Tres apuntes del inicio de temporada de los Pelicans. ¿Están cerca los Playoffs?

¿Están dando el salto definitivo a la élite?

Esta es la temporada del salto a la élite. Del «do» de pecho. El año en el que los jóvenes tienen que dejar de ser tan jóvenes y dar un paso adelante. Los Pelicans han comenzado con muy buenas sensaciones; cuatro victorias y la cuarta plaza del Oeste por ahora, en un año en el que las victorias valen mucho más con el recorte de calendario.

¿Son un candidato sólido para los Playoffs? Todavía no se sabe. ¿Tienen mimbres para poder luchar? Por supuesto, y lo están demostrando. Estos son tres apuntes interesantes para desgranar dichas sensaciones.

Rotación corta

Lo que mas esta llamando la atención de este inicio de temporada son, sin duda, las rotaciones. Tras cinco años de desorden puro en este apartado, de pruebas constantes y experimentos casi en cada partido, Van Gundy esta apostando por lo diametralmente opuesto, de una manera tan exagerada que será difícil ver partidos con más de 9 jugadores utilizados en minutos importantes. En los siete partidos que llevamos, exceptuando el encuentro ante Phoenix Suns, que se decidió pronto, sólo en tres ocasiones han sido utilizados un mínimo de diez jugadores, y sólo en un partido más de 8 jugadores han sobrepasado los 10 minutos. Esto habla, además de que SVG sigue siendo un hombre de ideas fijas y, porqué no decirlo, un poco vintage, de una eficaz planificación de plantilla en cuanto al núcleo sólido de talento, al igual que de una ineficaz planificación de plantilla en cuanto a secundarios. Los cinco titulares, que por ahora son Lonzo Ball, Eric Bledsoe, Brandon Ingram, Zion Williamson y Steven Adams, están mostrando a un nivel muy alto, mientras Josh Hart se convierte en el sexto hombre del equipo, algo que indica muchas lecturas positivas, como el desarrollo de los jóvenes o la adaptación de las nuevas piezas… casi tanto como una negativa; los descansos van a ser contados, y puede ser complicado poder implicarlos a medida que madure la temporada. 

Zion sin restricciones, Ingram sin reemplazo. Fuente: Ball Durham

Y los más perjudicados de una rotación de nueve jugadores están siendo Kira Lewis Jr y Willy Hernangómez, obviando a jugadores de «relleno» como Sindarius Thornwell o Naji Marshall. El primero, para ser objetivos, sigue sin estar preparado para aportar al máximo nivel en un equipo NBA que vaya a pelear por post-temporada (el año pasado sí podía haber jugado más). No obstante, desde una perspectiva de futuro, es difícil plantear un escenario en el que Kira no tenga minutos a medida que vaya avanzando la temporada (por ahora, sólo ha jugado 12, repartidos en dos partidos), pero también hay que entender que debe trabajar mucho en el plano de sus carencias: el físico, la implicación en la ofensiva con sus compañeros y la inconsistencia en el tiro. Por ahora, Nickeil-Alexander Walker está por delante.

Y Willy… Willy no se sabe. Pensando en el largo plazo, ya que tanto él como Hayes sufren defensivamente, es preferible darle los minutos a Jaxson antes que a él, y desde una perspectiva de presente es toda una incógnita; nadie sabe si puede alcanzar la regularidad suficiente como para ayudar en un equipo competitivo. Él si que lo va a tener muy complicado para ganar regularidad, aunque puede ser un buen activo cuando haya que dar descanso.

Steven Adams, imprescindible

Steven Adams es el pegamento que mantiene unido al equipo, en ataque y en defensa; en ataque porque concede las suficientes segundas oportunidades como para amortiguar la inconsistencia en el tiro de jugadores como Eric Bledsoe o Zion Williamson (e incluso de JJ Redick, aunque hay tiempo todavía para desarrollar esto), y en defensa porque es, a falta de un alero alto consistente, el único capaz de mantener el balance correctamente. Además de, por supuesto, aportar ese punto de garra gladiadora e imponerse dentro de la pintura, algo que sí permitía Derrick Favors pese a ser físicamente superior.

Podemos decir sin temor a equivocarnos que ahora mismo es el tercer jugador más importante del equipo, por detrás de Zion Williamson y Brandon Ingram, y que cambiarlo supone un problema a estas alturas, pues la falta de un suplente de garantías obliga a SVG a mantenerlo buena parte del tiempo en pista (siendo ya de por sí un hombre de pocos cambios y de rotaciones fijas). Donde más patente quedó todo esto fue en el encuentro ante Miami Heat. En esta comparativa, podemos ver el impacto defensivo que tiene Adams frente a los otros dos pívots del equipo; Nicolo Melli y Jaxson Hayes. Los Pelicans acumularon 18 minutos sin el center en pista, pero en ese tiempo, los Heat tuvieron un parcial de +18. Los minutos en el último cuarto con Adams ausente los jugó Zion de 5, pero la sangría se produjo al inicio del segundo cuarto, con Hayes compartiendo pista con Williamson.

¿Qué le pasa a JJ Redick?

Crisis de lanzamiento de JJ Redick. Fuente: New Orleans Pelicans

Estamos fácilmente ante la peor racha de tiro de JJ Redick en toda su carrera. Es incomprensible, y más todavía estando Van Gundy, su mentor, en el banquillo. Redick es una de las llaves fundamentales del sistema, pues es el mejor tirador de un equipo que no va tan sobrado de anotadores abiertos como la pasada temporada. Su rol iba a crecer esta temporada, pero está dejando sus peores números en este inicio; 7,3 puntos en 21,5 minutos, con un 24,3 % en triples. Estas son sus cartas de tiro tras un primer partido muy enchufado (6/11 frente a Toronto Raptors). Los números hablan por sí solos:

  • 1 de 5 ante Miami Heat.
  • 0 de 6 frente a San Antonio Spurs.
  • 0 de 2 contra Phoenix Suns.
  • 1 de 4 con Oklahoma City Thunder.
  • 0 de 3 ante Toronto Raptors.
  • 1  de 6 contra Indiana Pacers.

Es incomprensible. Sobre todo, porque no se puede decir que  no esté teniendo oportunidades, ni que esos tiros sean tiros forzados, porque no lo son. Nadie entiende el motivo de una bajada de rendimiento tan brusca. Se hace difícil poder comentar cómo un especialista en este sentido puede encadenar tres triples anotados en 26 intentos (!!), pero se hace mucho más difícil justificar su presencia en pista desde un punto de vista defensivo, el que siempre ha sabido compensar con el lanzamiento y en el que Josh Hart por ejemplo, empieza a ganar enteros. Debe salir de inmediato de esta mala racha para poder acumular más minutos, y lo más importante, ayudar al equipo, que se queda sin su tirador más fiable y uno de los jugadores más importantes en el esquema ofensivo.


Estos ya Pelicans de Van Gundy tienen algunos desajustes que deben atender, pero no se puede decir que este comienzo sea desalentador. Al contrario. Victorias importantes como la del season opener con Toronto o el triunfo ajustado de San Antonio nos muestran un equipo decidido a competir, correcto en la parcela defensiva y con la cara totalmente lavada desde la burbuja. El coach parece dar con la tecla; los nuevos se están adaptando bien y los jóvenes siguen prosperando adecuadamente.

El 4-3 es reflejo de un buen trabajo. El año pasado fue un 1-7.