Seguimos analizando a las promesas de cara al Draft 2016. Es turno de uno de los grandes favoritos a ser primer pick, el alero de Duke Brandon Ingram. Su técnica y sus cualidades físicas, junto a su trabajo e increíble margen de mejora, le sitúan como potencial All-Star.
Análisis anteriores en el mock de SomosBasket: Demetrius Jackson.
Con potencial para ser decisivo en ambos lados de la pista, Brandon Ingram es uno de los jugadores con más potencial del Class 2016. Con 18 años (02/09/1997) es muy joven y llegará a la NBA con 19 años prácticamente recién cumplidos y cuenta con una buena ética de trabajo. Nacido en Kinston, su posición natural es la de SF (small-forward/alero), mide 2.06 metros de altura, pesa 90 kilogramos y tiene una envergadura de 2.21 metros.
Esta temporada en la NCAA ha promediado 16.8 puntos, 6.8 rebotes, 1.9 asistencias, 1.1 robos y 1.4 tapones por encuentro en 34.2 minutos de media, con unos porcentajes del 41.3 por ciento en triples, 44.1 en tiros de campo y 68.8 en tiros libres con los Duke Blue Devils.
Puntos fuertes
Lo primero que destaca de este jugador es su físico. Tiene un cuerpo ideal para ser alero en la NBA. Con sus más de 2.06 metros en zapatillas y sobre todo sus 2.21 metros de envergadura, Ingram tiene un físico excepcional. Si es cierto que su composición es muy delgada, se nota a simple vista, con unas piernas muy finas. Esa falta de fuerza y músculo se ve compensada, en parte, por un salto vertical de élite. Con este físico ya es a día de hoy un gran finalizador por encima del aro, al principio sobre todo en alley-oops, pero su potencial como penetrador nos permite ver como cada vez deja mates más escandalosos. Su altura, envergadura y mecánica le permiten tirar por encima de la defensa, especialmente en la media distancia y en el poste.
Sus movimientos, no solo gracias a su físico pero su favorecidos por este, son muy fluidos. A pesar de ser delgado su anchura de hombros también le ayuda mucho, sobre todo para jugar cerca del aro. Pero no todo es ataque, con su físico Ingram tiene un gran potencial defensivo. Tiene que mejorar su posición defensiva, en ocasiones demasiado vertical, pero es rápido de pies y esto le ayuda a recuperar la posición o llegar a taponar. Cabe destacar que durante su año en Duke ha mejorado bastante este aspecto y se posiciona mucho mejor. Donde también tiene gran margen de mejora es en el aspecto reboteador. En ataque utiliza su envergadura para anotar sus propios fallos y en defensa busca el rebote, aunque el box out no sea una de sus especialidades.
La primera característica que viene a destacarse normalmente del alero de Duke es su anotación. Si bien es cierto que es muy versátil en este aspecto y tiene una mecánica muy buena, además de un amplio margen de mejora, no es para nada un anotador puro como es su principal comparación NBA, Kevin Durant.
Su mecánica es muy fluida y estéticamente roza la perfección, aunque en su periplo por la liga universitaria se ha visto incluso un ligero retroceso en este aspecto. Mientras que el Ingram de High School no dudaba y, podríamos decir, contaba con una mecánica más pura, el de NCAA ha dudado y errado bastante más. También es cierto que el nivel sube de forma considerable. Siguiendo con su mecánica, apenas mueve solo los brazos para el lanzamiento y ejecuta a gran velocidad, sintiéndose muy cómodo cuando puede dar un par de pasos antes para tirar.
En catch and shoot es realmente magnífico y su potencial es espeluznante. Utiliza una mecánica rápida, simple y muy efectiva. Con Duke le hemos visto tanto de alero tirando sobre defensores más bajitos o como PF en small-ball abriendo la pista. Eso lo podrá trasladar a nivel NBA pero para ejercer de PF necesita ganar más fuerza. También en tiro tras bote es realmente bueno, sobre todo por su IQ. Ingram tiene un manejo de balón sobresaliente para su puesto y altura, sabe leer la pista y aprovechar los espacios para encontrar su tiro. Si bien es cierto que con algo de espacio es letal, sobre todo en media y larga distancia, le cuesta algo más realizar buenos lanzamientos con oposición desde el triple de NCAA, por lo que esto en la NBA será un calvario al principio. Otro aspecto positivo es su footwork, muy desarrollado, que le permite encontrar buenas selecciones de tiro tanto por la izquierda como por la derecha.
Pero no solo desde la media y larga distancia tiene potencial Brandon Ingram. Su potencial como penetrador es prácticamente el mismo. Primero hay que volver a destacar su manejo de balón, su IQ y su capacidad para generar juego a sus compañeros, lo que podrían llevarle a jugar incluso de SG en el futuro. Utiliza su cuerpo para realizar fintas rápidas y breves de lado a lado, además de emplear a la perfección sus largas piernas para marcharse de sus rivales y un primer paso peligrosísimo. Desde el pick&roll es espectacular, tanto para anotar él como para encontrar al compañero. En este aspecto se le ha visto esta temporada jugar de ball-handler en el P&R como PF con el C como roll-man con muy buenos resultados, muy buen augurio para la NBA.
Su capacidad de generar juego para sus compañeros es algo que no suele destacarse pero que merece ser, como mínimo, mencionado. Si bien no es ni mucho menos un point-forward, Ingram es generoso, sabe pasar bien el balón, comete pocas pérdidas y puede ser un generador secundario de gran nivel a nivel profesional. No es ni un anotador puro ni un generador puro, pero tiene mucho de ambos, sobre todo de lo primero.
Por último destacar su edad como punto fuerte. A día de hoy todavía tiene 18 años y debutará en la NBA con 19 prácticamente recién cumplidos. Es de los jugadores más jóvenes de la camada junto a Dragan Bender y, entre otros, le saca más de un año a Ben Simmons o Skal Labissiere. También decir que explotó de forma tardía e incluso de HS a su año en Duke se ha visto una importante mejora. El potencial de Ingram en prácticamente todos los aspectos del juego, unos más limitados que otros, unido a su edad y su físico forman un jugador con un futuro maravilloso.
Puntos débiles
Los dos puntos débiles de Ingram eran muy claros y obvios cuando dio el salto a liga universitaria. El primero de ellos es su fuerza, el segundo es su actitud y comportamiento. Precisamente es en estos dos aspectos donde más ha trabajado esta temporada a las órdenes de Mike Krzyzewski.
Todo el artículo destacando su físico, pero es cierto que tanto la parte superior como la inferior de su cuerpo no están apenas musculadas. Tiene tiempo y margen de mejora para ponerse fuerte y coger algo de peso, no mucho eso sí ya que su estilo de juego se vería afectado. Al no tener esa fuerza desarrollada en ocasiones evita el contacto cuando penetra, aunque cada vez es algo menos visto, ha progresado mucho. También porque ha añadido una cantidad considerable de músculo a su cuerpo desde que llegó a Duke. Pero a pesar de la mejora en defensa los aleros le siguen buscando, especialmente en contraataque, y le atacan directamente. Los hombres grandes por su parte no tienen muchos problemas para desplazarle. En ataque esta falta de fuerza le evitan marcharse, en ocasiones, de su defensor y dejarle atrás.
Su actitud aparentaba ser su principal punto débil. Un joven de actitud relajada, sin una buena ética de trabajo y que daba muestras claras de pereza en pista, a pesar de todo su talento. En defensa se nota y es que su energía y su concentración vienen y se van de la misma forma. Uno de sus claros puntos a mejorar es su tendencia a flotar. Si se destaca su mejora en posicionamiento defensivo, hay que destacar que Ingram sigue empanándose y dando demasiado espacio a su rival. Al igual que su esfuerzo en el box out, donde si ha mejorado con los Blue Devils aunque le quede un buen camino por recorrer.
Todo esto llevaba a preguntarse a los expertos sobre si Brandon Ingram podía ser número uno del Draft por su mentalidad. A principio de curso los mocks le daban como uno de los mejores jugadores, pero no por delante de los entonces clarísimos picks uno y dos Simmons y Labissiere. Unos meses después Ingram ya es indiscutible top 2 y para muchos pick uno por delante de Simmons. Ha trabajado mucho mejor este año y disipado bastantes dudas, lo que lleva a pensar que en una buena organización con el entrenador adecuado podrá desarrollar todos los aspectos de su juego a pesar de lo verde que está.
Como he señalado en el párrafo anterior, Brandon Ingram no saldrá de las dos primeras elecciones del Draft, por lo que salvo traspaso o sorpresa mayúscula en la lotería terminará jugando para Sixers, Lakers, Celtics, Suns o Wolves. Ya dependerá del equipo que escoja primero si será Simmons o Ingram el pick uno y el otro, el dos.
La comparación NBA de este jugador es muy evidente, Kevin Durant. Pero si bien son muy similares en aspectos como por ejemplo el físico, en otro tienen diferencias notables a nivel NCAA. Lo primero que hay que saber cuando se compara a estos dos jugadores es en qué tipo de equipo estaban. Ingram en estos Blue Devils era un jugador sumamente importante, pero junto a él había otros nombres importantes. En aquellos Texas Longhorns, Durant era la referencia indiscutible, con el balón en las manos todo el rato y unos números salvajes. De hecho es el primer freshman de la historia en ser galardonado con el Naismith College Player of the Year, en 2012 se sumaría también Anthony Davis.
Partiendo de esa base se pueden observar diferentes estadísticas y tipos de jugadas para marcar más diferencias entre ambos. En el perfil físico, por ejemplo, Durant en NCAA era más alto, tenía una mayor envergadura y además era un poco más fuerte que Ingram. El de Duke tiene en este aspecto su arma principal en el salto vertical y llegará a la NBA con la mejor altura para un alero (no hay cifras oficiales de Giannis Antetokounmpo).
Antes de pasar a la anotación desde distintos puntos, comparemos su capacidad para ver, plantear y crear juego. Un dato muy esclarecedor es que Durant consiguió 11 partidos de 30 puntos o más, mientras que Ingram no ha llegado a esa cifra ni una vez. El uso de balón marca diferencias, un 25.4 por ciento para el de Duke y un estratosférico 33.2 por ciento para el de Texas. Brandon Ingram cuenta con un porcentaje de asistencias y de pérdidas mejor que Durant, por lo que la conclusión es obvia. Si bien KD es perfectamente capaz de pasar y realizar partidos de muchas asistencias, es un anotador puro con licencia para tirarse todo lo que quiera. Ingram, por su parte, no es nada egoísta, mueve el balón y es mejor pasador y generador de juego a nivel NCAA.
Kevin Durant jugó muchos aclarados con los Longhorns. Aprovechaban ese talento especial y poco habitual del alero para meter el balón por el aro tuviese el defensor/es que tuviese. En este apartado Ingram no ha tenido tantas ocasiones pero ha podido demostrar su talento. El jugador natural de Kinston generaba en este aspecto más puntos por posesión, mejores porcentajes, menos pérdidas y más tiros libres sacados que Durant. Una diferencia fundamental parece el bote, que si bien en Durant ya era muy avanzado, en Ingram parece aún mejor. A pesar del excelente manejo, Ingram no tiene todavía ni el cambio de velocidad ni la habilidad para anotar tiros difíciles que ya demostraba por aquel entonces el alero de Oklahoma City.
De nuevo en catch and shoot es Ingram el ganador, tanto en puntos por posesión como en porcentajes. Durant en cambio clavaba entonces los triples desde bien lejos, más allá incluso del rango NBA, y clavó bastantes. Por su parte Ingram se ha visto más limitado en esta faceta durante la temporada, mostrando talento pero poca efectividad en los tiros de tres de más rango.
El último aspecto en el que gana el alero de los Blue Devils es en el pick&roll. Ya se ha mencionado lo importante que es este recurso en su juego y esta temporada el P&R es el 30 por ciento de su ataque. Con muchas más posesiones totales en menos minutos (67-24), Ingram anota y asiste mucho mejor. Para poner en contexto este dato hay que comprender que en los últimos años el P&R es el recurso de moda en el baloncesto, con diferencia el más utilizado, por lo que especializarse en él es fundamental. A pesar de esto, Durant ya mostraba potencial.
Hay dos aspectos donde gana KD ampliamente. El primero es como finalizador cerca del aro, con mejores porcentajes y más tiros libres sacados. Ambos jugadores comparten en su año freshman una característica negativa, y es que en ocasiones evitan el contacto y no lo saben absorber bien. La diferencia aquí la marcan las bombas, un recurso muy utilizado por Durant y que en NCAA ya empleaba cuando no podía superar a su defensor con buenos porcentajes. Ingram ha utilizado también este recurso pero con unos porcentajes realmente malos (34 por ciento).
Por último está el juego al poste, donde Durant era amo y señor en la NCAA. El Longhorn tuvo muchas más posesiones (112-27), ya que su poderío era digno de elogio. Mejores porcentajes, más puntos por posesión y menos pérdidas. En la NBA se ve mucho como se busca al alero al poste, desde donde es espectacular, con un arsenal de movimientos increíble y una tasa de letalidad brutal. Ingram ha jugado menos al poste, enseñando muchos menos recursos y viéndose más limitado. A pesar de esto generaba casi los mismos puntos por posesión que Durant (0.86 por 0.85) y tiene el potencial para desarrollar un sólido juego al poste.
Después de esta extensa pero obligatoria comparación de Brandon Ingram con Kevin Durant solo queda añadir que el propio Ingram en 2014 dijo modelar su juego «en torno a las figuras de Austin Daye, Tayshaun Prince y por supuesto Kevin Durant». Por aquel entonces los scouts tildaron esas declaraciones de sumamente optimistas y poco realistas, pero con el buen trabajo que ha realizado desde entonces, especialmente en Durham, estas declaraciones son cada vez más reales.
Físicamente son prácticamente iguales en su paso por NCAA, además de contar ambos entonces con una mecánica muy rápida y fluida y un manejo de balón muy destacado para su altura y posición. También ambos con un cuerpo de composición delgada que necesitaba cargarse de músculo en los años venideros pero con diferencias claras. A nivel personal está claro que Ingram tiene todo lo necesario para ser un gran anotador a nivel NBA, pero dudo bastante que llegue a ser la máquina de acribillar aros que es Durant. Como generador de juego si será mejor, ya lo es a nivel universitario, que Durant, un gran plus. Luego en el apartado defensivo ha progresado mucho este año, lo que puede llevarle no a ser un especialista pero sin un destacado defensor que aproveche ciertos emparejamientos para ser decisivo. Con el trabajo mostrado esta última temporada Brandon Ingram va a crecer muchísimo y puede llegar a ser, sin problemas, All-Star en la mejor liga del planeta.