¿Visitarán Kerr y los Warriors la Casa Blanca?

Como es tradición, los ganadores de la NBA visitan cada año la mansión del presidente de los Estados Unidos. Esta práctica se extiende a otros deportes, como el fútbol americano. Los vigentes campeones de la SuperBowl, los New England Patriots, ya realizaron la rutinaria visita a la Casa Blanca, aunque solo lo hicieron 34 de sus 53 miembros, alegando muchos discrepancias políticas.

Este año, el gobernador estadounidense es el republicano Donald Trump. Su discurso, machista, misógino, racista y xenófobo, no es del agrado de la mayoría de componentes de la NBA, hecho que se ha visto reflejado en numerosas declaraciones, tanto de jugadores como de entrenadores.

«El entrenador de hoy en día tiene que ser bastante más comunicativo, flexible, consciente, concienzudo y todas esas cosas», dijo esta primavera Steve Kerr. «Sinceramente, creo que es por eso por lo que Trump no podría ser más mal-adaptado para la presidencia, porque es un bocazas».

La verdad es que Kerr ha sido siempre muy crítico con las políticas extranjeras norteamericanas. El entrenador ha calificado de «horrible» la prohibición de vuelo a los Estados Unidos de ciudadanos de Oriente Medio, prohibición impuesta por Trump.

«Estamos yendo contra lo que realmemte es este país», declaraba Kerr en enero. «Y crear miedo es una mala manera para llevarlo».

Kerr, al igual que su mentor Gregg Popovich, se ha convertido en una voz a tener en cuenta en temas tanto políticos como sociales, especialmente estos últimos dos años. De hecho, durante la visita de los Warriors a la Casa Blanca en febrero de 2016, tras proclamarse campeones de la NBA meses antes, aprovechó para felicitar al entonces presidente Barack Obama por sus políticas a favor de la regulación de las armas.

Como todo, esto tiene su porqué. Kerr nacido en Beirut, tenía a su familia (de origen estadounidense) en dicho país. En 1984, cuando contaba con 18 años, su padre fue asesinado a la salida de la Universidad Americana de Beirut, donde trabajaba. El grupo islamista radical Hezbolá se atribuyó los hechos del atentado horas más tarde, en una llamada al centro.

Pero no solo Kerr se ha posicionado en contra de Trump. Stephen Curry, superestrella del equipo, también ha tenido palabras hacia el presidente, y no muy agradables. Kevin Plank, CEO de Under Armour, la marca que patrocina a Curry, se refirió a Trump como un «real asset» (completo ricachón), a lo que Curry, preguntado más tarde por San Jose Mercury News acerca de dichas declaraciones, respondió diciendo que estaría completamente de acuerdo con la definición, siempre y cuando se eliminase ‘et’ de ‘asset’.

David West, ala-pívot de rotación en el equipo, declaró allá por enero que «todas las tácticas que usó (Trump) para ser elegido son las cosas que gente como yo, que trabaja con jóvenes, intenta que no acaben viéndolo como una forma de ser y de comportarse».

La organización del equipo ha declarado a la prensa que «Hoy es un día para celebrar el anillo. Aún no hemos recibido ninguna invitación para acudir a la Casa Blanca, pero esas decisiones las tomaremos cuando sea necesario», según relata el diario británico Independent, desmintiendo así los rumores iniciales que aseguraban que los Warriors no visitarían la mansión.

Sin nada confirmado, lo único seguro es que habrá jugadores a los que les cueste mucho tomar la decisión de visitar la nueva casa de Trump.