Análisis de temporada 2016-17: Philadelphia 76ers
Un año más confiando en el proceso
Los fuertes cimientos del proceso se asientan en Philly
Otro año más, nuevas caras. Así se presentaba la temporada 2016-2017 para unos Philadelphia 76ers que querían más, aunque con un objetivo claro: no hablar de Playoffs. Pero, ¿por qué no con todos sanos? eso es lo que la temporada de los de Brett Brown nos ha dejado: sabor de algo más, y pronto.
Para muchos esta temporada de los Sixers ha sido un completo éxito, salvo en el tema contractual de sus jugadores. Ampliando la información, los Sixers no han podido contar ni con Bayless, ni con Simmons; y les faltó la ayuda final de Embiid a final de temporada debido a una lesión en la rodilla. Seguro que con este, los Sixers hubieran estado peleando las 41-42 W suficientes para conseguir una octava y barata plaza en el Este.
Hay algunos fans a los que no les importa que la franquicia se haya perdido los Playoffs de la NBA cinco temporadas seguidas. Nosotros, donde me incluyo, tomamos una visión a largo plazo, mirando lo que el equipo está tratando de construir.
Pero el pasado ya queda muy atrás, y en Philadelphia no nos acostumbramos nunca a un ambiente retrógrada, con decenas de chicos con oportunidades todos los años. Ahora bien, la poca participación del camerunés este año va restando contratos «bajos» dada su alta actividad, por lo que más pronto que tarde Colangelo le tendrá que ofrecer un súper sueldo.
Ben Simmons, que ostenta el contrato mejor pagado jamás conocido por un rookie en la NBA, no ha jugado ni un minuto de Regular Season, ya que desde las oficinas no se busca dañar más el plan pro tanking que se ha ejercido en un tramo final de campaña en la que Shawn Long y Justin Harper (jugadores de zona provenientes de la D-League) han ocupado minutos, aunque con sorprendentes resultados.
Otros fans probablemente piensen que en cinco temporadas de derrotas, hacer una fuerte proposición de alcanzar playoffs sería una buena muestra de que las cosas están yendo por el camino correcto. Por lo tanto para éstos ha sido un completo fracaso, comenzando por la elección de Bryan Colangelo como jefe supremo en las oficinas, después de que su padre Jerry Sr. ayudara gracias a la NBA un rápido despido o presión sobre Sam Hinkie, que ha conseguido mucho de lo que hoy en día es la entidad, y la posición que ocupa.
Los informes médicos que no se extienden, la poca popularidad de un GM que ha sabido llenar más su bolsillo que las vitrinas de los clubes donde ha comandado; la repentina lesión de Simmons, sin duda un posible baluarte para los Sixers en esta pasada temporada y la venta de Nerlens Noel justo en el deadline sirven de precedentes a los que esta temporada ha sido nefasta.
Aunque para unos y para otros, todos tenemos claro que esta temporada ha sido divertida para el espectador. Hablando en números, los Sixers del pasado año han sido mejores Sixers en ataque (103.2 valoracion ofensiva) de las últimas cinco temporadas. Y se ha mantenido sobre las mismas cifras de los últimos años en cuanto a calidad defensiva.
El equipo terminó la campaña 2016-17 con un récord de 28-54 con lo que representa una mejora de 18 partidos respecto a la pasada temporada, pero incluso así, aún tenían la cuarta peor marca de la liga, siendo penúltimos la divisón Atlántico, y estando a 13 partidos de Miami Heat y Chicago Bulls.
Sí, esta es la realidad aunque todo pinte mejor que hace tres años, sobre todo porque se ha conseguido crear un núcleo muy sólido si las lesiones son puestas a un lado en el momento de la verdad. Se puede comenzar a argumentar que con unos movimientos certeros en la agencia libre de este verano, valiéndose de el escaparate de la postemporada, los Sixers pueden optar a una plaza en Playoffs, mientras que continuarían la reconstrucción, pero ahora a pasos más agigantados.
En muchos aspectos, esta temporada ha sido y seguirá siendo hasta que empiece la otra, muy diferente para los Sixers en comparación con las tres anteriores confiando en el proceso.
Después de tres temporadas seguidas de 19, 18 y 10 victorias que fueron acumuladas, no importaba tanto la cualidad del jugador a elegir aprovechando ese alto pick. No importaba la posición o el tipo de juego, sólo se buscaba hallar a la mejor promesa, la más completa.
Los Sixers pueden estar en la mejor posición nunca antes vista en la franquicia del estado de Pensilvania, ya que Hinkie se encargó de darle la oportunidad al primer equipo que comandó como GM de conseguir la selección de Lakers (top-3 protected), y la oportunidad de intercambiar su pick con Sacramento Kings si es conveniente. Esto podría colocar el nombre de Philadelphia 76ers dos veces entre los cinco primeros equipos a elegir. Y los Sixers necesitan elegir a tiradores, para amoldarse al nuevo estilo NBA. Ahora es el momento de atender las necesidades, y es evidente cuales son.
Es un buen momento para sacar conclusiones, y poner notas a cada uno de los que han hecho posible la mejoría. Quizás falló sacar más por algún trade que otro, o que jugadores veteranos estuvieran presentes o dieran la cara arrancándose las últimas bocanadas de potencial válido. La temporada de los Sixers no ha hecho más que llegar casi a su punto álgido, y veremos que rumbo toma la franquicia la noche del draft, que se prevé movidita.
A continuación, detallaremos para nosotros quienes fueron los tres nombres destacados de este último año.
TJ McConnell: El tapado de lujo
McConnell ha sido uno de los jugadores que más progreso ha experimentado la presente temporada. El base undrafted ha superado en la rotación a todo un MVP de la Euroliga como Sergio Rodríguez.
McConnell cogió las riendas del equipo en el mes de diciembre y le bastó un solo partido para reivindicarse. El equipo comenzó a jugar mejor y, sobre todo, a ganar partidos. En su primer partido de titular se quedó a una asistencia del triple doble en la victoria ante Pistons. A partir de ahí, no necesitó demasiados minutos para ganarse la confianza de Brett Brown.
A principios de enero encadenó grandes actuaciones, promediando más de 9 asistencias durante dicho mes. Logró más de 10 asistencias en seis de los catorce encuentros disputados en enero.
McConnell destacó en el apartado defensivo, pese a que nunca había sido su fuerte. Fue un incordio para la mayoría de sus rivales, y logró tres o más robos en diecinueve partidos. Además, llegó a tomar los balones más calientes con seguridad. Todavía recordamos su media vuelta ante ‘Melo Anthony para vencer a New York Knicks sobre la bocina o su canasta contra Orlando Magic. El hecho de recibir una oferta de Cavs, indica cuánto progreso ha experimentado a nivel de juego y prestaciones. Esperamos grandes cosas del joven base de Arizona State.
Joel Embiid: ¿Por qué parpadean las estrellas?
Él ha sido, sin lugar a dudas, el nombre propio de esta temporada Sixer.
En los tan solo 31 partidos que disputó, arrojó un enorme rayo de esperanza a los aficionados de Philadelphia, que saben que tienen entre manos a un jugador especial. Tras dos años sin poder jugar, en su primera temporada ha promediado 20,2 puntos y 7,9 rebotes en apenas 25,4 minutos por noche. Sólo los pocos encuentros disputados le van a poder privar de un galardón al novato del año que habría ganado de calle.
Comenzó la temporada dejando prueba de su gran talento como baloncestista, pero sin que los resultados acompañasen. Conforme empezó a subir el nivel, los partidos se fueron ganando y llenando de positividad a la ciudad de Philadelphia.
Mejorando a cada partido que ha disputado, su momento de auge llegó justo antes de lesionarse, en el mes de enero, donde cosecharon un récord de 10 victorias y tan sólo 5 derrotas. En aquellos momentos llegó a verse en Joel Embiid un claro candidato a entrar en el quinteto titular del Este para el partido del las estrellas, visto el impacto y el nivel que estaba mostrando. Sin duda el camerunés es carne de All-Star si su cuerpo se lo permite.
No obstante, una lesión en el menisco lo dejó fuera en febrero, en un principio para unos días, después para unas semanas, hasta que finalmente se confirmó que no volveríamos a verlo jugar en toda la temporada. Desde entonces, Embiid ha estado trabajando duro para intentar volver a cancha lo antes posible, y poder ayudar a su equipo desde dentro.
Desde fuera también se ha mostrado como un hombre de equipo, siendo una de las voces que reclaman el galardón al novato del año para su compañero Dario Saric en vez de para sí mismo. Un jugador con movimientos en el poste bajo que recuerdan (salvando las distancias) a Hakeem Olajuwon, capaz de abrir el campo con un gran tiro de tres, y con un liderazgo e impacto en el juego nada comunes para su edad. Es sin lugar a dudas el pilar sobre quien, si le respetan las lesiones, se basará el futuro Sixer.
Dario Saric: Sitio reservado para el novato del año
Para comenzar, tenemos que aclarar que hay dos partes en el año rookie de Dario Saric: una antes y otra después de la llegada de Ersan Ilyasova.
Saric comenzó el año adaptándose a una nueva liga, compañeros y sistema de juego, aunque fue lanzado en el primer partido de liga a la alineación titular. Saric se benefició de la llegada de Ilyasova por Jerami Grant, lo que le ayudó al croata a salir desde la segunda línea, sin tanta presión, y con la mentalidad de hacer daño a sus rivales.
Una vez que los Sixers decidieron mandar a Ilyasova a los Atlanta Hawks antes del deadline, Saric se puso el equipo a la espalda ante la ausencia de Joel Embiid. The Homie Dario promedió 17.3 puntos, 7.3 rebotes y 3.4 asistencias en 30.4 minutos en 25 partidos tras el All-Star. Saric ganó el premio del novato del mes en febrero y marzo, por lo que sería una sorpresa notoria que no lo congratularan con el ROY de esta temporada, aunque la participación de Brogdon en la primera ronda de los Playoffs y a la ausencia final de Dario Saric, hace que pongamos esto en entredicho.
El próximo año, la mejoría en el tiro servirá para que pueda llevar su juego a otro nivel, ya que esta temporada empezó a adquirir rutina al lanzar de tres puntos. Siempre nos quedará viviente en la memoria el partido frente a Chicago Bulls donde anotó 32 puntos y capturó 10 rebotes.
Menciones especiales para…
- Jahlil Okafor: El potencial hecho pereza.
- Bryan Colangelo: Objeto de examen.
- Brett Brown: La paciencia es una virtud.
- Jerry Colangelo: La bestia.
- Timothé Luwawu-Cabarrot: El amigo que aparece con una botella cara.
- Justin Anderson: El botín.
OPINIÓN
Es la primera vez en muchos años que acabo satisfecho con esta temporada, con el rendimiento del equipo actual, y satisfecho con la labor hecha desde los despachos, ya que el trade por Justin Anderson se justifica solo.
Este año ha sido justamente un año lleno de emociones, en las que a veces se encontraban en lo alto de la montaña rusa pero podían caer en picado en cuestión de horas. Joel Embiid nos hizo soñar con ver a los nuestros en la postemporada, una palabra que ya casi habíamos borrado de nuestro vocabulario.
Lo más positivo que deja la temporada, al menos en mi caso, es la mentalidad competitiva que se está adoptando en este equipo. No bajar los brazos, agachar el culo y llevar a equipos como Warriors o Cavs a sacar las castañas del fuego.
Estos últimos años han sido duros y no tengo ninguna duda de que el siguiente los aficionados tendremos nuestra merecida recompensa. Veremos si Bryan Colangelo firma a agentes libres de calidad este próximo verano para que esta entidad reciba el peso que siempre ha poseído dentro de esta liga.
