¿Deben los Pistons traspasar a Reggie Jackson?
El base parece estar rodeado de rumores de salida
Pese a que el equipo no ha jugado bien, no creía pensar que el nombre de Reggie Jackson sería puesto en duda, no tan pronto y en las circunstancias en las que nos encontramos. Si nos remontamos a septiembre, incluso a inicios de octubre, todo era de color de rosa en la Motown, o en este caso, del color grisáceo que tanto gusta en Detroit y que tan poco apetece ver al resto de la NBA. En Detroit la mayor preocupación que teníamos era saber quién sería nuestro tercer base, si McCallum o Brown, y quién era el verdadero líder del vestuario. Todo era paz y tranquilidad. Pese a todo, ¿cuándo ha sido algo fácil y placentero en la ciudad del motor? Al poco de empezar el training camp, Reggie Jackson sufre un tendinitis de rodilla, Ish Smith coge el puesto de titular y los Pistons deben cortar a McCallum y fichar a Udrih (nunca dudes de Van Gundy).
Entonces llega la temporada regular de la NBA, y los Pistons se presentan con Ish Smith en la delantera. El equipo no jugó nada mal, de hecho fueron la segunda mejor defensa de la liga y el último equipo en ceder 100 o más puntos como local, y más o menos el último puesto de Playoffs era propiedad del equipo. Sabíamos que cuando llegara Reggie Jackson seríamos mucho mejores, y escalaríamos hasta el cuarto puesto de conferencia en el que muchas proyecciones y aspiraciones nos colocaban. Pero entonces, el horror. Llega Jackson, llegan las derrotas. ¿Por qué, si en teoría Jackson es mucho mejor que Ish? Ya hice un artículo al respecto donde analizábamos profundamente la contraposición del juego de Ish Smith al de Reggie Jackson. Para dar un par de pinceladas, se podría decir que su juego es completamente opuesto. En una penetración, Ish mira al exterior para encontrar al hombre abierto y Jackson mira al aro. El equipo empezó a empeorar porcentajes, a abusar del triple en tiros forzados y a defender peor, mucho peor. Reuniones de jugadores, críticas del cuerpo técnico y hasta rumores sobre el puesto de trabajo de Van Gundy hicieron que se empezaran a buscar culpables, cuando lo único que se tenía que buscar era tiempo.
La paciencia y la perspectiva, algo que es tan difícil de tener y encontrar como un contacto no pitado en la NBA actual, han estado jugando en contra del equipo estos días. Cierto que el equipo lleva en el pozo mas de siete años, cierto que ahora que parecía que sí que podíamos volver a ganar, y esto es un paso atrás doloroso, y cierto que un tándem Golden State-Cleveland Cavaliers es altamente insufrible, pero los conjuntos ganadores de Detroit no se han formado en cuatro días. Recordemos que Isiah Thomas llegó a Detroit en el 81 y estuvo 8 años sin ganar, o que Ben Wallace llegó en el 2000 y que estuvo 4 años pegándose con los demás pívots sin premio.
Pero, ¿por qué los Detroit Pistons no han funcionado? Como ya he comentado antes, por el cambio de bases y su antagónico estilo de juego. Detroit estuvo 20 partidos, que no son pocos, bajo la batuta de Smith, y este los acostumbró a su estilo solidario de juego. Pocas pérdidas, muchos pases y fluidez en el juego como buque insignia. Ahora, o por lo menos hasta hace unos partidos con Jackson en su papel de «quiero volver a ser el de antes y por eso debo tener el balón en mis manos», el equipo se vino abajo. Pocos pases, malos y precipitados tiros y defensa propia de patio de colegio como bandera. ¿Esto va a cambiar, o debemos mirar hacia otro lado para buscar respuestas? La historia está en el bando de Jackson. Recordemos cuando llegó a la Motown en aquél traspaso que envió a Kyle Singler y D.J. Augustin a los Thunder, además de una segunda ronda de 2019, a cambio del joven y ambicioso base. El equipo empezó de pena, ¡y Jackson hasta vomitó en la banda! Pese a todo, pocas dudas tenía en Jackson. Después de un 2-11 que tomaremos como un periodo de adaptación, además de que el equipo no tenía el nivel para competir, los Pistos siguieron la temporada ganando a Chicago, Boston, Toronto y Miami, además de otros equipos fuera de Playoffs.
Si pasamos ahora a la temporada pasada, para hacer un repaso rápido de lo que fue, los Pistons llegaron a Playoffs sin apenas un banquillo decente, formado por Steve Blake, Stanley Johnson, Anthony Tolliver o Aron Baynes, entre otros. Pese a eso, el equipo se clasificó para la fase final de la NBA tras seis temporada de sequía y plantó una digna cara a los Cavs, que posteriormente saldrían campeones del campeonato. Pero ¿hacia dónde quiero ir con todo este rollo? Simple y llanamente, que con tiempo Reggie Jackson nos demuestra que él es el base idóneo para este equipo. Esta temporada ha sido una montaña rusa para el equipo, y ni tan solo hemos llegado al all-star. Entre las lesiones de KCP, Leuer y el propio Reggie Jackson, además sumando la de Reggie Bullock, que se ha destapado como un buen jugador de rotación estos últimos días, vemos que no ha habido ni un partido en el que todas las piezas importantes del equipo han jugado juntas, y a mi parecer, esto justifica parte del descontrol que el equipo ha sufrido.
El año pasado y con una continuidad en su juego y en los compañeros que tenía al lado, Reggie Jackson mandó su candidatura a presentarse al all-star de la NBA, pese a no tener el apoyo mediático del aficionado medio de la NBA. Entonces, ¿es Reggie Jackson el base ideal para los Pistons? A mi parecer sí, y por distintos factores:
– Juego: Pese a que Reggie Jackson no es el Jameer Nelson que Van Gundy utilizó en Orlando para llegar a las finales, el base de los Pistos aporta, en sus buenas rachas, un factor necesario en un equipo bastante estático. Reggie da al equipo tiro exterior, buenas situaciones de pick&roll y una gran opción ofensiva. El base fue uno de los mejores jugadores cerrando partidos el año pasado, y Andre Drummond fue el segundo jugador en la historia de los Pistons que más dobles figuras consiguió en la historia de la franquicia con más de 60, solo por detrás de Bob Lanier. Jackson juega y hace jugar si los factores acompañan, y parece que en los actuales Pistons lo está empezando a hacer. Pese a que estos 24 partidos que en este momento lleva Reggie Jackson el juego del equipo haya sido triste y sin alma, el base está calcando los porcentajes de tiro de la temporada pasada, e incluso mejora en el triple. Además, está tirando menos, aunque no reparta más asistencias, y pierde menos balones. Con el tiempo sus estadísticas deberían ir hacia arriba, al igual que los resultados del equipo.
– Contrato: Si algo nos han enseñado el maestro Van Gundy y su secuaz Jeff Bower es que nunca debemos dudar de sus movimientos. Si hacemos una lista de todo lo que se ha conseguido y lo que se tuvo que dar, veremos para construir el quinteto actual de los Pistons solo se ha tenido que dar a Brandon Jennings, Ersan Illyasova, D.J. Augustin, Kyle Singler, una segunda ronda de 2019 y otra de 2020. A cambio, recibieron a Reggie Jackson, Marcus Morris y Tobias Harris, además del suplente Reggie Bullock. El resto, draft o agencia libre. Pero esto no solo va de fichar, sino también de renovar, y si hablamos de hacerlo en el momento justo, hablamos del contrato de Reggie Jackson. ¿Quién no se ha echado las manos a la cabeza con los salarios que se pagaron este verano? Los 153 millones de Conley parecen un disparate si los igualamos a su calidad como jugador. Reggie Jackson está en el mismo nivel que Conley, quizás medio peldaño por debajo, pero la diferencia es que Jackson cobrará 80 millones en 5 años, casi la mitad. Van Gundy supo pagar antes de que la gran ola de billetes llegara, y en unos años, cuando los del mismo estamento de Jackson cobren el doble que él, se verá el gran trabajo de la administración dirigida por el jefe de las oficinas de los Pistons. Además, quién sabe si Jackson rendirá bien en el futuro. Si se le quiere traspasar, ¿quién no va a querer a un base titular con un salario tan sumamente bajo comparado con el de sus semejantes?
– Carácter: La historia nos ha enseñado que en Detroit, si no eres un tipo duro, poco vas a aguantar en la franquicia. Desde los Bad Boys hasta los campeones de 2004, todos demostraron una fortaleza física y mental encomiable, cosa que no estamos sintiendo con el equipo actual. Entre las reglas defensivas de la NBA, blandas cual galleta olvidada en el fondo de la despensa, y el nuevo baloncesto moderno, es muy difícil que unos nuevos Bad Boys se repitan sin ser sancionados de por vida. Pese a todo, los Pistons, en pequeñas dosis, se muestran cuales galos frente al imperio romano, y a veces podemos ver chispas de lo que se sentía en el Palace allá por finales de 80 o mitades de la década pasada. En la memoria de algunos sigue presente el tumulto que hubo entre Reggie Jackson y los Thunder que nos hizo emocionar a algunos, que terminó con un Westbrook rabiando y un Durant diciendo «a quién le importa Detroit». Reggie tiene carácter, y eso nos encanta, y en los momentos difíciles, a veces es lo que marca la diferencia. Solo esperamos que esto se contagie al resto del equipo.
Para finalizar, solo pido que no se tenga prisa con el caso de Reggie Jackson. El tiempo es el mejor remedio en estos casos, y si conseguimos que este grupo se mantenga durante un periodo de tiempo considerable, creo que los resultados terminarán por llegar.