ANÁLISIS | ¿Pero no era Dario Saric un pufo?
El croata es una pieza fundamental en Philadelphia
Es por ello que los 76ers decidieron contar con él para este curso, y la verdad es que no lo podían haber hecho mejor. Este año, yendo de menos a más, hemos podido ver que Dario Saric es la p… Un gran jugador. Todo lo que hace, lo hace bien. Con la lesión de Embiid, se hizo cargo del equipo y hizo ver al panorama NBA que no estaba muerto, estaba de parranda. Se ha convertido en una pieza clave del proyecto de futuro de su equipo y, encima, tuvo opciones para ser rookie del año. A sus 23 años, le espera una carrera larguísima en la NBA, con un porvenir magnífico si logra tener minutos consistentes.
Esto escribía un servidor un 3 de julio de 2017, ya finalizada la campaña NBA, acerca de Dario Saric en un artículo sobre si el Draft de 2014 fue un fracaso (artículo el cual pueden leer pinchando aquí). La de vueltas que da la vida, ¿no? Al final, resulta que la NBA sí era para Saric.
Como ya es de costumbre últimamente en todos mis artículos, empiezo dejando un recadito al público NBA. No a todo en general, sino a todo aquel al que le encanta hablar antes de tiempo y, por lo tanto, hacerse la carretera de la Coruña pueblo por pueblo. Hoy venimos a hablar de todos aquellos que crucificaron a Dario Saric, aquel jugador que se había estancado en el Efes y, en este momento, es un jugador importantísimo en un proyecto joven que ayer consiguió llegar a los Playoffs 5 años después de la última vez, cuando aún jugaba un tal Jrue Holiday.
Primera temporada, primer aviso
Su trabajo le costó, pero el primer año de Dario Saric en la NBA fue el primer aviso de lo que nos esperaba con él.
Sus comienzos no fueron fáciles. Con pocos minutos al principio, aportaciones tímidas y muy malos porcentajes de tiro, no parecía haber mucha diferencia entre el Saric del Efes, un Saric muy criticado. Sin embargo, y sobre todo, después de la lesión de Embiid, eso fue cambiando en una cantidad directamente proporcional a su peso en el equipo y la pérdida de la vergüenza en ataque. La comparativa de sus números mes a mes nos hace ver reflejado este cambio.
Tanto cambio se pudo ver que, a pesar de ser un año sin mucha competencia por el premio, fue colocado como segundo mejor rookie de la temporada, cediendo el ROY al señor escolta de los Milwaukee Bucks, Malcolm Brogdon (premiado muy criticado, por cierto). Se veían cosas de Saric que no había mostrado en Europa, y eso daba esperanzas a todos los aficionados sixers.
Segundo año, vital para el juego de Philadephia
El segundo paso de Dario Saric era el encaje en el juego de los Philadelphia 76ers con los demás jugadores importantes del proyecto; Joel Embiid y, sobre todo, Ben Simmons. Bien, parece que no hay otro jugador capaz de congeniar tan bien con estas dos estrellas emergentes como congenia el croata.
Al igual que el curso pasado, el comienzo de temporada fue difícil para Saric. En la primera etapa de temporada, con un inicio bastante irregular y con aportación inconsistente al equipo, aportó +20 puntos en algunos partidos como no pasó de los 10 en otros. Sin embargo, a partir de que Brown apostará por el de titular, Saric ha aumentado drásticamente su aportación al equipo, mejorando notablemente sus porcentajes de tiros de campo, ofreciendo una mejora palpable en sus lanzamientos de 3 y siendo el complemento perfecto para el juego desarrollado por Embiid en la zona. Y a la hora de la gestión del espaciado, esto es importantísimo para el equipo. Si Simmons no va a espaciar el campo por su pobre capacidad de tiro, es vital para Embiid tener un jugador tan versátil al lado que pueda arrastrar defensores y no cargar mucho el poste bajo. No hay overbooking en el poste y se crea una situación en ataque en la que, con Simmons en la organización, tiene muchísimas opciones; el pase a Embiid, el pase a Saric o aprovechar ese juego off-ball de jugadores como el croata, Reddick o Covington para utilizar su explosividad y espaciar con su entrada a canasta.
En este sentido, Saric ha aprendido a ser más eficiente sin tener que amasar mucha bola, desarrollando un juego sin balón muy importante a la hora de atacar el aro, que sumado a su capacidad de generar juego debido a su IQ, nos encontramos con un perfecto complemento a Simmons en su juego de dentro fuera y viceversa.
Además de eso, ha mejorado en la faceta defensiva y su capacidad física, defendiendo mayoritariamente a aleros altos y a ala-pívots bajos, algo que lo convierte atrás en una pieza importante dada su adaptación al estilo implementado por Brown de defensa versátil y multiposicional. Manteniendo su «hustle» con una garra y entrega digna de admiración, también está sabiendo cargar el rebote en los dos lados de la pista, que aunque no se ha traducido en un aumento de rebotes, si se ha visto reflejado en el global del equipo.
Y sus 15 puntos y 7 rebotes por partido en 30 minutos, que tampoco está de más recordar méritos.
¿Qué ha dejado atrás el nuevo Saric?
Dario Saric ya es un hombre. Su rebote, su poca consistencia defensiva, su poca dureza a la hora de aguantar contactos o cerrar rebotes en Europa… Todo pequeños granitos de arena que subcomunican un mensaje muy directo; prospect europeo de jugador blanco que no logra dar consistencia a su increíble talento ofensivo. Ese fue el precio a pagar por Saric, llevando con él muchísimos detractores en su etapa con el Efes y muchísimas dudas sobre su encaje en América. Pero el tiempo ha demostrado lo contrario, y gracias a Dios.
El tiempo ha demostrado que el sixer es un jugador muy capacitado, no sólo para jugar en la NBA, sino también para tener una muy larga carrera cómo titular sólido. La mejor liga del mundo nos ha demostrado de nuevo que hablar al aire no vale para nada, que los gurús se equivocan, que el talento europeo está cada vez más en proyección ascendente (incluso diría que su mejor momento en la historia) y que Dario Saric se ha sobrepuesto a todo lo que le lastraba. Y ya saben por artículos míos que esto me encanta. Porque Dario Saric no es un pufo.