Los picks de lotería de los Suns en 2016
Los dos mejores interiores de su camada
Finalmente, los Suns encontraron una manera de llevarse a los dos mejores interiores del Draft: Dragan Bender y Marquese Chriss. Primero eligieron a Bender con su pick y más tarde saltó la sorpresa. Sacramento había enviado su elección a Phoenix a cambio de los derechos de Bogdanovic, quien hacía solo unas horas había afirmado que permanecería en Europa un año más, y las elecciones 13 y 28, las cuales usaron los Kings para elegir a Georgios Pappagiannis y a Skal Labissiere. De esta manera se hacían con los dos interiores que más les habían gustado y los que más potencial tenían, así no se veían obligados a elegir entre uno de los dos. Al principio se tomó como una jugada perfecta de Ryan McDonough, pero ¿lo es tanto? En Rise of the Suns lo analizamos.
Dragan Bender
El actual jugador del Maccabi de Tel Aviv es el prototipo de interior del futuro. Con 2,16 metros de altura, 99 kg y 2,19 metros de envergadura, es el modelo de cuatro abierto que buscan todos los equipos ahora mismo. Es decir, un interior que puede jugar por fuera y por dentro, que tira de tres y abre la pista, pero que no rehúye el contacto en la pintura pese a tener que ganar todavía mucha masa muscular, algo que le limita en penetraciones. Es decir, la versatilidad personificada.
El croata presenta una gran agilidad que le permite correr muy bien la pista. Basa su estilo en jugar de fuera a dentro gracias a su agilidad y a que no tiene miedo al contacto físico. Posee una gran capacidad de pase, aderezada con una gran visión de juego, lo que le permite ser un distribuidor letal desde el perímetro. Presenta un gran rango de tiro, algo que en los últimos tiempos se está convirtiendo en habitual para los hombres altos. Ese tiro es en lo que se está centrando para mejorar, a la espera de ganar músculo para ver favorecido su juego en la pintura, donde además, presenta un grandísimo juego de pies para un jugador de su edad. Tiene el potencial para convertirse en uno de los mejores stretch-forwards del futuro, ya que también presenta una de las skills más valoradas actualmente en cualquier jugador. La versatilidad en defensa.
A pesar de su altura, Bender tiene movimientos de alero y tiene un gran porcentaje de éxito cuando le toca emparejarse con hombres pequeños en los cambios defensivos, al ser un gran defensor perimetral, con un desplazamiento lateral excelente, una gran IQ, muy rápido de manos y pies y excelente en la defensa del pick&roll. Ese potencial defensivo también hace aparición cuando se trata de intimidar en la zona, de ser un rim protector, donde Bender muestra unas aptitudes sobresalientes, ya que tiene la altura y envergadura para llegar a ser decisivo en esta faceta (todo en base a ganar masa muscular). Todo este arsenal defensivo hace de él un más que posible futuro defensor de élite.
Sin embargo, pese a las características en ataque que posee, no es un jugador que destaque por anotar, sino por distribuir el juego gracias a esa visión que posee y que ya se ha explicado. Cuando le toca tirar es algo inconsistente, que por otro lado, es algo normal en jugadores tan jóvenes, aunque siempre hay excepciones, y el poco cuerpo que tiene, pues tan solo pesa 98 kilos, le limita en el juego interior aunque no tenga miedo al choque.
Hoy por hoy, Bender está más verde que un pasto en Galicia, por lo que no tendrá un impacto inmediato. Sin embargo, es un jugador que hace cosas, lo intenta y aunque tenga que pulir cosas, acabará rindiendo excepcionalmente. Diamante en bruto.
Marquese Chriss
Este jugador es uno de los más interesantes de su camada, debido a su increíble potencial ofensivo, pero también a los agujeros que presenta, pero que si repara debidamente, puede convertirse en un gran jugador.
El jugador de 18 años presenta unas características atléticas que pocos jugadores de su altura en el Draft de este año poseen, lo que le hacía uno de los hombres que, según las predicciones, iban a salir en las primeras posiciones.
El ya exjugador de la Universidad de Washington tiene una altura normal para un power-forward, 205 centímetros, pero un peso que le hace tener una corpulencia considerable: nada más y nada menos que 102 kilos. Esto va sumado a 2,15 metros de envergadura, lo que le permite llegar perfectamente a las líneas de pase. Posee una gran versatilidad ofensiva, sorprendente dada su juventud, al tener 18 años todavía. Chriss es un 4 de manual, a pesar de que algunas voces afirman que puede jugar de alero. Estas voces se basan en que es un atleta súper explosivo, un gran saltador que finaliza muy bien cerca del aro, normalmente de manera espectacular, y que corre fenomenal el contraataque. Aparte de esa capacidad de salto cuando está corriendo, también posee una potencia espectacular cuando está quieto. Esta fuerza la utiliza también cuando se trata de atrapar rebotes ofensivos. No es un especialista, pero es poseedor de un gran timing sumado a esa potencia física, lo que le hace capturar varios rebotes ofensivos por partido, de los que siempre saca buenas opciones para anotar.
En el apartado defensivo, tiene cosas por mejorar, pero su gran desplazamiento lateral le hace un potencial buen defensor (no tanto como Bender). Este desplazamiento le hace capaz de defender sin ningún problema a bases o escoltas tras un switch en un bloqueo. Es un defensor excelso, pero impresiona observar que promedia casi 2 tapones por partido.
Chriss hace gala de una gran agilidad, de la que saca mucho provecho en situaciones de 1×1, con un potentísimo primer paso y una buena movilidad en transiciones. Es otro jugador muy versátil. Ya se ha hablado de que corre muy bien la pista y es un excelente saltador, pero es que también es un buen tirador desde más allá de la línea de tres puntos (distancia NCAA), al anotar el 35% de sus 60 intentos desde más allá de la línea esta temporada.
Pero sus armas en ataque no solo se reducen a correr y a tirar, sino que también puede atacar perfectamente desde el poste alto, donde genera muchas ventajas, al saber tirar desde media distancia o intentar jugar de fuera a dentro fintando a su par y entrando a canasta, al no rechazar el contacto. Sin embargo, según nos acercamos al poste bajo, llama la atención como, con el amplio rango de movimientos que tiene debajo del aro, sea tan poco efectivo.
Sin embargo, Chriss muestra una debilidad enorme: el rebote defensivo. Esto se debe a su falta de concentración y a que no hace los box out en su propio aro. Al ser un jugador bajito, otros power-forwards le superan con relativa facilidad. Aquí entramos en el apartado de fundamentos defensivos.
Marquese Chriss es un excelso defensor, pero es cierto que tiene que trabajar mucho sus fundamentos para llegar a ser algo más importante atrás. Además, en el poste bajo le suelen ganar debido a su lacra de centímetros, al igual que en el rebote.
Es un jugador que si le saben pulir pueden sacar mucho rendimiento de él, aunque es una incógnita. Puede salir una estrella o un jugador muy normalito.
¿Se puede jugar con Bender y Chriss en el mismo quinteto?
No es seguro que compatibilicen, pero no tendrían por qué no hacerlo. Los dos son jóvenes, ahora mismo ambos tienen 18 años, y los rookies no se suelen entender mal. Los dos tienen unas habilidades parecidas: ambos pueden tirar de tres puntos, anotar (Bender no tanto, de momento) y defender correctamente.
La respuesta es sí, pueden jugar juntos. Bender encaja en el 3 y en el 4, al igual que Chriss, por lo que pueden alternarse sin ningún tipo de problema.
Ahora mismo los dos son un prototipo del nuevo hombre alto en la NBA, al poseer habilidades de un “bajito” tradicional en cuerpos de pívot. Chriss es corpulento para medir 2,05, ya que pesa 102 kilos. Bender mide 2,16 y tan solo pesa 98 kilogramos, por lo que todavía es muy delgado para fajarse con los enormes jugadores interiores que hay hoy en día en la liga, pero su fama es de luchador con garra y de no rehuir el contacto, por lo que sobre eso no hay que preocuparse. Al principio le costará, pero a poco que gane músculo tendrá cada vez menos problemas.
De aleros a pívots
Una de las declaraciones que nos dejó Earl Watson y que más cola ha traído ha sido cuando ha afirmado que ambos jugadores podrían desempeñarse en la pista en las posiciones de alero hasta pívot. ¿Hasta dónde es cierta esta afirmación?
Bien, es cierto que Dragan Bender se mueve por la pista como un alero, tiene muy buenos desplazamientos laterales cuando está emparejado con pequeños y es capaz de tirar. Para jugar de alero en momentos puntuales está bien visto, pues aunque le falta explosividad y fuerza, puede rendir bien, debido a sus habilidades. Además, sacaría ventajas al estar emparejado en ataque con un jugador más pequeño que él. Eso sí, en ningún caso se le puede atar a esa posición durante su carrera, pues sus características encajan más con la posición de stretch-forward. Pero, como ya he dicho, puede jugar de alero en momentos puntuales sin ningún problema.
¿Y Marquesse Chriss? Más de lo mismo. Quizás su cuerpo esté más preparado para la posición de forward que de Bender, al tener menos altura pero más masa muscular. Chriss tiene el físico para ser un alero de calidad, pero sus habilidades al poste alto hablan de él muy bien como 4. Al poste bajo todavía tiene cosas que pulir, pero a poco que lo haga conseguirá más efectividad en la pintura. Sin embargo, pasa como con el croata, lo puedes usar en momentos puntuales, o en alguna emergencia, y te puede dar un perfecto rendimiento tanto por fuera como al poste alto.
Estos han sido los dos lottery picks de los de Arizona, dos interiores con mucho potencial que ahora mismo son una incógnita, pero que si les sabes tratar, lo más seguro es que te salgan dos interiores top en la liga. Hoy están verdes, qué digo, verdísimos, al no jugar a un nivel demasiado alto durante la temporada, pero démosle un voto de confianza al frontoffice Sun, que ya ha demostrado de sobra saber elegir en los Drafts.