¿Los Warriors de la 16 son mejores que los Warriors de la 17?
El equipo no ha conseguido hacer sombra a su anterior versión
No es la primera vez que en @SomosRunanddub nos planteamos la siguiente pregunta.¿Estos Warriors son mejores que el año pasado? Todos suelen alegar al sí, con un argumento pobre y fácil: «Somos el mismo equipo(el esqueleto) y hemos añadido a Kevin Durant, cómo no vamos a ser mejores.» Fin de la cita. Más tarde entre las sombras verdes aparezco y digo lo que es para mí una realidad. «Este equipo a día de hoy, no llega ni a competir por ser mejor que el del año pasado» Fin de la cita.
Hace unos días, mi compañero Javier se ha animado a traeros la opinión contraria a mí y me he visto «obligado» a traeros la respuesta a su artículo.
El año pasado Golden State Warriors asustaban mucho menos que lo hacen este año. Pese a ser los vigentes campeones, su roster a priori no tenía una nueva gran figura como este año. Pero hacían el mejor equipo que he llegado a ver con mis propios ojos. Un equipo que era capaz de que la segunda unidad ganara más partidos que el propio quinteto titular. Jugadores que se han intentado sustituir este verano con muy buena intención y criterio pero que seguimos echando muy en falta. Jugadores que mantuvieron un nivel elevado durante toda la temporada pasada, estoy hablando de Speights, Barbosa, Harrison Barnes, Bogut y en el inicio de temporada Rush. Sus sustitutos son buenos, pero no llegan a lo que fue el año pasado.
Consistencia en el equipo y el equilibrio encontrado: Steve Kerr y Luke Walton encontraron ese punto del equipo que rozaba la perfección. Como prueba está esas 73 victorias de 82 posibles. Cada jugador hacía lo que sabía hacer y además lo hacía bien. El equipo lleva prácticamente a estas alturas del año las mismas derrotas que el equipo del año pasado en abril, podéis responderme «el equipo no quiere igualar el récord, quiere ir a Playoffs de manera contundente» fin de la cita. Me alegra que me saquéis ese tema porque es justo de lo que quería hablaros ahora mismo.
Los Golden State Warriors barría a los rivales directos en fase regular el año pasado. Creo que muchos recordaremos ese partido contra Spurs que todos esperábamos con mucha expectación y acabó siendo la decepción más profunda de los primeros meses de la competición. Más de 25 puntos de diferencia. Más palizas a Cavaliers, Raptors , OKC. Su apariencia prácticamente era de invencibles, 9 derrotas (Spurs , Lakers, Celtics , Bucks , Timberwolves, Nuggets, Blazers, Dallas y Pistons) como podéis ver ningún rival directo (excepción de Spurs). Cosa que en esta temporada no pasa, quitando la victoria el pasado lunes ante los Cavaliers, nuestro récord frente a rivales directos o de mitad de tabla hacía arriba era de 0 victorias por carencias defensivas, no saber cerrar partidos…
También estará el fan que esté leyendo esto y me diga: «pero esto es fase regular, tampoco es importante « fin de la cita. Y tendrá razón, esto es regular season, pero estoy hablando de partidos que huelen a PO que echan para atrás, partidos como el de Navidad, el de Spurs(más que posible finalista de conferencia) son partidos para hacerse notar y estos Warriors no lo consiguen.
Otra razón por la que pienso que el año pasado teníamos mejor plantel y equipo en sí. Ese equipo jugaba de memoria, y oye, qué memoria tenían todos. Pizarras con bastantes bloqueos ciegos ejecutados a la perfección, penetraciones y balones fuera para mejorar la situación de tiro de los exteriores y puro «showtime». Ese equipo que no podía ganar solo con tiradores, no es solo que ganaba, hizo lo más difícil en el deporte: ganaba y hacía disfrutar. Era bastante divertido ver jugar a esos Warriors y ver cómo disfrutaban ellos.
Sin ponernos a analizar más en profundidad a cada jugador, solo resaltaré que el año pasado hemos tenido la mejor actuación individual de un jugador en muchísimo tiempo, y el primer MVP unánime en toda la historia de la liga. Un año que hemos perdido la cuenta de cuantos récords han batido, de cuantas horas de sueño he perdido por verlos, cuantas manos en la cabeza por ese triple desde la sala de trofeos, ese triple para ganar en Oklahoma.
Simplemente no estoy diciendo que el equipo de esta temporada sea malo, ni mucho menos. Hemos incorporado a Kevin Durant, eso en principio no puede ser malo, veremos en un futuro qué pasa con el tema salarios. Pero compite con un equipo que ha enamorado a una generación de niños al baloncesto.