Toronto Raptors disputaba en su casa el primer partido de la historia de las Finales que incluía al equipo canadiense. Delante tenían a un rival muy complicado como los vigentes campeones, Golden State Warriors, que buscan el ‘three-peat’ pero que se presentan a esta cita con la importante baja de Kevin Durant.
El conjunto de Nick Nurse consiguió dar un golpe sobre la mesa e imponerse en el primer partido al cuadro de la Bahía por 109-118 en un encuentro donde pudieron llevar la voz cantante en la mayoría del partido. Los Warriors se resignaron y trataron de recuperar la ventaja, que estuvo en su poder durante algunos tramos, pero el juego combativo de los Raptors terminó por ser el vencedor.
Pascal Siakam fue el gran protagonista de la noche. Kawhi Leonard mostró algunos signos de problemas físicos, mientras que los Warriors centraron todas sus fuerzas defensivas en él para anularle completamente. Esto abrió una gran ventana para el camerunés que aprovechó todas sus opciones firmando un gran partido que le permite seguir creciendo en la idea de jugador revelación de la temporada. Consiguió 32 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y 2 tapones.
Stephen Curry fue de lo poco positivo de Golden State, se mantuvo en la misma línea que en las Finales de Conferencia finalizando con 34 puntos, pero no pudo encontrar a ningún compañero que le apoyase en tareas ofensivas. Los Warriors plantearon una defensa en transición un poco dudosa y se perdieron en las pérdidas de balón, 17 en total. Mostraron cierta incertidumbre sobre el parqué a pesar del retorno de Cousins, acusando fuertemente por primera vez la ausencia de Durant para aportar esos puntos tan necesarios.