¿Boston Celtics o Cleveland Cavaliers?
Análisis del emparejamiento entre ambos equipos
Los dos protagonistas del traspaso más comentado del verano quieren representar a la Conferencia Este en las Finales de la NBA. Tanto Cleveland Cavaliers como Boston Celtics han transformado sus plantillas de una forma radical, haciendo que enfrentamientos pasados sirvan de poca o ninguna referencia para predecir qué pasará en los duelos entre ambos equipos este año. Franquicias como Toronto Raptors, Washington Wizards o Milwaukee Bucks estarán al acecho de un hueco en Finales de Conferencia. Sin embargo, lo lógico sería presenciar una reedición de la serie de la temporada pasada. Si tendría el mismo resultado o no es una cuestión muy distinta.
Al igual que un poema abstracto, se ha llegado a analizar de formas infinitas y probablemente erróneas cómo encajarán las nuevas adiciones de Boston y Cleveland en sus respectivas plantillas. Los partidos que hemos visto de pretemporada no arrojan luz clara. No obstante, nos han servido para ver en acción a los nuevos equipos formados este verano. Por supuesto, el 4-0 de los Celtics me hace pensar que tanto el 82-0 en temporada regular como el 16-0 posterior en Playoffs son completamente inevitables. No lo intentéis, Golden State Warriors.
De vuelta a la triste pero reveladora cordura, la preseason ha sido positiva dentro de lo que cabe para los Celtics. Los verdes han podido ver en acción a piezas mayores como Kyrie Irving y Gordon Hayward; novatos como Jayson Tatum y Semi Ojeleye; Marcus Smart, Terry Rozier, Jaylen Brown y Al Horford como únicos viejos conocidos; y novedades relativamente menores como Marcus Morris y Aron Baynes. Si bien tenemos una estimación aproximada del talento individual de cada uno de estos jugadores, no sabemos cómo encajarán en el colectivo. Los Celtics están acostumbrados a tener un grupo mejor que la suma de sus partes. Jugadores con un nivel de talento o expectativas menores que las estrellas podían camuflarse entre ellas gracias a un sistema que escondía las limitaciones individuales y potenciaba las virtudes de cada uno.
Boston en la temporada 2015/16 era un equipo defensivo, fuerte, aguerrido. Al siguiente año era un conjunto con movimiento de balón, ataque libre y atisbos de baloncesto aposicional. No conocemos la identidad de los Celtics de este año. Tampoco lo sabemos con respecto a Cleveland, aunque se antoja menos complicado. Ambos son rompecabezas difíciles de resolver, pero nuestro trabajo es intentarlo y tratar de llegar a una conclusión sobre quién ocupará el trono del Este.
¿Qué quinteto inicial es mejor? ¿Cavaliers o Celtics?
Teniendo en cuenta que aún no sabemos cuáles serán los quintetos iniciales (y entendiendo el carácter volátil de estos mismos), es duro contestar. Por ello, he combinado las pistas que han dado tanto Stevens como Lue con los quintetos que yo pondría si fuera entrenador.
Cleveland saldría con un Derrick Rose – Dwyane Wade – LeBron James – Jae Crowder – Kevin Love. Evidentemente, un Isaiah Thomas sano sería el base titular, pero de momento toca trabajar con Rose. Derrick es un base más que decente hoy en día. Habrá que ver si tiene el nivel para ser titular en un contender. La misma duda se puede aplicar a Wade. Crowder les vendrá de lujo para cambiar en el pick and roll y defender múltiples posiciones. Sin embargo, las aseveraciones -que llegan desde Ohio- de que puede parar a Kevin Durant son casi cómicas. Love jugaría de pívot en este escenario. Creo que no es necesario analizar a LeBron James a estas alturas.
Boston jugaría de inicio con Kyrie Irving – Jaylen Brown – Gordon Hayward – Marcus Morris – Al Horford. Este quinteto difiere algo del que defendí en nuestra sección de Orgullo y prejuicio hace unos meses. Irving tendrá libertad y será partícipe del movimiento de balón de los Celtics. Brown sería titular y no Smart, decisión que tendría que justificar el jugador de segundo año evolucionando su manejo de balón. Opino que Hayward es un jugador tan versátil y con un abanico de puntos fuertes tan amplio que podría encajar en cualquier equipo, pero en Boston más aún. No se debe esperar que Morris supla a Crowder, son dos jugadores distintos para bien y para mal. Y Horford seguirá distribuyendo desde el 5.
En lo referente al emparejamiento táctico entre ambos quintetos, la versatilidad del de Boston es superior. Derrick Rose y Dwyane Wade son jugadores más bien unidimensionales. El espaciado del quinteto de los Celtics es ideal, abriendo caminos en la zona para bloqueos y continuación de cualquier tipo. Cuatro jugadores de los cinco pueden poner pantallas efectivas a sus compañeros. Los cinco de ellos están cómodos con el balón en sus manos para salir de ellas. Pongamos un pick and roll entre Morris y Smart, por ejemplo. ¿Quién ejecuta cada rol? Da igual, ambos pueden hacer cualquiera de los dos. Hayward y Horford. Morris y Hayward. Es lo mismo. No nos damos cuenta del factor tan destacado que es este.
Creo que cualquier respuesta es válida aquí. Le doy una ligera ventaja a los Celtics, de todos modos. 1-0. Quizá mi resultado cambiaría con un Isaiah Thomas disponible.
Fondos de armario repletos de armas
Uno de los mayores errores que se le achaca a los Celtics este año es la pérdida de un banquillo versátil. La rotación de banquillo de esta temporada estará plagada de novatos y jugadores con poca experiencia. Es necesario romper huevos para hacer una tortilla, sí; pero esta afirmación es comprensible. Es cierto que ni Jae Crowder ni Avery Bradley eran suplentes. Aun así, su titularidad habría permitido relegar a la suplencia a Marcus Morris y a Marcus Smart, creando así un fondo de armario más polifacético.
Si los Celtics deciden empezar con el quinteto que he propuesto, la segunda unidad estaría formada por Terry Rozier – Marcus Smart – Jayson Tatum – ¿Daniel Theis? – Aron Baynes. Rozier ha sido una buena noticia en pretemporada, siendo capaz de distribuir y anotar por su cuenta. Parece que Smart ha aceptado salir del banquillo y liderar la segunda unidad. Personalmente, le prefiero de titular. De todos modos, entiendo que puede hacer mucho daño a los reservas rivales si su ‘nueva versión’ ha venido para quedarse. Tatum tendrá que adaptarse a la liga, pero posee una capacidad anotadora que cuesta enseñar a jugadores tan jóvenes. Theis ha sido una de las sorpresas más gratas de la pretemporada y Baynes es una presencia en la zona que los Celtics han echado de menos mucho tiempo. Guerschon Yabusele y Semi Ojeleye buscarán minutos y un rol relativamente importante para ellos.
La segunda unidad de los Cavs sin Thomas es un terreno raro. Se ha dicho que Rose liderará la segunda unidad en varias ocasiones, pero mientras tanto no hay otro base suplente de garantías (¿Kay Felder? ¿José Calderón?). Por el contexto del argumento, vamos a apuntar un José Calderón – J.R. Smith – Kyle Korver – Jeff Green – Tristan Thompson. Hay que tener en cuenta que Cleveland cuenta con jugadores como Iman Shumpert – a quien duele dejar fuera-, Richard Jefferson, Channing Frye o Cedi Osman. Este grupo puede aportar asimismo, ampliando la profundidad del conjunto de Ohio.
Cleveland necesita un base en la segunda unidad. La situación dejará de ser urgente en cuanto vuelva Thomas. Es una unidad de jugadores con experiencia, en la cual se puede insertar cualquier jugador del grupo de reservas sin que desentone. El emparejamiento táctico con los Celtics es difícil de analizar. Una segunda unidad pura e invariable es como un fallo de Horford sin dar una palmada de frustración después: no existe.
Desde mi humilde punto de vista, los Cavaliers tienen y tendrán mejor banquillo. 1-1, de momento.
Pizarras: ¿Brad Stevens o LeBron James Tyronn Lue?
No se le puede quitar su parte de mérito a Tyronn Lue, pero el éxito de los Cavs no ha sido en su totalidad gracias a él. Su valor realmente reside en su capacidad para controlar los egos del vestuario (aunque ese argumento parece resquebrajarse tras la salida de Irving). Tiene un título de la NBA en su haber, y pocos entrenadores pueden decir eso.
La flexibilidad de las jugadas de Lue y la naturalidad con las que las ejecutan los jugadores de Cleveland pueden provocar que se piense que no hay esquema alguno en el ataque cavalier, pero nada más lejos de la realidad. Si bien pueden ser más simples que las de otros entrenadores, los Cavs utilizan muy a menudo acciones de sets como el pistol, por ejemplo. Mismamente, esta jugada contra los Bulls puede parecer baloncesto libre a simple vista, pero contiene un trasfondo táctico muy interesante.
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De todas formas, Brad Stevens ha demostrado ser capaz de hacer más con menos. Su dominio de las jugadas tras tiempos muertos y sistemas ofensivos que maximicen el potencial de sus jugadores le colocan en la élite de los entrenadores de la NBA de hoy.
Stevens es el mejor entrenador de los dos. Sería interesante ver a Lue en Boston y a Stevens en Cleveland. 2-1 para los Celtics.
Temporada regular: química en Celtics, experimentos en Cavs
Es posible que los Celtics pierdan partidos al inicio de la campaña por asuntos de química. Se ha visto claramente cómo un primer puesto en la temporada regular puede ayudar, pero no garantiza nada. Y esa es la mentalidad que han tenido los Cavaliers en los últimos años. ¿Indiana tiene un año espectacular? Vale. ¿Sesenta victorias de los Hawks? Por supuesto. ¿Boston se hace con la primera plaza del Este? Faltaría más. Los Cavs tuvieron claras sus prioridades, sabiendo que es necesario a veces conceder batallas menores para ganar la guerra. No me sorprendería en absoluto ver a los Celtics adoptar esta mentalidad.
No es descabellado pensar que un equipo como Toronto o Washington pueda tener un año excelso y colarse en la lucha por la primera plaza. En el caso de conseguirla, el hipotético enfrentamiento entre Boston y Cleveland en postemporada sería en las Semifinales de Conferencia. La eliminación para cualquier equipo constituiría un fracaso mayúsculo. Este escenario, de todas formas, no es de los más lógicos, con lo que no merece la pena profundizar más en él.
Pero centrémonos en la temporada regular. Boston puede tener problemas al inicio del año (parece que siempre los tienen, cambie o no la plantilla). Los de LeBron se tomarán el lujo de experimentar e improvisar para ver qué grupos de jugadores son los que pueden ser más útiles en los Playoffs. Creo que estos últimos tendrán un mejor récord en la temporada regular, pero no será una diferencia abismal. Preveo 57 victorias para Cleveland, 55 para Boston. 2-2.
Playoffs: lo que realmente importa
Como he mencionado en artículos, uno de los aspectos importantes del cambio de Boston es cómo sube su techo. Cuentan con más talento y más capacidad para dar un paso al frente cuando es necesario. Todos hemos visto lo que es capaz de hacer Irving en junio. Los problemas iniciales de química que puede tener Boston ya no deberían existir en el sexto mes de 2018. Los equipos no se preocupan por esos problemas al final de las temporadas.
Por lo que tampoco tendrían que preocuparse los Cavaliers en junio es por Isaiah Thomas. Ya debería estar del todo recuperado. Sin embargo, en postemporada los equipos planean sus partidos con sesiones de vídeo exhaustivas sobre los otros equipos. No es un planteamiento genérico como en temporada regular. Se tiene en cuenta multitud de factores para restar toda impredecibilidad de los partidos. La irrupción inesperada de Thomas el año pasado hizo estragos por eso mismo, por ser inesperada. No estoy diciendo que será fácil para Stevens hacer un plan de partido para frenar a Isaiah. El conocimiento que tienen sobre su juego y las limitaciones de éste pueden hacer que no constituya un problema tan grande como lo fue para otros equipos la pasada temporada regular.
¿Cuál es mi pronóstico? No es tan complicado como puede parecer.
Boston tiene el factor Kyrie. Estoy convencido de que Hayward va a hacer unos Playoffs formidables bajo Stevens. Considero que es un equipo mejor que el del año pasado, y tengo unas ganas increíbles de verles en acción. La defensa de Smart será crucial y perseguirá a los otros equipos. Jaylen y Jayson pueden aportar.
Y Cleveland tiene a LeBron James.
Cavs in six.