Boston Celtics 2018-2019: Alternativa real al anillo

El objetivo es claro; batir a los Warriors

Segunda temporada para el gran proyecto de los Boston Celtics de Brad Stevens. Después de una primera etapa muy marcada por las lesiones (especialmente trágico fue el caso de Gordon Hayward), los verdes han recuperado a todas sus piezas claves y, casi un año después, podrán juntar de nuevo a sus grandes estrellas.

Los principales movimientos en esta Agencia Libre veraniega han llegado en forma de renovaciones de jugadores importantes como Marcus Smart o Aron Baynes. La plantilla es prácticamente la misma que la del año pasado, prescindiendo de jugadores de segunda línea e incorporando a otros de perfil similar.

¿Tienen los Celtics una de las plantillas más completas de la competición?

Parece claro que sí. Durante los últimos seis años, los Boston Celtics han ido mejorando su plantilla de manera notoria según las ideas y peticiones de su entrenador. Desde que el joven “coach” de Indiana llegó en 2013 el nivel de sus jugadores se ha visto mejorado año tras año gracias a los trabajos en los despachos de un hombre clave como es Danny Ainge, quien, ya sea mediante traspasos o reclutando novatos, ha jugado un papel clave para conformar una plantilla ganadora como es la actual.

En el puesto de base cuentan con un trío de absolutas garantías: Kyrie Irving, Terry Rozier y el incombustible Marcus Smart. En las posiciones de alero también tienen talento actual y de futuro de manos de jugadores como Jaylen Brown, Jayson Tatum, Gordon Hayward o Marcus Morris; mientras que en la zona dominan otros como Aron Baynes o el AllStar Al Horford.

Además, para acompañar a todo este arsenal, hay otros jugadores de rol como Yabusele, Ojeleye, Theis, el rookie Robert Williams o el también recién llegado Brad Wanamaker a los que Stevens sacará su máximo potencial para crear una plantilla al alcance de todo.

Kyrie Irving volverá a ser la estrella

Él es el jugador diferente en estos Boston Celtics, el que es capaz de romper el sistema que propone su entrenador y el encargado de castigar las defensas rivales generando ventajas con su excelso manejo de balón. Todo esto era lo que estaba logrando la temporada pasada hasta que, como todos sabemos, tuvo que pasar por el quirófano en el mes de abril y decía adiós a lo que quedaba de Regular Season y  a la postemporada de manera anticipada.

Hasta ese momento Kyrie estaba siendo el jugador más destacado en su equipo, acumulando 24.4 puntos, 3.8 rebotes y 5.1 asistencias por noche, rindiendo cerca de su mejor nivel de juego hasta la fecha.

Ahora parece recuperado y todo apunta a que, después de una larga estancia en el dique seco, volverá a recuperar las cotas baloncestísticas que le llevaron a triunfar tanto en lo colectivo como en lo individual.

Ganas de Hayward y de la evolución de Tatum

Si nos retomamos en el tiempo a julio de 2017, recordamos que Gordon Hayward fue presentado en el equipo el mismo día y a la misma altura que Kyrie Irving, por lo que, con la recuperación del ex de Utah, los Celtics asumen la llegada de un jugador que sobre el papel debería estar al nivel del talentoso base. Versátil en los dos lados de la cancha, llega para aportar en ataque (en su mejor año firmó 21.9 puntos por partido) a una ofensiva ya de por sí muy compenetrada y en la que el año pasado se fueron hasta 8 jugadores por encima de los 10 tantos por noche.

En el sistema defensivo poco hay que mejorar, ya que el año pasado el equipo verde fue la mejor defensa de la NBA con un Defensive Rating de 101.5.

Jayson Tatum es otro jugador que despierta muchísimo “hype” en la afición verde. El joven alero de 20 años, tercero en el Draft 2017, ha sorprendido en la liga debido a su rápida adaptación y a la capacidad de liderazgo mostrada en los momentos más importantes. En su primer año acumuló hasta 13.9 puntos por noche, que se vieron incrementados en los Playoffs, en los que llegó a sumar hasta 18.5, siendo el líder de su equipo en esta faceta. Este año se espera todavía más de él después de una primera toma de contacto más que satisfactoria.

El quinteto deseado está de vuelta… ¿para siempre?

En la jornada inaugural de la temporada 2017-2018 Brad Stevens puso sobre el parqué un quinteto formado por un base, un pívot y tres aleros de perfil similar. Lo conformaban Kyrie Irving, Jaylen Brown, Gordon Hayward, Jayson Tatum y Al Horford. La peculiaridad de este cinco inicial era la capacidad de los “4 interiores” de cambiar en casi cualquier situación en campo propio para dificultar la circulación ofensiva del equipo rival. Esa parecía la idea principal pero, con la lesión de Hayward, Stevens terminó cambiando mucho su equipo de partida, adaptándose siempre a las cualidades del equipo que tenía enfrente. El resultado fue bueno y, tras el éxito cosechado, parece que este año la fórmula se volverá a repetir. En palabras del propio entrenador, “estos Celtics cuentan con hasta 10 jugadores titulares”. Podrían ser los 5 mencionados más Marcus Smart, Terry Rozier, Marcus Morris o Aron Baynes entre otros, siempre dependiendo de las capacidades y aptitudes rivales.

Con todos a por todas

La palabra “equipo” es la idónea para resumir el proyecto verde. Equipo más allá de los jugadores y miembros del equipo técnico, ya que el Boston Garden volverá a ser una olla a presión en cada uno de los 41 partidos de Liga Regular y en todos los de postemporada. El factor local ya fue clave en los pasados Playoffs, en los que Stevens cosecharon un 10-1 en casa, cayendo únicamente en el último partido ante los Cavaliers de LeBron James.

La  magia de cada uno de sus jugadores volverá a alinearse con el místico Leprechaun para volver a convertirse en aspirantes y quien sabe si, 11 temporadas después, conseguir el ansiado Trofeo Larry O´Brien.