ANÁLISIS | Tristan Thompson, líder por necesidad

Resurge de la mano de John Beilein

La NBA es un auténtica montaña rusa en una infinidad de sentidos, y hoy venimos a exprimir uno de ellos. Ya que hace apenas 2 años, los Golden State Warriors y los Cleveland Cavaliers nos deleitaron con el último y definitivo episodio de una serie de finales consecutivas que pasarán a la historia de la liga. No obstante, a día de hoy, el rumbo de estas franquicias ha dado un drástico giro y por diferentes circunstancias los dos equipos se encuentran entre los tres peores de la clasificación junto a los Knicks. Se acabaron las épocas doradas, especialmente en el caso de los Cavs, que con la marcha de LeBron James y Kyrie Irving dio por finalizada la generación de jugadores que le dio su único anillo.

Sin embargo, la diferencia entre sendos clubes la marca la tendencia en la que se encuentra cada uno, y por suerte es aquí donde los de Ohio han interpretado a las mil maravillas su papel. Ya que tras tocar fondo han lanzado por los aires toda su anterior estructura y han iniciado la larga travesía por el desierto que supone una reconstrucción en 2019. Lo que de forma planificada se está haciendo mucho más ameno y productivo de los usual. Las buenas decisiones en los despachos por parte de Koby Altman causan un rayo de esperanza al que aferrar todo el futuro de la franquicia. Ya que tras la contratación de John Beilein como head coach el equipo tiene un sistema muy definido y un líder muy marcado, lo que facilita la adaptación de los jóvenes, tanto en el vestuario como en el campo.

Y de eso precisamente queríamos hablar hoy, de como Tristan Thompson se ha convertido en la voz cantante y ha resurgido con su mejor versión para afrontar otra etapa oscura para la historia de sus Cavaliers.

Lo que no haga bueno un expiring…

Por suerte o por desgracia, no hace falta ningún fundamento, dato o estadística que respalde que cualquier jugador que se encuentra en último año de contrato rinde mucho mejor. Y ese es el caso del interior de 28 años, que tras unas temporadas en las que había supuesto para muchos una figura llena de dudas, ha empezado con todo esta 2019-2020. Un proceso de mejoría que inicia en la famosa temporada baja, en la cual prefirió no ir al mundial con su selección para llegar a tono al que posiblemente sea uno de los años más importantes en su carrera individual.

El canadiense nacido en Toronto se machacó duramente en el gimnasio y en la cancha para que noche tras noche podamos ver a un jugador mucho más ágil, rápido, duro y consistente. A Tristan se le nota un jugador con mucho más fondo, que llega a todo y cada vez puede compaginar de mejor forma sus intenciones con sus ejecuciones. Pelea hasta el último balón y no se deja intimidar por nadie, ya que todo lo que le falta de calidad lo compensa con fuerza, timing e inteligencia. Y desde aquí llegan sus mejores resultados, ya que un jugador de cierta altura con gran actividad y sin miedo a los contactos es todo un valor seguro. Y más para equipos prematuros que necesiten una referencia interior para generar su juego y guiarse.

El elegido de John Beilein

John Beilein ha basado su pizarra y sistema en un pilar como Tristan Thompson.
John Beilein ha basado su pizarra y sistema en un pilar como Tristan Thompson.

Como hemos mencionado, esta temporada suponía un gran reto para los Cavaliers, no solo por los resultados sino por como funcionarían en pista. Ya que en el backcourt sumaban a dos jugadores inmaduros que les cuesta mucho asumir funciones de playmaking, en el banquillo contaban con un entrenador sin experiencia NBA y el núcleo del equipo estaba más cuestionado que nunca. Pero para sorpresa de muchos este cuadro demuestra cada partido que están aprendiendo a jugar juntos. Y es aquí donde Tristan Thompson es la clave.

Gracias a su mejoría en la lectura el que que fuera número 4 del draft mueve a todo su equipo. Ayuda a Collin Sexton y Darius Garland con un bloqueo alto y fija su posición de referencia por si prefieren pasar y cortar para moverse sin balón. Cuando está él en pista las decisiones en la ofensiva son más lógicas y coherentes, además de que dinamiza un sistema de juego que a priori se presentaba muy tosco. Y sin duda lo más importante es que al fin han encontrado una primera espada clara, que pueda solventar sus momentos de sequía y darles puntos fáciles al equipo. Un asunto relevante, ya que los años posteriores a la marcha de Bron sufrieron precisamente de eso.

Tristan Thompson, un líder a la fuerza

El center se ha convertido sin querer o queriendo en la cabeza de serpiente indiscutible del equipo, pero ese paso hacia adelante que ha dado se debe en gran parte a la cantidad de necesidades que tenía que cubrir la franquicia. Pues a parte de sus labores a cubrir como jugador, el de la universidad de Texas también ha asumido el liderazgo del vestuario. Que plagado de jóvenes y de jugadores con un perfil más tímido, discreto o blando (como Kevin Love), ha demostrado ser el líder vocal de los Cavaliers.

Es todo un ejemplo de lucha y constancia para aquellos que todavía no conocen la disciplina del club. Todo un maestro para jugadores como Zizic entre muchos, que está aprendiendo de un tipo que no escatima en dureza al mas puro estilo vieja escuela y va al barro cada noche. Lo que le ha llevado a obtener grandes resultados, como ser el máximo reboteador ofensivo de la liga o lograr prácticamente un doble-doble por partido.

Con su presencia los de Ohio son un equipo mucho más atractivo y las futuras promesas de nuestro baloncesto pueden crecer en un proyecto con una buena cultura competitiva. No dan nada por perdido, pelean todos los partidos y no sorprenden a nadie si ganan en casa de uno de los grandes de la liga. Alegra mucho ver como resurgen un equipo y un jugador a base de esfuerzo y voluntad.