Los Pelicans a remontar el vuelo

Los de New Orleans parecen volver a coger sensaciones

Fuente: Yelp Inc (CC)
Fuente: Yelp Inc (CC)

Nuevas caras, nuevo entrenador, nuevo estilo de juego y nuevas ilusiones. Quien nos iba a decir que a estas alturas de la temporada que los Pelicans iban a estar casi a la misma distancia de luchar por los PlayOffs que por luchar por el Pick 1 del Draft. Desilusionante temporada de los Pels, muy irregulares todo el año, malos ataques, malas defensas, malos resultados; en esto se ha resumido la temporada de los Pelicans.

Con la llegada de Gentry y la salida de Monty del equipo las ilusiones de los aficionados a los Pels habían revivido, muchas expectativas se crearon tras la llegada del estratega ofensivo del flamante campeón de la NBA, una nueva esperanza nacía, las ilusiones por jugar un juego vistoso, ofensivo, divertido eran muy altas, el hype estaba por las nubes y más tras las famosas declaraciones de Alvin Gentry a Davis tras ganar el título, los aficionados recordarán el famoso «Anthony, Anthony, we’re coming right back here». Los aficionados se crearon unas expectativas que a día de hoy están demasiado lejos de la realidad.

No nos engañemos, con Monty las cosas no iban bien, el equipo ganaba pero era irregular, ganaba, perdía, ganaba, perdía y así casi toda la temporada. No es que hicieran un gran juego pero eran un equipo, los jugadores estaban unidos al entrenador y eso se notaba, no hay más que ver como Monty ayudó a Anderson tras el fallecimiento de su novia o como el nivel de Davis bajó en el primer tramo de la temporada. Gentry es completamente opuesto a Monty en estos temas, no ha dudado en criticar públicamente las actitudes y carencias de los jugadores lo que evidentemente no ha gustado en la atmósfera Pels. No hay que ser un lince para darse cuenta de que casi ningún jugador de la plantilla traga a Gentry, no cae bien, sus técnicas ancladas en el pasado y su forma de motivar no funcionan en el equipo, nadie logra entender que teniendo jugadores como Jrue Holiday en el equipo tenga que jugar Cole de titular aún siendo infinitamente peor y jugando más minutos.

La afición de los Pelicans está dividida, unos quieren seguir remando para llegar a los PlayOffs ya que este año en el oeste parece un regalo entrar en postemporada y aún hay opciones para ello, y otros quieren tankear, los que ya usan el término #TankFlight como hashtag en vez del «oficial» #TakeFlight. En esto se resume la temporada, la mediocridad de los resultados y las pocas esperanzas en una mejoría se adueñan de los sentimientos encontrados de los aficiones.

Como si de una canción de Raphael se tratara podríamos cantar al unísono «¿Qué pasará, que fichajes habrá, puede ser mi gran trade?» Se acerca la deadline, la fecha límite para cerrar traspasos y los Pelicans deberían ser uno de los grandes animadores, ya que si con lo que tienes algo no funciona debes intentar arreglarlo y quizás un fichaje de esperanzas para lograr los objetivos. Demps, el gran GM de los Pels (nótese la ironía), ha dicho que el equipo está bien y ratifica la labor del cuerpo técnico. Suena a chiste, la temporada de consagración de Davis, de afianzar y mejorar los Playoffs del año pasado y en la más desilusionante en años está siendo buena para el GM. Bueno, vamos a suponer que está haciéndose el duro para no devaluar el valor de los jugadores, que también puede ser. La lesión de Gordon, principal candidato a abandonar la franquicia se ha lesionado, algo que ya no es novedad en esta franquicia, las opciones de traspaso se reducen a Anderson y quizás Tyreke. Quién sabe, igual  Demps se anima estos días y cambia unos cromos para solucionar la situación.

El equipo está ahora mismo duodécimo de la Conferencia Oeste, la más floja este año, solo por delante de unos Suns en cuadro, de unos Wolves que han entrado en una racha negativa bastante larga y de los Lakers. Bueno, años atrás estaría claro que la estrategia sería el tankeo pero es que sorprendentemente los Pels están a solo solo 4 partidos de los PlayOffs, por lo que aun quedan hay esperanzas de entrar en la lucha por el título . Sin embargo, viendo el juego y la irregularidad, no parece nada sencilla la gesta.

Hablemos de las lesiones, de esa mala suerte que acompaña a la franquicia todos los años. El año empezó con Evans lesionado lo que claramente influenció en el juego, de Quincy supimos hace unos días que ha recaído de su lesión y se ha tenido que volver a operar, ahora llega la lesión de Gordon, que además de ser una baja para el equipo hace casi imposible que nadie lo quiera como parte de un traspaso. Si sumamos los problemas de Jrue con su pierna que le limitaron al principio de la temporada (ahora su lesión se debe llamar Gentry) y las lesiones de Davis cuando el aire viene un poco fuerte parece que a los Pelicans les ha mirado un congreso de tuertos. No puede ser una excusa para una plantilla que debería estar claramente en PlayOffs pero claramente influye y se notó mucho al principio de la temporada.

Tampoco seamos tan pesimistas, el juego en los últimos partidos ha sido mejor, quizás un espejismo o quizás la mejoría ha llegado y Gentry solo necesitaba tiempo. Parece que las piezas empiezan a encajar, quizás un fichaje haga carburar al equipo y que este equipo luche por la octava plaza de los Playoffs. El equipo ha ido de menos a más, coincidiendo con la forma de Davis, llamémoslo casualidad u obviedad.

En resumen, la mediocridad se ha adueñado de los Pelicans y lo que iba a ser la gran temporada del equipo se ha quedado en rogar que acabe cuanto antes el sufrimiento y que llegue el verano para renovar ilusiones.