David Fizdale echa de menos a Zach Randolph y Tony Allen

Declaraciones tras ganar a los Warriors

Tony Allen. Fernando Lataillade (SB)

La hueste de los Grizzlies se acercó nostálgica al FedExforum, huérfanos de los padres del Grit and Grind, una estampa que lucieron con orgullo en sus mejores años como franquicia. Tras una casi una década en Memphis, Zach Randolph y Tony Allen han abandonado la nave  partiendo hacia Sacramento y New Orleans respectivamente.Pero manda el presente y no hay mejor antídoto para la melancolía que dos victorias de peso para abrir la temporada.  La primera, ante todo, emotiva. Tony Allen volvía a casa vistiendo otros colores y la afición caía rendida a sus pies, nada que recriminar, mucho que agradecer. La segunda contra todo pronostico, venciendo a unos Warriors que temen la fuerza del oso, su bestia negra (12-10 desde 2011 para los de Tennessee).

Los Grizzlies han sido de los pocos equipos que han sabido frenar la maquinaria Warrior desde que Steve Kerr se hizo con la riendas en la temporada 2014-15. Como bien decía Marc Gasol la clave siempre ha sido la defensa, cerrar el aro rival y partir de esa base para construir su juego. Fizdale sigue confiando en el tándem Conley-Gasol y esto garantiza que los Grizzlies, aunque los pronósticos no les favorezcan, van a competir un año más. Pese al buen arranque de temporada el joven entrenador ha hablado con franqueza sobre la ausencia de los viejos estandartes:  

«Somos más rápidos. Pero extrañamos la facilidad de Zach Radolph para golpearlos bajo el aro, y las posibilidades que ofrecía Tony Allen a la hora de defender» 

Los aficionados no son los únicos que echan de menos a estas dos figuras. Los nuevos Grizzlies quieren demostrar que saben sobreponerse a la bajas. De momento lo están haciendo, pero aún es pronto para hacer balance. ¿Encontrarán en el frescor de la juventud lo que perdieron en experiencia? Veremos.