¿Qué harán los Timberwolves tras la lesión de Zach Lavine?

Días confusos y tristes para Minnesota y Zach LaVine. Hace ya una semana del incidente que puede cambiar drásticamente el futuro tanto de Minnesota Timberwolves como de Zach LaVine. Zach incluso continuó jugando 5 minutos tras haberse lesionado. Luego los resultados indicaron lo peor, tenía que operarse y el tiempo que necesitaría hasta volver a saltar a la cancha iba a ser largo… Días difíciles para la NBA porque hace un par de días, otra joven estrella de la liga que mandó mensajes de apoyo por redes sociales a Zach, deseándole una pronta recuperación, sufría también una grave lesión de rodilla. Estamos hablando de Jabari Parker de los Milwaukee Bucks. Ambos jugadores, futuro de la liga, se han intercambiado mensajes de apoyo y ánimo.

Volviendo a Zach y lo que puede suponer su lesión tanto para él como para su equipo, observamos que en los 47 partidos antes de la lesión de rodilla que sufrió hace unos días, LaVine fue rotundamente un jugador dinámico y ofensivo. A pesar del pequeño bajón de enero, que coincidió con una lesión de cadera, esta temporada sus porcentajes de tiro son buenos y mejores de lo que eran temporadas pasadas.

Era uno de los jugadores, como ya comentamos en otros artículos, que más minutos acumulaba por partido. Esto suponía que jugaba de inicio con los demás titulares (Ricky Rubio, Karl Anthony Towns y Andrew Wiggings principalmente) teniendo un rol más de anotador letal, catch and shoot, jugándose tiros abiertos principalmente, aunque obviamente también haga otras cosas en el juego.

Todos esos minutos de juego que tenía, le hacían compartir también muchos minutos con la segunda unidad, donde tenía un rol ligeramente diferente, liderando también y organizando a los jugadores que salían desde el banquillo. Ayudando a estos a mantener un orden y la capacidad anotadora.

Ahora todos estos esquemas se han venido abajo para Tom Thibodeau que no sólo ha de pensar cómo reestructurar al equipo si no en el quebradero de cabeza que supone para la franquicia perder a una de las tres piezas claves de un triángulo que necesitaba crecer y madurar junto para llevar al equipo al lugar que merece Minnesota.

La pérdida de LaVine es la pérdida de un genial tirador y hábil jugador que  hace que la consistencia de  Minnesota sea más fina aún. Además de mermar considerablemente la moral y la química del equipo. 

¿Qué pasa entonces?

Mar de dudas y especulación. Por un lado tenemos la parada en seco de la evolución y crecimiento de las tres jóvenes estrellas de Minnesota, su esperanza. Ya que esta temporada era clave para coger tablas, madurar y hacer pruebas aunque los resultados no acompañaran demasiado y empezara a dar que pensar a más de uno.

Por otro lado tenemos el tema salarial. Tras las dudas generadas en cuanto a juego y que la ilusión de ver a fantásticos jugadores en la pista no se correspondía con una regularidad en el juego ni con demasiadas victorias ahora la lesión de LaVine pone en una delicada situación el tema de contratos.

La situación con el contrato de LaVine será interesante a varios niveles. Pero, ¿afectará esto a lo que haga Minnesota antes del cierre de mercado? O, quizás más probable, afectará fuera de la temporada ya sea draft, agencia libre o vía trade. ¿Afectará a otros jugadores importantes del equipo de manera colateral?

Además de LaVine, Andrew Wiggins está en una situación contractual similar, ambos pueden rechazar los términos de un nuevo contrato el próximo otoño y ser agentes libres restringidos. 

Esto supone que no volveremos a ver a LaVine jugar en la liga más antes de que Minnesota tome una decisión con respecto a su contrato o su puesta en el mercado. Compañeros y aficionados aman a Zach por su compromiso y su espectacularidad jugando al baloncesto así como por sus capacidades atléticas.

¿Será esto suficiente para convencer a Thibodeau y a Glen Taylor, propietario de los Minnesota Timberwolves? 

Y que por otra parte se le pone en entredicho por otras facetas del juego o porque teniendo a Wiggins al lado ofreciéndonos sus habilidades podríamos preguntarnos si realmente es necesario este jugador.

Siendo honestos hay que reconocer que LaVine es un jugador portentoso y muy valioso para el equipo pero, ¿realmente interesa a Minnesota pagar los costes elevados que exigirá? Porque mantener a los tres jugadores será muy costoso y dejaría poco espacio salarial. Sería confiar casi ciegamente en que estos tres jugadores son capaces de llevar a Minnesota al anillo y, por los resultados que estamos viendo esta temporada, están aún lejos.

Es cuestión de tiempo que encontremos respuesta a esta pregunta.

El juego que se espera ahora de Minnesota

Brandon Rush sigue siendo buen anotador y lo ha hecho bien en las breves ausencias de Zach, pero no es dinámico y su defensa, sobre todo en el uno a uno, no es la misma que realizaba LaVine aunque es posible que dentro del concepto en el sistema defensivo, que para Thibodeau es tan importante, Rush sea mejor que LaVine. ¿Será así y verán mejorados sus resultados?

Por supuesto, la onda expansiva implicaría que Shabazz Muhammad, Tyus Jones y seguramente Dunn, se verían forzados a unos roles mayores fuera del banquillo.

Ricky Rubio, por otra parte, podría ser más efectivo si no tiene que compartir la responsabilidad de creador de juego con Zach, y con una mejora del equipo en defensa además de una media similar en porcentaje de tiros. ¿Serán capaces de llegar a los puestos de Playoffs? o quizás, tras algunas pruebas más, decidirán tankear de cara a lo que se prevé como un buen draft el próximo verano.

En cualquier caso, es un doloroso golpe para el desarrollo de este joven equipo. Y aunque es probable que sobre la pista el impacto no sea tan visible en estos meses de febrero, marzo y abril, la pérdida de LaVine tiene un significativo impacto en toda la operación y proceso de los Minnesota Timberwolves que se verá atacada como hemos visto por varios frentes cuando hace unas semanas parecía que todo seguía su curso con total normalidad.

Habrá que estar atentos a cada paso que se de porque puede marcar definitivamente el destino del equipo.