja a Russell Westbrook a merced de los periodistas para ganar el MVP. Si finalmente termina la temporada promediando triple-doble, algo que solo se ha hecho una vez en la historia, tendría bastantes posibilidades de llevarse el premio, dependiendo de la actuación de sus perseguidores, como Harden o Durant, que presumiblemente contarán con un récord bastante mejor.
Domantas Sabonis y Álex Abrines han empezado a despegar, y si siguen jugando así estos últimos tres meses, puede que entren en la lucha por estar en el Segundo Mejor Quinteto de Novatos, algo positivo sin duda.
Kanter demuestra cada vez que sale al campo que es un pívot suplente de garantías y muy talentoso, y si Billy Donovan aumenta sus minutos, y el turco aumenta su producción en concordancia, también podría estar en las quinielas para ser el Mejor Sexto Hombre del Año.
Respecto al tema de los traspasos, los rumores indican que Sam Presti ojea el mercado constantemente en busca de un alero anotador, algo necesario viendo que Andre Roberson no ha dado el salto que se esperaba de él en el apartado ofensivo. Los rumores de la llegada de Rudy Gay siempre han estado ahí, y es una posibilidad a tener en cuenta. También se han oído cosas referentes al jugador de los Pistons Tobias Harris. Veremos lo que pasa antes de que se cierre el mercado.
En la agencia libre, tras atar a Russell Westbrook, Oladipo y Steven Adams, el contrato de Andre Roberson es el principal problema de OKC Thunder en cuanto a no desmantelar el núcleo. Respecto a las posibles llegadas, se sabe que el principal objetivo de Sam Presti es el ala-pívot de Los Angeles Clippers, Blake Griffin. Parece difícil que salga de la franquicia californiana, aunque otro desengaño en PlayOffs podría precipitar su salida, y ahí es donde OKC Thunder tendrá que atacar para llevarse a uno de los agentes libres más cotizados, lo que sin duda sería un salto de calidad que colocaría a la franquicia de Oklahoma como candidata a cualquier cosa.
Puede que no acierte ninguna de las cosas que haya dicho, pero de soñar también se vive. Hasta aquí el análisis de este año 2016 en lo que concierne a OKC Thunder. Gracias a mis compañeros de redacción, Raúl Velasco y Laura Cristaldi, ya que a ellos corresponde la escritura de los puntos 4 y 2 respectivamente, además de dar las gracias al resto de colaboradores. Desde la redacción de Storm City y SomosBasket, Feliz Año 2017 y ¡GO OKC THUNDER!