ANÁLISIS | Kawhi Leonard y Paul George completan el puzzle

La NBA, más igualada que nunca

Cuando parecía que todo estaba tranquilo, y Kawhi Leonard iba a esperar todavía más, recibimos otro jarro de agua fría de una liga que lleva una semana sorprendiendo a todo el mundo. Esa calma que precede siempre a la tormenta ha acabado con ese movimiento que todo el mundo podría esperar pero que nadie esperaba.

Kawhi Leonard, al final, si se va a los Ángeles, pero no como todo el mundo lleva vendiendonos a base de humo desde el año pasado. Al final, son los Ángeles Clippers los que, a base de una gestión absolutamente brillante de Jerry West, han logrado, no sólo robarle a KL a unos Lakers a los que no ha sentado nada bien este movimiento, sino que también han conseguido crear una de las parejas más interesantes de la liga, pues Paul George también jugará el año que viene en el «hermano pobre», que cada vez es más rico y cada vez hace mejor las cosas que el «hermano rico».

Los Clippers nunca fueron el «hermano pobre»

«Hermano pobre», parece hasta irónico. Ya sabíamos que la comunidad Laker no se iba a tomar bien cualquier decisión que no acabara con Kawhi Leonard debajo de los focos angelinos, pero no deja de ser interesante comentarlo. Flaco favor lleva varios años haciendo esas definiciones de «hermano rico y hermano pobre» a una franquicia a la que, en los últimos años, se le han escapado más estrellas mediáticas que veces han entrado en los Playoffs.

Los Ángeles Clippers, haciendo alarde de una gestión casi perfecta, han ganado la partida a los Ángeles Lakers y se han hecho con dos jugadores que, además de ser complementarios entre ellos, devuelven al equipo a la zona noble de la liga. Una gestión a la que, desde el punto de vista más objetivo de todos, no se le puede poner ni un sólo pero. Ni por características en la la plantilla, ni por compromiso salarial, ni por nobleza y elegancia en el proceso, contrastando de una manera notoria con «el hermano rico».

Estos Clippers pasan de una situación crítica con el proyecto Chris Paul y Blake Griffin a otro de los proyectos más ilusionantes de la liga, sin haber tomado una mala decisión o una decisión que no trajera más bien que mal y que, para colmo, ha logrado permanecer con récord positivo las últimas dos temporadas y ha entrado en Playoffs esta última. Desde luego, si tuviéramos que pensar en una reconstrucción ideal, sería algo parecido a esto. Por haber marcado tiempos como nadie, por utilizar la lógica en cada movimiento, por no perder la cabeza en ningún momento en un mercado en el que es demasiado fácil hacerlo y por entender que, ser paciente, al final tiene su recompensa.

OKC, en tierra de nadie

El daño colateral lo han recibido, desde luego, los Oklahoma City Thunder, que ni esperaban este revés ni han tenido margen de maniobra a unas demasiado altas alturas en el mercado. Oklahoma recibe con este traspaso:

  • Danilo Gallinari, Shai Gilgeous-Alexander, 4 primeras rondas protegidas (2021, 2022, 2024 y 2026), una primera ronda protegida (2023) y dos picks swaps (2023 y 2025).

El pack recibido por Paul George no es tan malo como parece. Pierdes a tu mejor jugador, pero tienes tanto futuro, con seis primeras rondas del Draft aseguradas y una protegida, el mayor pack de rondas de la historia, como posibilidades de tener un decente presente recibiendo a Danilo Gallinari y a Shai Gilgeous-Alexander. Dentro de un mal mayor, amortiguará seguro esa capacidad para poder reaccionar a medio y a largo plazo para la franquicia de OKC.

Sin embargo, el problema está lejos de ser el margen de maniobra de cara al futuro. El problema es que, después de haber conseguido firmar a Paul George el verano pasado, y haber construido un proyecto con vistas a permanecer unos cuantos años en la élite de la Conferencia Oeste, los Thunder se ven obligados a volver a replantear el futuro.

El mazazo es gordísimo, el golpe es duro y recolocar posiciones es algo que les llevará un tiempo, cargando con un contrato muy difícil de sacar como es el de Westbrook, en caso de que finalmente se decanten por traspasarlo.

Toronto; ¿y ahora qué?

En una situación parecida quedan los canadienses. No tan incierta como los de Sam Presti, pero sí con alguna incógnita que resolver. La plantilla resultante post-Kawhi, a priori, sigue siendo una plantilla competitiva, que a pesar de no ser contender, es previsible que permanezca entre las cuatro/cinco plantillas más competitivas de la Conferencisa Este. Plantilla a la que, por cierto, aún le falta algún que otro movimiento, con capacidad salarial suficiente como para hacerle frente.

En Raptors, la hoja de ruta parece más sencilla. Con aún un Pascal Siakam por explotar, los contratos fáciles de sacar de Marc Gasol y Kyle Lowry y tan sólo 14,7 millones de dólares comprometidos para la temporada 2020-21, la clave será mirar al futuro. Un futuro mucho más allá de estos próximos cuatro años. El anillo logrado este año le da a los del norte esa carta blanca de poder ganar unos años para pensar en cómo ir a por ese segundo anillo en el que Masai Ujiri ya está pensando:

La pieza que completa el puzzle

La NBA nos ha vuelto a regalar un verano histórico. Bueno, realmente, la NBA nos ha regalado el verano más histórico de todos. Pero a parte de todo esto, también nos ha devuelto algo que todos los aficionados llevábamos demandando unos cuantos años; una NBA igualada y equitativa. 

Este movimiento es la prevención de un mal mucho mayor, al menos en términos competitivos. La decisión de Kawhi Leonard propicia, no sólo que los Ángeles Lakers no construyan el equipo más temible de todos los tiempos, sino que ganemos otro equipo más con posibilidades de anillo, que además será uno de los atractivos de juego más interesantes de los próximos años. Con ellos, la baraja de los contenders se amplía hasta a 8 equipos; los propios Clippers, los Brooklyn Nets, los Golden State Warriors, los Houston Rockets, los Milwaukee Bucks, los Boston Celtics, los Philadelphia 76ers y los Lakers. Porque sí, a pesar de esta derrota, siguen siendo candidatos al anillo.

Si queríamos competitividad, nos han regalado algo muchísimo mayor. Nos han regalado la liga más atractiva de los últimos años.