Jaque Mate, por Lakers, Magic y Pelinka

De como una franquicia pasa de ser pobre a rica, en una sola noche

La noche de ayer nos trajo el Dead Line más movidito de los últimos años en la NBA. Y es que el equipo del mejor jugador del planeta, Lebron James y sus Cleveland Cavaliers, tenían prisas por reconstruir en una sola noche, y en pleno mes de febrero. Por el camino hubo muchos cadáveres, pero también algunos beneficiados, en una extraña partida de ajedrez que apenas duró unas horas, tan divertidas como apasionantes.

Lo que aquí van a leer, es la opinión del que les escribe, tan emocionado por lo vivido, como ilusionado por lo que está por venir. Un Laker Fan que está seguro de como trabajan los que conducen sus emociones, y que intentara en unas cuantas lineas, explicar como se cocina uno de los mayores movimientos estratégicos de la historia del equipo de sus amores.

Más allá de las prisas de los Cavaliers, y centrándonos exclusivamente en Los Angeles, los Lakers se deshacían de Jordan Clarkson y Larry Nance Jr., y recogían en el cambio a Isaiah Thomas, Channing Frye, más la primera ronda de Draft de Cleveland Cavaliers para este 2018.

El cambio asegura a los angelinos, salir de contratos largos, y convertirse en una sola noche, en el equipo con mayor espacio salarial de este verano. Consiguiendo, además, que en un solo año, la nueva gerencia haya borrado de golpe y plumazo, todo el mal trabajo de los anteriores encargados de reconstruir a una de las franquicias más importantes de la NBA.

Por supuesto, recordamos con cariño y orgullo a los que ya no están. Y por supuesto, recogemos con los brazos abiertos a los nuevos chicos. Uno de ellos, que hoy parece un cadáver andante, apenas hace unos meses, era considerado una megaestrella. Se llama Isaiah Thomas, un jugador, que públicamente, y hace años, afirmaba ser Laker Fan desde la cuna. Pues bien, tendrá algo menos de 30 partidos para demostrarlo.

Pero es hora, de dejar una sola cosa clara, Lakers no es una franquicia ni normal, ni lógica, ni tan siquiera “como las demás”. Posiblemente estamos hablando del foco mediático más importante de toda la liga, recuerden que hablamos de Hollywood. Y todo lo que sucede en sus entrañas se debe hacer a lo grande, esto que hoy por hoy parece una locura, no lo marca ningún despacho, simplemente es su historia.

Así lo supo entender, asumiendo que esta filosofía de franquicia, es su propia filosofía, Magic Johnson, recuerden, el mejor base de la historia. Magic, ahora Presidente de operaciones de Lakers, junto a Rob Pelinka, General Manager de los angelinos, asumieron que en LA solo vale ir a lo grande, y se pusieron a ello.

Es así, y ahí, justamente en el segundo uno de tomar el mando, donde Magic ordena a Rob, hacer lo imposible para que los Lakers hiciesen borrón y cuenta nueva, o lo que es lo mismo, estarían en 2018 en posición de firmar a dos megaestrellas de la NBA. La noche de lo que parecía imposible fue ayer, pero el plan, la trama, el germen de todo fue esa primera noche, esa primera reunión, ese primer momento donde una leyenda de la NBA le pide ayuda a uno de los mejores representantes de jugadores de esta liga, Rob Pelinka.

Una vez conseguido, y con el plan conseguido, Magic Johnson salió a hablar, pidiendo calma y paciencia. El objetivo de Lakers no es otro que sumar una o dos megaestrellas este verano, de no conseguirlo, podrían volver a retomar el plan en 2019. Esa es la idea, tan fácil, o difícil, como quieran, pero es la única idea de Magic Johnson, Rob Pelinka y Los Angeles Lakers.

Saldrán un millón de rumores, nombres, ganadores, o perdedores, pero Lakers están donde quieren estar, volviendo a ser la franquicia de ricos que una vez fue. El plan final, sumar a unos cuantos jóvenes prometedores (Lonzo – Ingram – Kuzma), megaestrellas NBA que los lleven de vuelta a los Playoffs de la NBA.

Parecía una idea de locos, parecían dos lunáticos conduciendo en dirección contraria, pero desde hace una noche, ya no hay nadie de la liga que lo dude. El mayor rival de las dos próximas agencias libres sera … Los Angeles Lakers, de Magic Johnson y Rob Pelinka.