Análisis de temporada 2016-17: Orlando Magic
Los de Central Florida y otro año en la nada

Muchas fueron las esperanzas en Orlando tras la llegada como entrenador de Frank Vogel tras su ida de los Pacers, es que su labor como entrenador en jefe del equipo en Indiana fue por demás satisfactorio, incluida finales de conferencia ante el Heat de LeBron y Wade y una cultura de juego con agresividad defensiva que se buscaba en Orlando. Eso, más la llegada de jugadores como Ibaka y Biyombo (de grandes playoffs 2016) encendían una mecha de ilusión que se apagó rápidamente.

Y esa ilusión se apagó porque ya desde los escritorios se diagramó el roster, que desde luego, es lo más importante del juego. Serge Ibaka es un jugador de garantías defensivas, pero su costo fue alto, al entregar al Thunder a Victor Oladipo y Domantas Sabonis, selección de Orlando en el último Draft, por el congoleño que ya no forma parte de las filas del equipo, algo esperable teniendo en cuenta que su contrato finaliza a fin de temporada. Fortaleza en la zona pintada pero se dejó de lado la faz ofensiva casi en su totalidad. Ritmo de ataque bajó, y con jugadores en su mayoría sin velocidad de piernas, el equipo padeció las transiciones ataque – defensa, siendo una de las grandes carencias en la estructura de juego.
Y hablamos de la faz ofensiva porque la primer arma de ataque fue Evan Fournier, ocupando ese rol en lugar de Vucevic, que este año vio sus minutos disminuidos por las llegadas de Ibaka y Biyombo, sumado a su poca consistencia defensiva, clave en Vogel. Pero Fournier como se suponía, no llevó ese papel de ser la primera opción en ataque como se debe y ese lugar fue repartido, hasta que Elfrid Payton tomó su lugar definitivamente y fue el eje de esa ofensiva, alcanzando buenos números, pero también generando juego, lo fundamental en el base.

Pero no solo de ataque y defensa se limita lo que pueda analizar en el Magic, por caso, el desarrollo de sus jóvenes jugadores, otra de las razones para la cual se contrató a Frank Vogel, no fue lograda y en este punto podría plantearse otro gran fracaso en el equipo. Aaron Gordon, Mario Hezonja y en menor medida, el mismo Payton, aun siguen sin tener su lugar en el quinteto titular como inamovibles, no que hablar la ida de Oladipo, segunda selección en el draft 2013, utilizado como moneda de cambio. En interrogante se plantea si nadie en el Magic confía o confió plenamente en ellos o en verdad no son tan buenos prospectos como parecen. De ser cierta esta ultima opción, ya estaríamos hablando de problemas en el scout de jugadores. Lo cierto es que el proyecto de Orlando con selecciones altas de draft no esta viendo sus frutos y no sería descabellado ver a varios de ellos siendo traspasados, tirando por tierra lo planificado hace cinco años.
Desde la gerencia, los errores no tardaron en llegar y la decisión de traer a Ibaka, no solo retrasó el desarrolló como ala pivote de Gordon, haciendolo jugar más de la mitad de la temporada como alero, donde además de no ser su posición, lo hizo ser reelegado muchas veces al banquillo. Esa llegada de Ibaka, con la ida de Oladipo supuso, desde nuestro punto de vista uno de los errores más graves. Oladipo, jugador titular, con capacidad atlética, con potencial a considerar, de estilo anotador y con buen entendimiento en el backcourt con Payton, sumado a su gran compromiso con la ciudad. Y desde acá, dejando ir a uno de los proyectos para conformar el equipo con jóvenes jugadores, trayendo a un veterano de ultimo año de contrato, con la cantidad de dudas que eso suponía, nunca iba a tener buenos frutos, más con la falta de un equipo atrás que brinde garantías.

Mención para Vogel. Es que acaso él nunca pudo implementar su filosofía de juego y acá, él es el máximo responsable. Multiples quintetos titulares, cambios de roles en jugadores y de posiciones en la cancha no naturales para ellos. Payton, Vucevic, Gordon, son los tres ejemplos claros de las dudas del entrenador, jugadores que empezaron puntos abajo en la escala de consideración, y que por diversas razones terminaron la temporada como titulares. En muchos pasajes de la temporada se veía a un Vogel perdido, con el equipo sin una idea de juego definida y ese camino. Vogel, dio el visto bueno para llegada de refuerzos, y descalibró a un equipo carente de ataque apostando todo al juego de defensa, que se caía de maduro que en un año, y más siendo un equipo en formación, no iba a lograr una disciplina consisten. El resultado fue claramente dilapidar una posibilidad de playoffs, pero no focalizando solo en eso, lo que es peor, elección mala de jugadores que en ningún momento del año demostró un mínimo de ideas a la hora de esa agresividad defensiva, bandera de batalla del entrenador.
Lo más importante de la temporada sucedió fuera de las pistas. Lamentablemente lo del Magic en lo que respecta al juego fue tan bajo de lo esperado que quizás lo más destacado fue día siguiente de terminar la temporada regular. El despido del GM Rob Hennigan era un secreto a voces y se confirmó a mediados del mes pasado. No hace falta enumerar la cantidad de errores cometidos a lo largo de estos años, pero lo que si sabe es que si en cinco años te contrataron para armar un equipo con jóvenes, que sea consistente a futuro, y si ninguno de esos jóvenes no terminó de afianzarse dentro del equipo y mucho menos tener un equipo con garantías de estabilidad, definitivamente tu labor fue negativa y el tiempo ya se transformó en un enemigo. El Magic destituyó al artífice principal de este fracaso y ahora el recomienzo esta otra vez en primera plana.
Cinco años, 4 entrenadores, elecciones de draft con buen potencial no desarrolladas plenamente, malas contrataciones de jugadores, falta de coherencia en directiva, no apostar fuerte en la Agencia libre, no definir un estilo de juego predilecto a partir del cual seleccionar al entrenador adecuado en base a los jugadores de la franquicia traen como resultado un nuevo año sin playoffs y baja clasificación en la tabla del Este, sin rumbos en concreto y con un futuro que nadie sabe que camino esta por tomar. Todo ello hace de un cúmulo de razones bajo las cuales el Magic tiró por la borda otro año
PUNTOS A DESTACAR
Elfrid Payton:

Relegado al banquillo durante la primer de temporada ante los cambios constantes de jugadores y forma de juego, impuso su calidad en el tramo final del año. Triples dobles, buena administración de juego y capacidad de defensa. Con la ida de Victor Oladipo y la falta de consistencia de Nik Vucevic, hicieron de Payton, el nuevo líder del equipo dentro del campo de juego. Con tres temporadas en la franquicia, aun siendo jóven tiene el impacto, dentro de lo que es el equipo, como para erigirse en ese liderazgo necesario en todo equipo. Con mucho aun para dar, y dentro de lo que es un núcleo de jugadores jóvenes en su mayoría, la próxima temporada podría ser la consolidación definitiva de Elfrid.
Falta de sistema de juego:
Es por cierto, lo más importante a la hora de pensar en un proyecto, sin importar si es a corto o a largo plazo. No estaba en discusión ni mucho menos se esperaba que Frank Vogel plasme un estilo en solo un mes de pretemporada. Lo preocupante es que en los cinco meses y medio que dura la temporada regular, nunca se vio algo claro sobre la pista, y si sumamos a la rotación constante de jugadores en el quinteto titular, las dudas serían aun mayores. Este punto es clave si se quiere respetar un planificación seria en la franquicia.
Aaron Gordon:

Perjudicado la mayor parte de la temporada a causa de la mala idea que tuvo el entrenador Vogel en hacerlo jugar de alero para así poder jugar con dos hombres grandes en la pintura, luego de la ida de Ibaka a Toronto, tomó su puesto de ala pivote original en el quinteto titular y sus números fueron en ascenso. Fue quizás lo mejor que se vio de Gordon en sus temporadas como profesional. Ya sin problemas de lesiones y con su lugar, aparentemente ganado, muchas de las esperanzas de la franquicia se centran en el desarrollo definitivo de este jugador que posee gran capacidad atlética y mucha habilidad para generar sus jugadas en la llave. No por algo cuando fue seleccionado en el 2014 lo compararon con Blake Griffin.
OPINIÓN

Que decir sobre el Magic, que un proyecto deportivo trazado hace cinco años nunca tuvo un mínimo de consolidación. Fue en este ultimo año que con la llegada como entrenador de Frank Vogel , se creia que el nivel de los jugadores, al contar con un head coach de renombre, se elevaría. Pero nada de ello sucedió. La franquicia perdió su rumbo y ya sin su presidente de operaciones de básquet buscan la renovación total. Ciertamente el futuro del equipo es muy incierto, por saber quien será su GM y que planificación tendrá consigo, es casi un hecho que un nuevo año de transición tendrá lugar en Central Florida. Buscando consolidar jugadores y obtener algún traspaso quedará en segundo plano. Lo más importante ahora es buscar un proyecto global y por sobre todo saber a que se quiere jugar en Orlando, principios de baloncesto a trazar y a partir de allí mirar con optimismo. Ya se han perdido cinco años y fue lo mejor destituir a Hennigan. Resta ahora confiar en la directiva y que marquen un camino para que el Magic vuelva competir en lo alto de la Conferencia.