Después de la tormenta, los Celtics no dejaron la calma en Philadelphia

BOSTON CELTICS 112 - 92 PHILADELPHIA 76ERS

Foto: Brths (CC)
Foto: Brths (CC)

Los Celtics se llevaron una victoria cómoda del Wells Fargo Center de Philadelphia. Pese a jugar un dia más tarde de lo previsto en los calendarios, y volar 12 horas antes del inicio del encuentro; los de Boston no evidenciaron estos problemas en el campo, manteniendo su habitual juego de perímetro y colectivo al cual nos tienen acostumbrados.

La tormenta Jonas, la razón por la cual se atrasó un dia el partido, no cesó en el parqué. No nos referimos precisamente a Jerebko, que solo anotó 2 puntos; sinó a los Celtics en conjunto, que dominaron el encuentro de inicio a fin, mostrándose como un equipo dispuesto a asaltar el Este. Sin ninguna duda, Isaiah Thomas y Jae Crowder no encontraron oposición en ningún jugador local, hecho que les animó a seguir con su espectacular estado de forma actual.

Robert Covington se encargó de quitar la nieve del techo a base de triples, con un 6-13 en lanzamientos exteriores que permitió a los locales tener un estandarte al que aferrarse. Se marchó con 25. Sin él, el equipo se quedó sin ideas, ante un Ish Smith fuera del partido (-35 con él en pista) y un Okafor bien tapado por la defensa colectiva céltica (solo 10 tiros en el partido, promediando 17).

Otra de las claves de la derrota local fueron las pérdidas. Los Sixers descuidaron el balón 24 veces, y los Celtics lo aprovecharon para anotar 25 puntos tras pérdida. Isaiah Canaan, que tampoco fue el de siempre, fue el máximo exponente de esta estadística neggativa, con cinco balones perdidos en escasos catorce minutos de juego.

Con el pabellón a media entrada, y muchas sillas sin ocupar por culpa del clima, a los locales les faltó el calor del público para sacar el partido adelante, como ante Mavs o Bulls. Marcus Smart recaclcó que se había sentido como en un partido amateur. El base de los Celtics añadió tres triples para irse con 16.

Smart, que también estuvo tan activo como siempre en defensa esta vez con 4 robos, se unió a la fiesta anotadora del trío formado por Thomas-Crowder, ambos con 20, y Avery Bradley, que acabó con 19. Stevens se mostró contento con el juego bien espaciado de su equipo, que permitió muchos tiros abiertos a estos jugadores, y también de la actividad defensiva de su equipo en este y en el anterior partido ante Chicago.

Marcus Smart también fue el jugador que más aportó saliendo desde el banquillo pero no el único. En ambos equipos anotó todo el mundo que participó en el partido, menos el rookie RJ Hunter, que apenas tocó balón como para poder hacerlo. Destacamos también por parte local la aparición eléctrica de McConnell, que anotó 8 puntos y recogió 5 rebotes en poco menos de 15 minutos de juego. Además, fue de los únicos jugadores locales en terminar con un +/- positivo (+7).

Los Celtics empezaron el partido acertados desde el perímetro y se fueron al descanso con una buena ventaja de quince puntos. Gran parte de su éxito vino precedido por un gran acierto desde el perímetro (8 triples antes del descanso).  Ya en el último cuarto, y con gente abandonando el pabellón, los Celtics llegaron a un máxima de 29 puntos, pero los locales maquillaron el resultado con un último parcial de 14-3, tirando de orgullo.

Durante los últimos minutos, Stevens guardó su artillería en el banquillo, pensando en el back-to-back ante los Wizards. Los aficionados de Philadelphia tendran que esperar hasta el martes para recibir a unos Phoenix Suns en horas bajas, que pese a ganar a Atlanta en los últimos días, pueden ser un rival asequible viendo la trayectoría ascendente del equipo (exceptuando este último encuentro).