La vuelta anticipada de Blake Griffin cambia los planes de los Clippers

El equipo vuelve a apuntar alto

Los Angeles Clippers
Staples Center, Los Angeles Clippers – Carlos Almenar (SB)

Cuando a finales de noviembre Blake Griffin se lesionó al ligamento colateral de la rodilla y se añadía a una enfermería repleta de jugadores claves, con Milos Teodosic que aún no se sabía cuando habría vuelto, Danilo Gallinari, que jugó dos partidos a principio de diciembre antes de volver a lesionarse y Patrick Beverley, fuera todo el año tras una cirugía de rodilla, el panorama para Los Angeles Clippers parecía desolador.

El récord de la franquicia era negativo, con nueve derrotas consecutivas cosechadas a mediados de noviembre, las posiciones de Playoffs estaban muy lejos, Doc Rivers era cuestionado como entrenador: el proyecto dibujado este verano por parte de los dirigentes californianos se estaba viniendo abajo con un castillo de naipes y ya había quien hablaba de tanking y de reconstrucción como las únicas posibles vías a seguir por el bien de Los Angeles Clippers.

El único hombre sano del quinteto, el carismático pívot DeAndre Jordan, se perfilaba como una pieza muy apetecible para ser traspasada de cara al trade-deadline de febrero, tanto que el mismo jugador contrató a un agente después de dos años sin tener uno.

Pero quién preveía un inevitable desastre de los Clippers, se quedó retratado por varios factores. Primero entre todo, los varios jugadores de rotación, que por las circunstancias se encontraron a disputar muchos más minutos de los previstos a principio de temporada, empezaron a encontrarse siempre más cómodos en la cancha, ganaron confianza y centraron muy buenas prestaciones. De ahí que empezasen a llegar las victorias, con Lou Williams y Austin Rivers siempre más líderes dentro del equipo junto con DeAndre, y con las varias figuras de Sindarius Thornwell, Montrezl Harrell, Jawun Evans, Jamil Wilson y C.J. Williams que emergían como coprotagonistas de un renacido juego de equipo capaz de ganar partidos.

En segunda instancia, Los Angeles Clippers fueron recuperando efectivos: volvió Milos Teodosic, volvió Wesley Johnson y sobre todo volvió Blake Griffin, un mes antes de lo esperado. No es aún el momento de cantar victoria, pero parece que empieza a verse la luz a finales del túnel para la franquicia de Steve Ballmer. Austin Rivers debería de reincorporarse esta semana tras el susto provocado por una lesión al tendón de Aquiles, que al final no fue nada grave. Además, Danilo Gallinari también volvió a entrenar tras volver a caer lesionado, Doc Rivers confirmó que lo vio moverse bien y estas son señales positivas y esperanzadoras.

Ahora mismo Los Angeles Clippers se encuentran a las puertas de la zona-Playoffs. Con un récord de 16-19, ocupan actualmente la novena plaza de la Conferencia Oeste, a 2/3 victorias de Nuggets, Trail Blazers y Pelicans que se encuentran en 6ª, 7ª y 8ª posición y que están al alcance de los Clippers. Sobre todo, los angelinos están en racha positiva tras haber ganado los tres últimos encuentros y haber coleccionado cinco victorias en los últimos seis partidos.

Las dos últimas victorias llegaron ya con Blake Griffin a pista, y la vuelta del hombre-franquicia representa un golpe sobre la mesa importante para las aspiraciones del equipo, que vuelve a tener como objetivo el de clasificarse para Playoffs y, según como llegue el roster a la primavera, dar incluso la sorpresa de cara a la postseason.

Blake Griffin sigue siendo el máximo anotador del equipo, con 23.7 puntos promediados durante los 21 encuentros disputados, seguidos muy de cerca por Lou Williams, con 21.4. El escolta nativo de Memphis se está demostrando algo más que un “sexto hombre”, sacando las castañas del fuego en varias ocasiones para los suyos. En el último encuentro ganado por los Clippers frente a los Hornets anotó 40 puntos y repartió 8 asistencias. Austin Rivers también tuvo sus noches de gloria, como los 36 y 38 puntos anotados en los dos partidos consecutivos frente a Rockets y Grizzlies. Su promedio actual es de 15.8 puntos por partido.

DeAndre Jordan viaja a una media de 15.8 rebotes por encuentros y Milos Teodosic deleita a los aficionados de los Clippers y a sus compañeros con 5.3 asistencias por partido, y eso que aún se está adaptando al sistema de juego NBA. Danilo Gallinari, que aporta en los tres apartados (puntos, rebotes y asistencias) gracias a su versatilidad en el peor de los casos volverá para finales de enero, cuando estaremos a mitad de la temporada y con todo aún en juego.

El futuro promete bien para Los Angeles Clippers, que están sabiendo sobreponerse a las varias dificultades que les han caído encima en los primeros meses del 2017-18 y es más: en este caso se puede realmente decir que “no hay mal que para bien no venga”, porque en los momentos peores han aparecido protagonistas inesperados que son y seguirás siendo parte de una plantilla que, una vez que esté al completo, puede realmente dar miedo hasta a los más grande de la liga.

Pues en estos momentos complicados Lou Williams ha demostrado ser más de un sexto hombre, Austin Rivers ser más del hijo del coach; Sindarius Thornwell y Jawun Evans son dos rookies de todo respeto, Jamil Wilson y C.J. Williams están haciendo dudar a los directivos si cambiar sus contratos two-way a contractos directos con los Clippers por lo bien que lo están haciendo, y Montrezl Harrell se está ganando a pulso la plaza de pívot suplente. También Sam Dekker y Wesley Johnson intentan hacer todo cuando en su poder para que la baja de Danilo Gallinari no se note tanto.

Los Angeles Clippers 2017-18 están demostrando ser una piña llena de talento y donde cada uno está listo a ayudar cuando tiene la oportunidad o no está un compañero. Ni tanking, ni reconstrucción (de momento): este equipo al completo puede ser un contender al título.