Jalen Green, uno de los mejores jugadores de ‘highschool’ en Estados Unidos y uno de los favoritos para ser número 1 del Draft de 2021, ha comunicado que no tomará el camino usual de la NCAA y jugará la próxima temporada en la G-League.
El número 1 en el Top 100 de ESPN de jugadores de instituto firmará un contrato en la liga de desarrollo en su programa de formación para futuras estrellas, que ya estrenaron la pasada temporada pero que ninguna promesa había probado hasta ahora. Recibirá un salario de 500.000 dólares a lo largo de la temporada.
Jalen Green jugará en Los Ángeles, en una nueva franquicia de la liga de desarrollo donde podrá competir vestuario con otro jugador muy valorado para el Draft de 2021. Isaiah Todd le acompañará en este nuevo equipo del que se conocen pocos detalles, y que entra en la competición para equilibrar el número de equipos ante la incorporación de los Capitanes de Ciudad de México.
Poco a poco, las jóvenes promesas están diciendo ’no’ a la NCAA de manera clara mientras se acumulan los casos polémicos por la poca flexibilidad de la competición y los continuos casos de corrupción que han sacudido los cimientos de la liga universitaria. Otros jugadores ya habían tomado una decisión parecida, siendo LaMelo Ball y R.J. Hampton los dos casos más recientes, aunque poniendo rumbo a Australia en lugar de tener la oportunidad de quedarse en Estados Unidos con esta alternativa. Ahora podemos comprobar la efectividad de este programa, mientras que el de la NBL australiana ha sido todo un éxito.
Según ha confirmado Adrian Wojnarowski, el exjugador de la NBA y asistente de Minnesota Timberwolves, Sam Mitchell, podría ser el entrenador de Green y Todd en este nuevo equipo que se implantará en el sur de California.