Desde que llegase a la NBA, tras ser elegido en la primera posición del Draft de 2004 por los Orlando Magic, Dwight Howard ha demostrado, además de una capacidad física envidiable (adquiriendo con el paso de los años uno de los cuerpos más trabajados jamás vistos en la NBA), una personalidad divertida y afable. A veces quizás incluso demasiado.
Muchas veces se le ha achacado a Dwight el no tomarse las cosas en serio, una falta de madurez impropia de un jugador de 28 años. Pero recientemente, en un reality show llamado «The Dwight Howard Show» (y que, como habréis adivinado protagoniza el ahora pivot de los Rockets), el jugador ha confesado que su actitud desenfadada tiene una explicación que va mucho más allá:
«Para los que no lo sepan, mi madre perdió 7 hijos antes que a mi. ¡Siete! Esos son muchos niños. Y yo debía haber sido el octavo»
«Nací prematuramente, con 2 meses de adelanto. Era muy, muy, muy pequeño, tanto que cabía en la palma de la mano de mi padre. No debería haber sobrevivido. De hecho el doctor le recomendó a mi madre que guardara 7 meses de reposo.»
«No debería estar aquí hoy. ¡Pero lo conseguí! Así que voy a sonreír y a disfrutar mi vida. Me lo voy a pasar bien, ya que, como digo, no debería estar aquí.»
Así pues, con una dura historia detrás, con tintes de superación y ganas de vivir, ahora se entiende un poco mejor la personalidad del center, que podrá haberse ganado el odio de muchos aficionados tras el abandono de LA la temporada pasado..pero a tenor de lo expuesto, no parece que le vaya a preocupar en exceso.