Warriors, si vais a ganar así, tomad ya el anillo

Golden State ganó a San Antonio de la peor manera posible

La lesión de Kawhi Leonard cambió el signo del partido. Fuente: Marc Runyon (CC)
La lesión de Kawhi Leonard cambió el signo del partido. Fuente: Marc Runyon (CC)

Este no es el baloncesto que nosotros queremos ver. Vi hace varios meses a uno de los mejores jugadores de la conferencia Oeste unirse al mejor equipo de la misma, pero no quise decir nada. Llevo viendo tanto tiempo que ya no es contable cómo Draymond Green ha dado patadas a todo jugador que se le ha puesto delante, pero no he querido decir nada. Llevo viendo cómo Kevin Durant actúa con soberbia en cada situación que se le presenta, pero no he querido decir nada. Pero lo que pasó ayer en una cancha de baloncesto no fue ni medio normal, y ayer pudimos verlo en las expresiones de los jugadores de los San Antonio Spurs, superados por las circunstancias. Esto va a se un artículo de opinión que no va a gustar a mucha gente, pero antes de ello, dos cosas: estoy seguro de que no soy el único que opina así y, ante todo, esto que van a leer no es más que una opinión.

Los Golden State Warriors tienen la mejor plantilla de la NBA, y eso es un hecho. Son los mejores. Con esa plantilla y ese entrenador, no deberían haber perdido ni un solo partido este año. Stephen Curry (MVP en 2015 y 2016), Klay Thompson, Draymond Green y Kevin Durant (MVP en 2014) son cuatro jugadores que, en un solo equipo, están obligados a ganar el anillo sin despeinarse. Están «obligados», no tienen excusas. Nunca hemos visto un big four con jugadores tan buenos, ni siquiera a los Boston Celtics del año 2008. Pero ayer demostraron que no eran invencibles.

Yo vi cómo David Stern vetaba el traspaso de Chris Paul a los Ángeles Lakers por «razones baloncestísticas», imagínense. ¿Al aficionado medio realmente le gusta este tipo de competición? El aficionado medio, por fin, pudo ver ayer como un equipo de mucho talento y, sobre todo, mucha entereza, plantaba cara al «mejor equipo de la historia». Incluso con su base titular lesionado, que lleva siendo su base titular durante casi 16 años, se ponían con una ventaja de 20 puntos al descanso, dominando tanto en defensa como en ataque. Ese equipo son los San Antonio Spurs, equipo que ayer dio una lección al mundo del baloncesto, y que se debe sentir orgulloso de lo que hizo ayer a pesar de la derrota.

De ningún modo quiero desprestigiar ni a Kevin Durant, ni a Stephen Curry ni a ninguno más, ya que estos no hacen más que ejercer su profesión como cualquier otra persona, y quieren hacerlo de la mejor manera posible, pero lo que pasó ayer debe servir como punto de inflexión. Con 7:53 minutos del tercer cuarto, con el partido más que encarrilado para los tejanos, ocurre esto. No quiero emitir ninguna palabra acerca de este hecho, quiero que primero juzguen ustedes mismos:

Este señor, JUGADOR DE BALONCESTO, se llama Zaza Pachulia. El otro, su compañero de trabajo, se llama Kawhi Leonard. Kawhi, con una plantilla bastante por debajo respecto a la del primero, está dando una exhibición de baloncesto, de baloncesto en equipo, de baloncesto que se gana desde atrás ante el más fuerte en su propia casa. Baloncesto que se gana con 12 señores aportando cada uno lo que puede, cargándose al gigante por más de 20 puntos. Al equipo de los aliados, de los mejores. Ellos no necesitan ganar así, y todo el mundo lo sabe. ¿No son los mejores? ¿No son «el mejor equipo de la historia»?

Los San Antonio Spurs, tras este hecho, comenzaron a perder su ventaja. Perdieron la ventaja de la que gozaban y, finalmente, acabaron perdiendo el partido. Permítanme que les exponga: ¿Qué le haces a Zaza Pachulia? ¿Lo sancionas? La situación es la siguiente. El peor jugador del quinteto de los Golden State Warriors lesiona a la única esperanza del rival para ganar al mejor equipo, ¿sancionas a los demás para que la cosa esté igualada? ¿Sancionas a los buenos para que los Spurs no salgan perjudicados? Zaza Pachulia, ¿tú sabes la impotencia que deben sentir los San Antonio Spurs, tus compañeros de trabajo, ahora mismo? ¿Tú sabes lo que debe sentir Jonnathon Simmons, un jugador que el hace un par de años jugaba en D-League, ve cómo jugadores del calado de Manu Ginóbili ven escapar sus opciones de anillo? ¿Sabes lo que debe sentir Gregg Popovich, un entrenador al que le han lesionado a su mejor jugador, al eje de su equipo en los dos lados de la cancha? Zaza, tú eras consciente de lo que hacías.

Ayer vi cómo un equipo que estaba ganando justamente perdía tal ventaja por éste hecho. Ayer vi a Manu Ginobili, a LaMarcus Aldridge, a Danny Green y a sus compañeros luchar contra la adversidad, pero toparse con el durísimo muro de la impotencia. Me enseñaron de pequeño a jugar un baloncesto limpio, un baloncesto equilibrado, un baloncesto donde no necesitas unirte a tu rival para ganar y, sobre todo, un baloncesto donde no necesitas lesionar a un rival para ganar un partido. Aprendí en el patio del recreo cómo te enfrentabas a los mejores, a los invencibles, a los inmaculados, y déjenme decirles una cosa: ¡les vencías! Les ganabas. ¿Cómo? ¡Jugando al baloncesto!

Zaza Pachulia, como bien dice el tweet: te has cargado la eliminatoria. Te has cargado una eliminatoria que iba a pasar a la historia. Ahora también pasará a la historia, pero no por razones baloncestísticas. Pero no se sorprendan, esto tan solo es el detonante de toda una temporada. Y no se sorprendan, pues no es la primera vez que pasa.

Golden State Warriors, podría podría decir más cosas que cómo a mí, nos defraudan a todos los aficionados que no tenemos de 14 años para abajo y llevamos en este mundo más tiempo que vosotros, gracias a Dios. También me dirijo, sin embargo, a todos los aficionados de los Warriors que no son aficionados de éstas características: ¿realmente queréis ganar así? ¿Realmente habéis celebrado esta victoria? ¿Vuestro equipo ganó ayer al baloncesto?

San Antonio Spurs, debéis estar orgullosos de lo que hicisteis ayer. Sin vuestra estrella, luchando hasta el final. Nos quedamos con la actitud de Manu Ginóbili, tirando del equipo hasta el final con 39 años. Nos quedamos con la actitud de Jonathon Simmons y Kyle Anderson, que a pesar de no llevar mucho en el equipo, han mostrado que son más Spurs que cualquiera. Nos quedamos con la actitud de LaMarcus Aldridge, que tiró el último triple a pesar de no ser un triplista, y que previamente había mantenido las opciones de ganar. Nos quedamos con la actitud de Greg Popovich, que creyó en la victoria jugando con una plantilla muy por debajo que la plantilla rival. Para mucha gente, sois los verdaderos ganadores de anoche. Para mucha gente, habéis demostrado algo que, para mucha gente, vale más que mil anillos: si ninguna dificultad te amedrenta, puedes ganar a los mejores.

Sólo nos queda rezar, rezar por la recuperación de Kawhi. Rezar por una eliminatoria en igualdad de condiciones, sin ser adulterada por el jugador con mal perder de turno. ¿Queréis vuestro anillo? Si las condiciones del juego son éstas, podéis llevaros el título. Los aficionados de la NBA no queremos esto.

Y espérense que los San Antonio Spurs, tan mermados como están, no pongan en serios aprietos a los Warriors.