Giannis Antetokounmpo busca un escudero para reinar en la NBA
Malcolm Brogdon y Jabari Parker deben dar un paso adelante

Los Ángeles Lakers y los Philadelphia 76 sixers son algunos de los equipos, compuestos principalmente por jóvenes promesas, que se espera que mejoren según algunos de los analistas, e incluso sitúan al equipo del este en Playoffs después de un largo tiempo. Pero se han olvidado de la franquicia de Giannis Antetokounmpo, que este año puede dar un gran salto de calidad y subir puestos en la clasificación de la Conferencia Este.
Este equipo cuenta con el mejor novato del año pasado, con uno de los mejores jugadores de la liga que con únicamente 22 años ya ha disputado su primer partido de las estrellas y lideró a su franquicia en puntos, asistencias, rebotes, tapones y robos la temporada pasada. Pero no solo su presente es perfecto, ya que se espera que la próxima temporada, Giannis Antetokounmpo luché por el MVP. Además, cuentan con otro jugador que tiene un futuro prometedor, siempre y cuando consiga eliminar su problema con las lesiones.
La franquicia de Milwaukee espera que «el líder de la manada de los ciervos» siga mostrando el mismo nivel que la temporada pasada. Donde dio un golpe sobre la mesa de la mejor liga del mundo, demostrando que no solo tiene un futuro prometedor sino también un presente espectacular. Pero analicemos su trayectoria en la NBA.
El joven Giannis Antetokounmpo era seleccionado en el puesto número 15 del draft de la temporada 2013-2014, con únicamente 18 años. La franquicia del este de Norteamérica elegía a un jugador que arrancaba su carrera profesional en el Filathlitikos B.C., de la segunda división griega, donde promedió 9 puntos, 5 rebotes y 1,4 asistencias. Estos números no son bastantes destacables pero el jugador ya dejaba por aquel entonces destellos del nivel que actualmente esta teniendo.
Su primera temporada en la NBA fue similar en números a las desarrolladas en su antiguo equipo. Sus promedios fueron de 6,8 puntos/4,4 rebotes y 1,9 asistencias. Con esta primera toma de contacto con la liga, el alero logró formar parte del segundo mejor quinteto de los rookies de la liga. Tras este comienzo “discreto”, en su segunda temporada regular mejoró notablemente sus números, consiguiendo un promedio de 12,7 puntos/ 6,7 rebotes y 2,6 asistencias. Su mejoría tuvo una gran repercusión en su equipo, ya que los Bucks lograron el pase a los Playoffs, pero quedarón eliminados por los Bulls (4-2).
Durante su tercera temporada sus estadísticas siguieron en aumento llegando a los 16,9 puntos/ 7,7 rebotes y 4,3 asistencias. En esta ocasión el equipo de Milwaukee no consiguió clasificarse para Playoffs, pero si cabe resaltar que el jugador griego demostró su versatilidad jugando en todas las posiciones a lo largo de la temporada, dejando claro su gran dominio del juego.
La pasada temporada fue la de la explosión y la llegada al “olimpo”. Sus 22,9 puntos/8,8 rebotes y 5,4 asistencias le permitieron participar en su primer partido de las estrellas, donde fue el máximo anotador de su conferencia con 30 puntos. Pero no únicamente conseguía esta participación, también entraba en la historia de la NBA tras liderar en puntos, rebotes, asistencias, robos y tapones, a los Bucks. Esta situación solo la han conseguido realizar cuatro jugadores más (Dave Cowens, Scottie Pippen, Kevin Garnett Y LeBron James). A esto hay que sumarle que es el único jugador en toda la historia que se encontró entre los 20 mejores de las cinco categorías estadísticas de toda la NBA.
En la temporada 2017-2018 la estrella de Milwaukee se ha puesto como objetivo seguir mejorando y luchar por el premio del mejor jugador de la temporada regular, para ello su equipo debe dar un salto de calidad y estar entre las franquicias que copen la cima del Este.
Sin embargo, el “dios griego”, no puede ser la única solución a todos los problemas. Por lo tanto, el equipo necesita una segunda estrella que libere de tanta responsabilidad al jugador más importante de la franquicia y precisamente dentro de su propio equipo puede encontrarse este fiel “escudero”.
Jabari Parker puede ser esa incógnita que se despeje en la ecuación que permita a Antetokounmpo ser MVP y a los Bucks subir otro peldaño en la liga. Pero pese a que este jugador fue seleccionado en el segundo lugar del dratf de 2014 y que en la temporada 2015-2016 tuvo unos promedios de 20,1 puntos/6,2 rebotes y 2,8 asistencias esta futura estrella tiene un problema que le impide crecer, las lesiones.
Desde su primera temporada ha tenido esta complicación. En dicha ocasión fue una lesión en el ligamento cruzado anterior la que solo le permitió disputar 25 partidos en su temporada de rookie.
Es cierto que en su segundo año en la liga si pudo jugar todos los partidos, acabando esta con unos promedios de 14,1 puntos/5,2 rebotes y 1,7 asistencias. La siguiente temporada (2016-2017) se veía un progreso mayor en su juego, pero para desgracia de su franquicia, el jugador volvía a lesionarse del ligamento de la rodilla en un partido ante los Heat. Debido a este inconveniente el alero disputó 51 partidos promediando 20,1 puntos/6,2 rebotes y 2,8 asistencias. Esta última rotura del ligamento no le permitirá jugar en la temporada 2017-2018 hasta febrero.
Otro joven que debe dar un salto de calidad y un paso adelante asumiendo una mayor responsabilidad es Malcolm Brogdon, el rookie del año de la temporada 2016-2017. El joven base dejó unos números más que satisfactorios en su primera temporada, promediando 10,2 puntos/2,8 rebotes y 4,2 asistencias. Pero debe seguir progresando por el bien de su equipo y el suyo propio.
Jason Kidd, mejor que nadie, puede aconsejar y pulir a este diamante que posee en el equipo que el mismo entrena. Para llegar al objetivo también deben aportar su grano de arena, otros jugadores como Khris Middleton, Matthew Dellavedova, Greg Monroe, Tony Snell y el novato D. J. Wilson. Si se dan estas condiciones Giannis Antetoukoumpo podrá optar al premio de mejor jugador de la liga y en consecuencia, eso significara que los Bucks han conseguido llegar a la cima de su conferencia.