Lamarcus Aldridge: listo para todo

Como todos sabemos, hay determinados jugadores que por jugar en grandes equipos o por tener un determinado estilo de juego, son muy seguidos por un gran número de fans lo que hace que vendan más camisetas y puede que obtengan más votos en el All-Star de los que sólo viendo las estadísticas deberían. Los llamados “mercados grandes” son a veces factores muy a tener en cuenta en el desarrollo de jugadores tanto para bien como para mal, véase el caso de Howard, que acabó huyendo de una ciudad con una gran presión, o el de Tony Parker, que nunca ha acabado de ser valorado justamente.

Entre los “mercados grandes”, encontramos los equipos que todos nos conocemos de carrerilla: Los Ángeles, Boston o Chicago son algunos de ellos. En esas ciudades, la afición es mucho mayor, hay un mayor poderío económico por parte de los equipos y una mayor proyección internacional. El gran público se fija más en los jugadores ya que sus partidos son televisados nacionalmente con gran frecuencia, sobre todo si cuentan con un buen equipo; las compañías suelen ofrecer a sus jugadores ser los protagonistas de sus campañas publicitarias; la financiación para nuevos estadios o fichajes es mucho más sencilla de obtener… En definitiva, los focos están sobre ellos.

Por ello, grandes trabajadores como Lamarcus Aldridge pasan muchas veces desapercibidos para el gran público. Pocos aficionados saben que Aldridge ha participado dos veces en el All-Star, además, a pesar de la gran temporada tanto individual como colectiva que está firmando con los Blazers, nada hace indicar que vaya a ser incluido entre los titulares del partido de las estrellas debido a los presumibles moderados votos que recibirá en relación a rivales más populares como Kevin Love o Blake Griffin.

El “4” de los de Portland, que recientemente ha sido nombrado Jugador de la Semana del Oeste gracias a unos impresionantes números de26.3 puntos, 12.8 rebotes y 4.5 asistencias, ha sido definido desde NBA.com como un jugador imparable ofensivamente que hasta ha sido comparado con Dirk Nowitzki por su gran “fadeaway”. Su amplio registro de movimientos al poste tanto bajo como alto sumado a su buena muñeca de media distancia y su poderío rebotador hacen que sea un baluarte ofensivo si bien no destaca especialmente en defensa. Este aspecto de su juego que todavía necesita mejorar se compensa con su compañero en la zona: Robin López, quien basa su juego en la protección de su aro y en los rebotes lo que contrasta con una aportación ofensiva modesta.

El que iba a ser el complemento perfecto para la dupla Odden-Roy, desgraciadamente frustrada por las lesiones, se ha acabado revelando como el pilar necesario para que Portland pueda por fin dar la sorpresa en Playoffs en el corto plazo. Junto a Lillard, un gran Wesley Matthews y un consistente Nicolas Batum, Aldridge y los Blazers siguen a la cabeza del Oeste con un sorprendente 17-4 y el mejor récord fuera de casa: 9-2. Este equipo que apuesta por los partidos de muchos puntos, está considerado como una sorpresa que acabará cayendo a los puestos medios o bajos de Playoffs en la dura Conferencia Oeste.

De cualquier manera, mientra Lamarcus Aldridge siga firmando partidos a este gran nivel, podremos disfrutar de un jugador hecho a sí mismo que puede guiar a un equipo caracterizado por su histórica mala suerte a los mejores resultados en muchos años. Por edad y por juego es su año, sólo queda trasladarlo a su equipo y aguantar hasta el final ahí arriba. Quizá pueda soñar con un MVP, lo único que sabemos es que LA está listo para todo.

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