Elogio de Orgullo Celtic a Isaiah Thomas
Con casi un mes de margen, hoy recordamos la figura de Thomas.
Como cada año, el Agosto es un mes temido por los fans de la NBA. Seamos sinceros, es un coñazo si esperas ver basket. En Agosto nunca pasa NADA. Pero no cuando te gobierna Danny Ainge. Ahora, casi un mes después de uno de los trades más grandes de la historia moderna de la NBA. Ya vueltos de las vacaciones, queremos recordar a Isaiah Thomas y aquello que nos dio. Así pues queremos hablar de tres partidos en concreto que a los fans de los Celtics nos sobrecogieron. Entonces emprendemos ahora un viaje a través de la última temporada de Isaiah Thomas como Celtic.
Celtic desde el primer día.
Como en muchas ocasiones, la franquicia de Boston tiene una cierta facilidad de convertir a los pecadores. Antes fueron McHale o Pierce, jóvenes chavales enamorados de los Lakers. Pero no fue hasta llegar a Boston que entendieron que significaba eser un Celtic y la franquicia los transformó. Así llegaba Thomas, hijo de un fan laker que le había puesto el nombre de aquel personaje que más había odiado. Debido a una apuesta, claro, Thomas homenajearía siempre a Isiah. Pues así llegó Isaiah a Boston, pero todo pegó un vuelco al llegar.
Desde el mismo día en que llegó y sin entenderlo aún Isaiah Thomas se ganó a publico del Garden. Recordaremos con una pincelada aquel día. Era el 23 de febrero de 2015 y los Celtics se enfrentaban a Los Angeles Lakers, no había otra forma. Isaiah salía del banco y fue el mejor jugador del equipo. Anotó 21 puntos y fue expulsado por una doble técnica. Cuenta la historia que salió del campo expulsado y enajenado por que su equipo perdía, cuando el publico se levantó a aplaudirle.
No entendía absolutamente nada. ¿Por qué le aplaudían? Al llegar al vestuario un asistente le explicó que se acababa de ganar a la mejor afición del mundo. Como alguien que venía de los Suns, podía imaginar que ser expulsado en el primer partido que juegas podía ser bueno. Así fue como Isaiah Thomas entraba en una cultura que abrazaría hasta el último día.
Temporada 2016-2017.
Con el paso del tiempo y una temporada (muy buena también) entremedio, llegamos a la 2016-17. Thomas se había convertido ya en un titular indiscutible y había jugado ya su primer All-Star. La temporada no empezó como Thomas habría deseado, con una lesión que le tuvo un par de semanas fuera. Pero eso no le impediría brindarnos una de las mejores temporadas ofensivas de la historia Celtic. Es mucho decir, pero es que bien lo merece. Durante la temporada le veíamos promediar 27, 27.5 puntos por partido, hasta que llegó Diciembre. Donde comenzó un recital de cuatro meses donde anotar menos de 28 puntos era una rareza. Su juego era imparable, pero absolutamente imparable, con él con el balón era imposible no sonreír. Fue en estos meses cuando forjó definitivamente su nuevo apellido, «The King in The Fourth».
En números su temporada fue increíble, promediando finalmente 28.9 puntos en la Regular Season. Lo suficiente para ser All-Star y convertir a los Celtics en el equipo que sostenía el primer puesto de la Conferencia Este. Pero esto no habla de números, queremos recordar sus tres mayores gestas. No en números, que igualmente son brutales.
El día en que el título de «The King in the Fourth» se le quedó corto.
Era 30 de diciembre en Boston. Los Celtics se enfrentaban a unos Miami Heat en una horrible situación (10-24). Partido que los Celtics no podían perder, uno de esos encuentros que definen la identidad de un equipo. Los Celtics se encontraban en una muy buena situación y perder un partido no era fatal para el equipo, pero con Thomas esa no era opción. Entonces, en un día en que sus compañeros no estuvieron acertados él se puso al equipo y al Garden a su espalda.
Con la lesión de Avery Bradley y titularidad de Smart, la segunda unidad quedaba claramente coja y eso dificultaba las victorias. Pero con ello vimos a Smart de PG jugando con un Isaiah off-ball que ya no tenía que desgastarse amasando. Este Thomas aprovechaba, cómo sí de un martillo percutor se tratara, cada espacio que el sistema de Stevens le generaba.
Así que cerró el encuentro ante Miami con nada más que un 9 de 13 en tiros de 3. Entonces, cuando su equipo desconectó y ya no había nadie que remara hacia la victoria, Thomas reventó. Cómo solo podría hacer un líder, se calzó los zapatos y se convirtió en el Señor del lugar. Y con suma facilidad se fue hasta los 19 puntos en el último cuarto. ¿A que parece una barbaridad? Pues fueron 29, no 19. Era una maquina, una constante percusión sobre el aro de Miami.
El partido acabó con victoria Celtic, 52 puntos de Thomas y 29 en el último cuarto de los 35 que metieron los Celtics. Aunque estemos hablando de números, es fácilmente comprensible por qué el TD Garden amaba a ese enano. Por qué nadie como él ha entendido en este siglo que es ser un Celtic, esa capacidad de sufrimiento, de agonizar hasta el último minuto en busca de una victoria para el Equipo.
16 de abril de 2017, el día más duro de Isaiah Thomas.
La noche del día 15, Chyna Thomas, hermana pequeña del crack de los Celtics fallecía al volante de su coche. Obviamente, es una sensación que los que no la hemos sufrido no sabemos lo que pudo pasar por la cabeza de Thomas. Solo sabemos que ese chico debió sufrir lo que no está escrito. Sus compañeros lo abrazaron e intentaron que no estuviera solo su amigo.
Uno de los momentos más jodidos para todo aficionado de los #Celtics y de la @NBAspain en general. 16 de abril de 2017. pic.twitter.com/xSyNJJL8yU
— El Orgullo Celtic (@CelticOrgullo) September 17, 2017
Al día siguiente los Boston Celtics inauguraban su post-season ante los Chicago Bulls. Y durante todo el día los aficionados esperábamos la noticia de que Isaiah no disputaría el partido. Era lo jodidamente normal. Pero el partido se iba acercando y se supo que Thomas quería jugar. Los Celtics, que se portaron deliciosamente, decidieron rendir homenaje a la hermana de Thomas con un emotivo minuto de silencio. Al que el público del Garden se sumó y abrazó a aquel chico con el que se sentían identificados.
Obviamente lo menos importante era la victoria. El basket, aquel día era absolutamente secundario y desde el primer minuto se vio al equipo profundamente desubicado. El único que jugó con aplomo y que estuvo presente fue el propio Isaiah Thomas, acompañado después por Al Horford. Ese partido lo ganaron los Chicago Bulls, pero eso no importaba. Isaiah Thomas había dado la cara por el equipo cuando él más los necesitaba. Era indudable que los aficionados recordarían aquel día de por vida.
No fue el mejor partido de Isaiah Thomas, pero si el más emotivo y el que lo transformó en una leyenda de los Boston Celtics. No importa cuanto tiempo estuviera en Boston.
Game 2, Semifinales de Conferencia.
En el primer partido, Isaiah Thomas había perdido un diente contra el parqué del TD Garden. Con una cirugía que se complicó y duró más de 10 horas entre partidos, Isaiah llegaba al Game 2. El día 2 de mayo de 2017.
El día del 23 cumpleaños de Chyna Thomas, su hermana fallecida. Thomas, como se había tomado todos los partidos desde la trágica defunción de su hermana decidió jugar por ella. Se lo tenía que dedicar. Ese día, se convirtió en uno de los mejores partidos que algunos hemos visto (tanto por Thomas como Wall).
El partido empezó con una brutal paliza de los Wizards. En el primer cuarto los Celtics habían encajado 42 puntos. Y ya perdían de 13. Durante la primera mitad, los Celtics llegaron a perder de 14. Los de Boston remontaban y volvían a caer, era totalmente insostenible para luchar por la victoria. Pero cómo siempre, perder no era una opción para Thomas. Su enorme aportación le dio a Boston una chance más, llegaba la prorroga. Los Celtics ganaron por 10.
Thomas se fue a los 53 puntos con porcentajes por encima del 54 por ciento en tiros de dos y del 40 de tres. Toda palabra sobra y las imágenes os mostraran un poco más de la grandeza de esta actuación.
Isaiah Thomas, gracias.
Gracias por qué estos son tres partidos y nos brindaste muchos más. Por qué has restablecido lo que era el Orgullo de los Celtics. Gracias por qué has inculcado la cultura que queríamos y que amamos en Boston. Por qué tu legado será eterno.
Y gracias por qué lo diste todo.