Los Wizards vencen en Portland con una jugada polémica
Washington Wizards 125 - 124 Portland Trail Blazers
Dos equipos enrachados, Trail Blazers y Wizards, se enfrentaban en el Moda Center de Portland con la intención de mantener la buena dinámica. El equipo local no pudo contar con Evan Turner, que cuenta los días para volver de su lesión en la mano derecha.
Dominio local
En el primer cuarto, los Blazers empezaron a mostrar el dominio que caracterizaría la primera parte. Con un juego basado en la buena circulación de balón y un ritmo de juego alto, los locales anotaron 36 puntos en los primeros doce minutos. Damian Lillard y CJ McCollum, con 8 puntos cada uno, lideraban ya al equipo. Por los Wizards, Wall y Gortat daban la cara mientras Bradley Beal esperaba su momento.
En el segundo cuarto llegó el que sería el mejor momento de los Trail Blazers en el partido. CJ McCollum anotó doce puntos en apenas tres minutos y medio, mientras que los Wizards no encontraban su juego basado en el contraataque y tropezaban con el aro una y otra vez. Portland llegó al descanso con una racha de 14-0, con CJ McCollum anotando a placer y sumando 25 puntos en la primera parte. Moe Harkless acumulaba 13 puntos con gran acierto en el tiro de campo y Lillard ejercía de organizador ante la exhibición anotadora de McCollum. John Wall seguía siendo la única amenaza real de los Washington Wizards, y buena prueba de ello era que el segundo máximo anotador del equipo era Marcin Gortat con 7 puntos.
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Hasta el momento, los Blazers jugaban un partido vistoso y que además se acercaba a lo ideal. Ganaban por 21 puntos, encestaban más del 64 % de los tiros intentados. En el apartado defensivo, dejaban a los Wizards por debajo del 46 % en ese mismo campo estadístico y en un inofensivo 2 de 9 en triples.
Renacen los Wizards
Pero, cómo no, nada iba a ser tan fácil para un equipo acostumbrado ya a tropezar con la piedra llamada consistencia una y otra vez. Los Wizards tenían todavía mucho que decir.
Desde el principio del tercer cuarto, se pudo observar un cambio más que notorio en la dinámica del partido. Los Wizards sacaron el espíritu combativo y apareció de la nada Bradley Beal, que encestó 13 puntos de forma consecutiva para empezar a neutralizar el efecto de la primera parte. Al fin del tercer periodo, los Wizards perdían por solo 9 puntos y, lo más importante, habían encontrado la clave para frenar el ataque de unos Blazers que solo eran capaces de encestar 21 puntos en 12 minutos. Bradley Beal, surgido como por arte de magia, se iba ya hasta los 21 puntos con 4 triples y 4 de 5 en tiros de campo. Wall, el más regular hoy, mantenía su ritmo y sumaba 25 puntos y 7 asistencias. Sorprendentemente, CJ McCollum, que llevaba 34 puntos, había anotado los que serían sus últimos puntos en una noche en la que se diluyó al mismo ritmo que su equipo.
El último cuarto reafirmó lo establecido en los 12 minutos anteriores. Los Wizards, liderados por un John Wall que ya no estaba solo, metieron 15 puntos seguidos según se acercaba el desenlace. Con esa racha no solo equilibraron el partido, sino que se adelantaron a falta de dos minutos y pusieron contra las cuerdas al equipo local, que en un abrir y cerrar de ojos pasó de verse con el partido ganado a necesitar casi un milagro para vencer. El milagro llegó a través de un triple complicado de Al-Farouq Aminu y dos tiros libres convertidos por Jusuf Nurkic. Los Blazers empataron el partido; Washington dispondría de una última posesión. John Wall, por razones obvias, era el elegido para tomar el tiro que daría la victoria a su equipo. El base se quedó absolutamente solo, pero no convirtió.
Prórroga espectacular, desenlace polémico
La prórroga, difícilmente descriptible mediante palabras inocentes para el redactor que opte por imponerse la imparcialidad, estuvo marcada por la emoción y la incertidumbre propias de un partido equilibrado en el marcador pero desequilibrado, totalmente loco, para el espectador. Blazers y Wizards alternaron liderato en un tiempo extra bonito, igualado y emocionante. Se vieron triples de Aminu o de Otto Porter Jr. Se vio a John Wall a un nivel espectacular, manteniendo el ritmo y la regularidad durante todo el choque. Se vio a Lillard tomar las riendas y anotar de mil maneras, lanzando triples con una confianza descomunal o penetrando con la agresividad de Wall.
Y, sin embargo, el desenlace de semejante partidazo se decidió en una jugada polémica. Con su equipo perdiendo por un punto, Markieff Morris recibió en una esquina, fintó y anotó una canasta de dos puntos. Cuando el balón entró, quedaban 4 décimas de partido.
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— Washington Wizards (@WashWizards) March 12, 2017
Pero la situación se torció, lo glorioso para unos y doloroso para otros dio paso a la incertidumbre que se generó cuando empezaron a escucharse los murmullos en el Moda Center. Parecía que Markieff Morris, en el momento de recibir el balón, estaba pisando la línea de banda. Los Blazers protestaron, pidieron a los árbitros que se revisase la jugada. Pero estos no tuvieron más remedio que denegar la solicitud, puesto que la supuesta infracción cometida por Morris no forma parte del conjunto de sucesos que según el reglamento pueden o deben conducir a las pantallas.
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— Trail Blazers (@trailblazers) March 12, 2017
Resultado: victoria de Washington Wizards en una prórroga vibrante y espectacular, decantada en una acción que probablemente debería haber terminado de otra manera. Los Wizards viven un momento espléndido y acumulan ahora cuatro victorias en cuatro partidos en su gira por el oeste. Los Blazers, por el contrario, pierden una gran oportunidad de presionar a los Denver Nuggets y se quedan rezagados en la carrera por el último puesto de playoffs.
Portland peleará en Phoenix el segundo asalto del back to back que comenzaba con este duelo ante los Wizards. Washington tendrá un día de descanso y después terminará en Minnesota su hasta ahora inmaculada gira por el oeste.