Los Mavericks cortan la racha triunfal de los Wolves

MINNESOTA TIMBERWOLVES 87-98 DALLAS MAVERICKS

Wesley Matthews sigue en estado de gracia/Nil Alemany (SB)

Nuevo duelo en la zona baja de la Conferencia Oeste; pero entre dos equipos que llevan unos últimos días de dulce: los Dallas Mavericks salieron victoriosos de su partido en México ante los Phoenix Suns mientras que los Minnesota Timberwolves sumaban hasta tres triunfos seguidos de la mano de un buen Ricky Rubio y comenzaban a mirar con optimismo hacia arriba.

El encuentro comenzó con un primer cuarto muy igualado, los titulares de los T-Wolves demostraban estar más conjuntados, pero tanto Harrison Barnes como Wesley Matthews sacaban ventaja en prácticamente cada ataque de las débiles defensas de LaVine y Wiggins. Con las salidas de los banquillos, el débil nivel de los visitantes (una constante durante todo el encuentro) hizo que la segunda unidad de los texanos diera la vuelta a los electrónicos y consiguiera una mínima ventaja de dos puntos.

El segundo cuarto fue, sin ninguna duda, el factor clave del partido. Los jóvenes «lobos» encadenaron demasiadas pérdidas seguidas; cosa que los Mavericks no desaprovecharon el regalo para distanciarse considerablemente en el marcador. J.J. Barea volvía a hacer de las suyas y era demasiado para el emparejamiento que le pusieran. El daño se hizo en los primeros minutos y el conjunto de Carlisle se iba a los vestuarios con 9 puntos de ventaja.

Se terminó el descanso y los Dallas Mavericks superaban la barrera de los 10 puntos de distancia gracias a un Deron Williams que dirigía (terminó con un nuevo doble-doble) y a un Wesley Matthews anotador. En los Timberwolves solo funcionaba un Andrew Wiggins tan tremendamente efectivo en ataque como problemático en defensa y un Gorgui Dieng que hacía un gran trabajo debajo de los tableros.

Llegaban los últimos minutos del partido y un jugador se convirtió en el claro protagonista: J.J. Barea. El base sumó nueve puntos en el cuarto cuarto, dando dolores de cabeza a sus rivales. Además, ambos conjuntos empeoraron sus porcentajes de acierto y eso complicó mucho la remontada de los visitantes.

Un banquillo inexistente

Tiene mérito que los Minnesota Timberwolves hayan estado metidos en el partido cuando han tenido una ayuda prácticamente inexistente de su banquillo —aunque que el quinteto titular haya jugado más de 30 minutos cada uno también es reseñable—. A excepción del serbio Nemanja Bjelica, que anotó 10 puntos y 4 rebotes, el resto de jugadores no anotaron ni una sola canasta; un peso demasiado grande para un equipo que intento escalar puestos hacia los PlayOffs.