Nikola Jokic, un jugador diferente
El pivot serbio, candidato y máximo favorito al MIP
La noche del jueves 26 de junio de 2014 cambió la vida a un joven pivot serbio hasta ahora desconocido, incluso a nivel europeo, llamado Nikola Jokic.
Dicha noche, en el Barclays Center de Brooklyn, había una gran expectación ya que la prensa especializada había considerado dicho draft como el mejor desde hacía muchos años. Razones no faltaban, ya que se presentaban a la elección futuras estrellas de la talla de Andrew Wiggins, Jabari Parker, Joel Embiid, Aaron Gordon, Marcus Smart o Julius Randle, que por diferentes razones (en algunos casos, lesiones importantes), no han rendido a día de hoy a la altura de las expectativas.
Denver Nuggets, sin duda el equipo que mejor uso hace del scouting internacional en gran medida gracias a Arturas Karnisovas, máximo responsable de dicho apartado, gran conocedor del baloncesto europeo y hoy vicepresidente y ayudante del director general Tim Connelly, había elegido en el puesto 41 a un chaval de 19 años llamado Nikola Jokic que empezaba a despuntar en el desconocido Mega Mizura de la Liga Adriática.
Se trataba de un jugador alto, desgarbado, poco atlético y con algo de sobrepeso, pero con mucho talento y unas grandes condiciones técnicas para la práctica del baloncesto.
Los de Denver decidieron mantenerlo al menos un año en Europa y apostaron por Jusuf Nurkic, otro pivot dominante elegido con el nº 16 en el mismo draft por Chicago Bulls y traspasado a los Nuggets esa misma noche junto a Gary Harris.
En la temporada 2014-15 siguió jugando en el Mega Misura, con el que hizo una gran campaña, llamando la atención de los grandes equipos europeos.
Dicen que fue su hermano Strahinja el que le hizo cambiar su estilo de vida, empezó a comer más sano (era adicto a los Börek, un pastel de queso de origen turco, y a la Coca Cola, de la que bebía dos litros diarios), adelgazó, mejoró físicamente (las pesas y el gimnasio hicieron el resto) y se convirtió en el MVP de la Liga Adriática. Misko Raznatovic, su agente, contó que en dicha campaña Nikola Jokic estuvo cerca de firmar con el FC Barcelona.
“Le siguieron mucho tiempo, vinieron para las negociaciones finales y vieron un partido en Sremska Mitrovica. Antes del encuentro, casi habíamos acordado las condiciones del traspaso. Esa noche, Nikola jugó su peor partido con el Mega Leks y el Barcelona se tomó un tiempo”.
Visto este panorama (si hubiera firmado por el FC Barcelona hubiera sido muy complicada su incorporación a corto plazo por las cláusulas anti NBA), Karnisovas decidió no seguir esperando e integrarlo de inmediato a la disciplina de los Denver Nuggets, firmándole un contrato por cuatro años, hasta la temporada 2018-19, el último año no garantizado.
En su primera campaña como profesional el Joker promedió 10 puntos, 7 rebotes y 2.4 asistencias por partido, con un 51% en tiros de campo y un 33% en triples en sólo 21 minutos de juego, que le supusieron a la postre quedar tercero en la votación de rookie del año, siendo elegido en el mejor quinteto de novatos de la temporada.
Pero lo más importante de su debut fue la sensación que dejó entre los aficionados de que estábamos ante un jugador diferente, muy lejos del concepto de pivot dominante tradicional (hoy en día en extinción), un jugador con ritmo, versatilidad, capaz de correr al contraataque, botar y pasar el balón como un base y con un buen tiro exterior.
Sin embargo, la presente temporada, a punto de finalizar la regular season, está siendo sin duda la de su explosión.
Tuvo unos comienzos titubeantes, en los que Mike Malone optó por alinearle de «4» junto a Jusuf Nurkic e incluso le dejó, al no rendir junto a la bestia bosnia, fuera del cinco inicial, promediando unos pobres 8,6 puntos, 6,2 rebotes y 3 asistencias por partido en los meses de octubre y noviembre.
Sin embargo, desde que el cuerpo técnico le dio la titularidad (a partir del 15 de diciembre) y la gerencia le respaldó con el traspaso de Nurkic a Portland Trail Blazers, Jokic ha dado un impresionante salto de calidad, subiendo en diciembre hasta los 17 puntos, 8,9 rebotes y 4,9 asistencias y cerrando enero con números de estrella, 23,9 puntos, 11,1 rebotes y 4,9 asistencias.
Dichas estadísticas se han ido manteniendo en los meses posteriores, promediando desde el partido de las estrellas 17,4 puntos, 11,9 rebotes y 6,2 asistencias y además logrando en dicho intervalo seis triples dobles, algo inusual para un pivot, siendo el que más ha conseguido en una campaña desde la temporada 1985/86.
Así mismo, en la presente temporada Nikola Jokic tiene el 9º mejor PER (player efficiency rating) de la Liga, con un promedio de 26,42 (por cierto el mejor de la historia de los Denver Nuggets). Es muy importante este dato, ya que valora el rendimiento del jugador en ambos lados de la cancha.
Aparte de sus grandes números a nivel individual, lo más importante es que ha transformado ofensivamente al equipo, que promedia desde enero 115,4 puntos, convirtiendo a Denver Nuggets en la mejor escuadra de la NBA en este apartado.
Nikola Jokic se ha convertido en la piedra angular del ataque de los del Pepsi Center, dirige la ofensiva de su equipo desde la parte alta de la pintura, desde donde consigue cerrar sobre él a la defensa rival, generando muchos espacios para su frontcourt, en el que tanto Wilson Chandler como Danilo Gallinari están consiguiendo los mejores números de su ya dilatada carrera.
Al mismo tiempo, sale con el balón controlado hasta la línea de tres puntos, en la que promedia un 33% de efectividad (porcentaje muy alto para un center), sacando al pivot rival de la zona y dejando espacios para que corten la misma con gran efectividad sus escoltas, entre los que están destacando de manera especial Gary Harris (no sabemos dónde tiene su techo) y el novato Jamal Murray.
Por otro lado, en la línea del añorado Arvydas Sabonis, interpreta, crea y distribuye el juego, Su altura le permite usar ángulos que no puede tener un playmaker normal, destacando sus increíbles asistencias y descargando de trabajo a sus bases, el ya veterano Jameer Nelson (muy buena su temporada) y los noveles Emmanuel Mudiay y el anteriormente nombrado Jamal Murray.
Por si no fuera poco, también tenemos que destacar lo bien que interpreta el pick&roll, algo que llama la atención en un jugador poco atlético como el serbio, pero que es capaz de hacer la pantalla y correr hacia el aro rival como si de un alero se tratara.
Si consigue mejorar en defensa, es algo lento en esta faceta y está aún falto de musculatura para defender a pívots muy físicos como Howard o Andre Drummond, estaremos hablando de un futuro All-Star; pero lo que es indiscutible es que a día de hoy se ha convertido en el jugador franquicia (con sólo 21 años) de unos Denver Nuggets dispuestos a dar mucha guerra en los próximos años.
Si los de Colorado consiguen mantener su bloque, hacer progresar a hombres como Harris, Murray o Mudiay y rodear a Jokic de buenos tiradores exteriores, puede ser un equipo contender en los próximos años.
Sin duda, Nikola Jokic ha llegado a la élite del baloncesto para quedarse y Denver debe construir sobre él.