La devoción de los argentinos por Manu Ginóbili

¿Hasta dónde están dispuestos a llegar por verle?

Manu Ginobili (San Antonio Spurs)
Cuatro campeonatos de la NBA predominan en el palmarés de Manu Ginóbili. – Michael Tipton (CC)

Hablar de Manu Ginóbili no es hablar de un jugador de baloncesto más. No, no solamente es el jugador argentino más laureado en la NBA ni únicamente es un ídolo para sus compatriotas; el juego de Manu va más allá.

Tanto es así que por conseguir ver al de Bahía Blanca en el período final de su carrera (sí, lo sentimos tanto como vosotros pero hay que afrontar la realidad), argentinos como Daniel Cherniak han dejado atrás trabajo, familia y resto de obligaciones y se han trasladado hasta América durante ocho días para ver a su referente en acción.

Quizá algunos de vosotros no entendáis tantos esfuerzos, pero el juego del dorsal 20 de los Spurs refleja a la perfección la manera de vivir el deporte en su país: valentía y arrojo en cada acción, en cada segundo de partido. Actitudes que, como el escolta zurdo demuestra, no están en absoluto reñidas con el talento.

Además, esa admiración por el protagonista de esta noticia no se queda solo entre los argentinos, ya que Manu ha conseguido ganarse el respeto de prácticamente todo el mundo NBA. Como ejemplo de ello, Steve Kerr, actual entrenador de Golden  State Warriors y compañero de Ginóbili en San Antonio en la temporada 2002-2003, en la que ganaron el anillo, decía lo siguiente:

«Manu entrará en el Salón de la Fama pronto. Es uno de los jugadores más especiales que han pasado por la liga, además de un gran compañero».

Otra figura reconocida en el mundo NBA, Gregg Popovich, quien ha dirigido a Ginóbili durante 15 años, expresaba su deseo por mantener al argentino en su plantilla lo máximo posible:

«No quiero que se retire nunca. Quiero exprimirle al máximo y lo voy a usar como una pastilla de jabón hasta que no quede nada».

Con 39 años a sus espaldas pocos pueden presumir de seguir siendo tan queridos por compañeros y aficionados, pero así es el fenómeno Ginóbili, y esperamos que lo siga siendo durante algunos años más.