Hace unos días asistí a una mesa redonda organizada por la universidad Isabel I en la que el tema a tratar era “El futuro del Baloncesto”. En ella, Alfonso Reyes (Presidente de la ABP), Jesús Martínez (Presidente del San Pablo Inmobiliaria Burgos), Evaristo Pérez Teorices (Ex seleccionador femenino) y Ana Isabel Angulo (Jefa de deportes del Diario de Burgos) daban su visión personal sobre el devenir del deporte de la canasta. Transcurridos ya unos cuantos días y maduradas las ideas, creo que es hora de sacar mis propias conclusiones a la palestra.
Estamos de acuerdo en que la difusión del baloncesto por parte de los medios de comunicación deja mucho que desear ¿No?; así lo exponía el propio Jesús Martínez, quien no entendía que con tantos canales de televisión como los que hay en la actualidad a nivel nacional, ninguno haya emitido ni un solo partido de los Playoffs de la LEB Oro. Hasta ahí todos de acuerdo, vale. Pero creo, y más en los tiempos que corren, que tanto los clubes como la propia federación tienen la necesidad y en gran medida la obligación de generarse ellos mismos su propia difusión. Porque hoy en día los clubes no se pueden sentar a esperar a que los medios vengan a difundir su producto, no; la oferta de contenidos es tan amplia que deben ser los propios equipos los que se esfuercen por atraer al público e interaccionar con el mismo a través de la creación de contenidos atractivos y de calidad, y es ahí donde internet ofrece infinidad de posibilidades y juega un papel imprescindible, con unos costes además muy reducidos. Porque si un deporte quiere generar repercusión social e incrementar su volumen de negocio tiene que suponer una oferta de ocio que alcance a la mayor cantidad posible de público, y no se puede aspirar a esto solamente con un partido de hora y media a la semana, el producto debe estar presente los siete días de la semana, a través de vídeos, entrevistas, reportajes, contenidos, interacción en las redes sociales… que lleven al club a ser cercano con la gente.
Por otro lado, en la situación actual, en la que ni ACB, ni Euroliga ni NBA ofrecen sus partidos en abierto, creo que la FEB lo tiene en bandeja para abrirse un hueco entre los espectadores. Y sinceramente no entiendo porque no hace el más mínimo esfuerzo por intentarlo. ¿Qué las televisiones no quieren emitir tus partidos? Vale, pero creo que una plataforma como FEB TV se podría mimar mucho más. Y creo que los aficionados al baloncesto tampoco pedimos mucho. Personalmente me conformaría con una calidad de imagen aceptable, un cámara que siguiese el juego con fluidez, un marcador en la parte baja de las pantallas y un acuerdo con radios locales para la narración de los partidos. Y a partir de ahí empezar a mejorar y a crecer como medio. Llamadme loco, pero pienso que solo con esto, la federación sería capaz de atraer patrocinadores a este espacio e incluso generar ingresos, ¡Que locura!. Pero por desgracia, aún estamos a años luz de esto.
Muy en relación a lo que voy contando, no debe haber ninguna duda sobre mi convicción de que los clubes deben cuidar y ofrecer un trato especial a los aficionados, a aquellos que sienten los colores de su equipo, pero volvemos a lo mismo; si un club, un deporte, quiere incrementar su repercusión y su volumen de negocios no puede conformarse solo con contar con unos aficionados fieles, tiene que atraer consumidores, consumidores de baloncesto. Sin dejar de lado al hincha incondicional, hay que tratar de vender el baloncesto como un producto de ocio que compita con el cine, los conciertos, etc. como oferta cultural y de entretenimiento, conseguir que la gente se acerque a los pabellones y se pegue a sus pantallas. Y no podemos pretender llegar a esto únicamente con un partido “soso” a la semana con un ambiente “insípido” en los pabellones (en Burgos por suerte esto no pasa, pero muchos entenderéis lo que digo), hay que “aliñar” el baloncesto con speakers, animador@s, spots promocionales, espectáculos de diverso tipo, experiencias especiales…. Al fin y al cabo elementos que añaden valor al propio producto “baloncesto” y lo hacen más atractivo para el potencial consumidor. Si echáis un ojo al otro lado del atlántico quizás lo entenderéis mejor ¿O acaso no conocéis a más de una persona que no sería capaz ni tan siquiera de nombrar a cinco jugadores de la ACB pero se conoce de memoria a todas las estrellas de la NBA? ¿Por qué?, porque la NBA vende baloncesto, pero a la vez vende ocio y entretenimiento, cuida su producto. Y estoy convencido de que nuestro producto es igual de atractivo que el suyo, pero hay que venderlo un poco mejor.
Yo no soy quien para decirles a los profesionales que trabajan para cada club o para la federación que deben y que no deben hacer, pero en mi opinión, aparte de lamentarnos por la poca difusión que dan las televisiones a nuestro deporte, quizás deberíamos (deberían) preguntarse qué pueden hacer ellos porque su producto tenga una mayor repercusión.