En la pasada madrugada, los Golden State Warriors recibieron en el Oracle Arena a unos Atlanta Hawks que con la incorporación de Dwight Howard al equipo, han conseguido firmar un inicio de temporada bastante convincente, y mejor de lo esperado por cualquier aficionado a la NBA. Sin embargo, los Warriors llegaban al enfrentamiento con una racha de victorias de 11 partidos.
En el inicio del partido, se observó cierta igualdad entre ambos conjuntos, pero a medida que fueron avanzando los minutos, a la mitad del cuarto, los Atlanta Hawks dispusieron de cierta ventaja, aunque inmediatamente de la mano de Kevin Durant este hecho se anuló y las cosas volvieron a sus estándares a final del cuarto, concluyendo el mismo por 29-27. En el segundo parcial, el partido bajó de revoluciones, y ambos equipos redujeron su intensidad tanto ofensiva como defensiva, aunque los del Estado de Georgia aprovecharon para lanzar una ofensiva y ponerse por delante en el marcador, disponiendo de una superioridad que les duraría hasta finalizar el cuarto, del que se fueron ganando por 50-53.
A la vuelta del descanso, la tónica que establecieron los Hawks previa al descanso pareció mantenerse, a pesar de los esfuerzos de los dubs, pues a cada canasta local los visitantes tardaban poco tiempo en responder con otra cesta. Aunque no por ello consiguieron zafarse de los subcampeones en el marcador, pues se hablaban de diferencias de 5 puntos, o de 3. Tras un par de ocasiones en las que se empató el marcador, el equipo dirigido por Budenholzer seguía imponiéndose en el marcador, y con más autoridad que nunca en el partido. En los compases finales del cuarto, los de la bahía reaccionaron, y redujeron la desigualdad hasta plantarse 80-81 para empezar el último cuarto.
En la docena final de minutos, el partido fue un carrusel de emociones para la grada local, que hasta entonces no había visto en esta temporada un partido tan igualado, en el que un mínimo fallo de concentración le podría costar a los dubs la victoria. Un buen arreón anotador inicial les dio oxígeno para jugar el cuarto, pero siempre tenían la espada de Damocles personificada en los Hawks, amenazando con la remontada de Atlanta. Finalmente, por suerte para los Warriors y por desgracia para los Hawks, el liderazgo ‘dub’ en el marcador se mantuvo todo el último cuarto, ganando el partido 105-100
Entre los mejores del partido es obvio mencionar el partidazo de Kevin Durant, que encestó 25 puntos y atrapó 14 rebotes, además de colocar 2 tapones. Dennis Schroeder fue el mejor de los suyos con 24 puntos y 6 asistencias. Los Warriors jugarán su próximo partido el jueves ante los Houston Rockets en casa, mientras que Atlanta continuará su gira por el oeste para enfrentarse a los Suns el miércoles.