ANÁLISIS | MundoBasket 2019: Estados Unidos, la siempre favorita

La selección norteamericana busca revalidar el oro en China

El baloncesto siempre se ha caracterizado por estar en constante cambio, nunca sabes a ciencia cierta que puede deparar el futuro, piensas que jugar con interiores que dominasen la pintura era la clave principal para triunfar y de repente la revolución del triple destroza esa teoría, piensas que jamás verías a jugadores fuera de un determinado equipo y al día siguiente Russell Westbrook se marcha de Oklahoma City Thunder. Todo cambia menos una cosa; Estados Unidos siendo favorita para ganar un torneo internacional.

Es algo que se enseña a cualquier estadounidense que se interesa por este deporte: nosotros hemos creado el juego, y debemos dominarlo. Es parte de ese patriotismo americano del que tanto presumen.

Mala fecha

Sin embargo, este torneo deja a la luz una mala planificación por parte de la FIBA. No hay que ser muy erudito para darse cuenta de que realizar una fase final en septiembre, apenas a mes y medio para el inicio de una de las temporadas más larga en los últimos años (pues hay que sumarles los Juegos Olímpicos), va a provocar una pérdida de interés en las grandes estrellas, que no necesitan ya ponerse en el escaparate y que prefieren una buena preparación para el resto de competiciones.

Ésto se acentúa más en el caso de Estados Unidos, selección que además de tener más carga de partidos, los jugadores más reconocidos de la liga ven el Mundobasket como un torneo más secundario. Y para colmo, algunos de los nombres que solían acudir a casi cualquier cita internacional han caído en lesión, como son los casos de Klay Thompson (rodilla) y Kevin Durant (tendón de aquiles), que no sólo no llegan al torneo, sino que se perderán buena parte de sus respectivas temporadas. En el caso de Durant, ni siquiera se espera que debute con Brooklyn Nets este año.

Carmelo Anthony no tendrá su oportunidad

Si alguien necesitaba lucirse en este Mundial era él. Es de las caras más reconocidas de la liga, aunque esté en horas bajas. «Melo» tenía en este torneo su gran oportunidad de ganarse su continuidad en la NBA. Sin embargo, no ha estado ni en la primera lista de 20 jugadores de junio. Cuando muchos de los seleccionados empezaron a descartarse, tampoco fue incluido ni siquiera para el training camp. Es cierto que se generó una pequeña corriente de apoyo por parte de ciertos miembros de la prensa y de muchos aficionados, pero Popovich se encargó de zanjar el asunto, alegando que generaría atención en exceso y que desconectaría al resto de la selección.

Carmelo Anthony no estará con el Team USA. Fuente: Fadeaway World

Un roster con juventud y talento

Aún así, E.E.U.U presenta un equipo más que competitivo, quizás sin nombres tan mediáticos como en otras ocasiones, pero con mucho talento joven. La edad media de la plantilla es de 25,6 años, aunque  todos son ya piezas importantes en sus respectivos equipos (con excepción en los casos de Derrick White y Mason Plumlee, que tienen un papel más secundario), por lo que la calidad de esta plantilla es innegable. Y es que si hay algo que Estados Unidos tiene que el resto de países aún no, es que una selección de perfil  más bajo de la que podría ser en condiciones ideales, sigue siendo favorita a todo.

  • Bases: Kemba Walker, Derrick White y Marcus Smart
  • Escoltas: Donovan Mitchell y Joe Harris
  • Aleros: Jaylen Brown y Khris Middleton
  • Ala-pívots: Jayson Tatum y Harrison Barnes.
  • Pivots: Myles Turner, Brook Lopez y Mason Plumlee.

El poder anotador es impresionante, pues además de ser prácticamente todos fiables desde el triple, cuentan con la posibilidad de la penetración gracias a jugadores como Jason Tatum, Jaylen Brown o Donovan Mitchell, uno de los grandes matadores de la liga y que seguro dejará algún mate para el recuerdo en el torneo. Además, tienen un juego interior más que versátil con Brook Lopez y Miles Turner como principales activos, que no sólo saben hacerse fuertes en la pintura, sino que también poseen rango de tiro.

Si por algún casual todo ese potencial ofensivo resulta insuficiente en alguna situación, esta selección es capaz de defender, como pudimos ver contra España, durante varias fases del partido se centraron en ello y buscar el contraataque aprovechando la velocidad de Donovan Mitchell principalmente. Están aún lejos de encontrar el mejor nivel defensivo, especialmente a la hora de hacer las ayudas y leer los cortes, pero el potencial defensivo existe. Recordar que Marcus Smart también formará parte del plantel para la fase final, pese a estar con molestias durante la gira de preparación, y será el encargado de liderar la defensa.

Pero el gran nombre de esta plantilla es Kemba Walker. El único de los grandes de la preselección que se mantiene y el que debe de ejercer de líder en este equipo. Recién firmado por Boston Celtics en la agencia libre, ya sabe lo que es tener la responsabilidad de ser el líder del equipo, pues en Charlotte Hornets era la cabeza visible del proyecto. En el combinado nacional va a estar en una posición similar y seguirá siendo la pieza principal del quinteto, aunque eso sí, mejor rodeado que en Charlotte. Si bien en defensa puede ser un punto débil, puede hacer jugar al equipo y es de los que suele brillar en momentos importantes.

Gregg Popovich, ante su primer test como seleccionador

Desde que tomase el relevo de Mike Krzyzewsky en 2016, Gregg Popovich nunca había tenido oportunidad de disputar un torneo relevante aún. Esta será su primera gran prueba en competiciones FIBA, y pese a tener todo a favor para llegar mínimo a la final, no ha escatimado en recursos y ha llamado a Steve Kerr para ser su asistente.

La idea del veterano entrenador es clara, intentar aprovechar la velocidad de su plantilla en base a transiciones rápidas y contraataques.  El aún entrenador de San Antonio Spurs sabe que pocas selecciones pueden igualar la potencia física de los americanos. En estático parece que al equipo le cuesta de momento encontrar la mejor versión de lo que pide Popovich,  que busca su equipo  sea lo más coral posible ,y que frente a la incapacidad de hacer circular el balón; se acaba abusando del lanzamiento  exterior  (en parte entendible si tienes a jugadores como Middleton , Walker o Joe Harris), y del uno contra uno además de reflejarse  cierta falta de química.

Objetivo claro: oro o fracaso

No nos engañemos. Todo lo que no sea ganar el Mundial será considerado un fracaso. Las dudas generadas por las ausencias en la lista final, las dudas en el juego, la derrota frente Australia, que venga la Serbia más fuerte de todas, que Grecia cuente con Giannis Antetokoumpo… En la propia selección se colocan el cartel de favoritos, en la presión que tanto les gusta y a la que responderán, como hacen siempre; dando espectáculo. Porque no hay que olvidar que se acercan los Juegos Olímpicos, y estos sí que les gustan.

Poco que ganar y mucho que perder.