Los Blazers ganan en la prórroga (1-0)

PORTLAND TRAIL BLAZERS 122-120 HOUSTON ROCKETS

El Toyota Center de Houston se vestía de rojo para recibir su primer partido de los Playoffs 2014, enfrentándose el equipo local contra los Portland Trail Blazers. El #4 y #5 del Salvaje Oeste empezaban su primer partido de esta primera ronda, dónde uno de los dos pasará a enfrentarse o bien contra San Antonio Spurs, o bien contra Dallas Mavericks por conseguir un puesto en la Final de la Conferencia Oeste.

Análisis y claves de la eliminatoria. Previa: Rockets vs Blazers aquí

PORTLAND TRAIL BLAZERS 122-120 HOUSTON ROCKETS

Tal y como se esperaba, el partido tuvo un ritmo alto de anotación, y eso que a jugadores como James Harden o Damian Lillard les costó entrar en el partido. Tras una buena remontada de los Blazers en el 4º cuarto, el partido se marchó a la prórroga, donde los de Terry Stotts se llevaron el encuentro por solo 2 puntos.

Con esta victoria, Portland pone el 1-0 en el marcador y le roba la ventaja de campo a Houston, que tendrá que sobreponerse a la lesión de Patrick Beverley.

Lo primero que hay que destacar es el partido de LaMarcus Aldridge, que fue el máximo responsable de la victoria de su equipo consiguiendo unos números de 46 puntos y 18 rebotes, guarismos que en Playoffs solo hemos visto desde 1986 en jugadores de la talla de Charles Barkley, Dwight Howard, Shaquille O’Neal y Hakeem Olajuwon.

Aldridge fue un martillo pilón, destrozando y moldeando a su gusto el juego interior de los Rockets. De Terrence Jones abusó gracias a su físico y su madurez como jugador, sin darle una sola posibilidad de respiro, y con Howard y Asik, mejor físicamente para pararle, no fue muy distinto, y les impartió una clase express de fundamentos ofensivos.

Estos 46 puntos de LA son su carreer-high, superando los 44 que les endosó a los Nuggets este mismo año (23/1/2014), el tope de un jugador de los Blazers en unos Playoffs y la primera vez que un jugador hace 46+ puntos, 18+ rebotes y 2+ tapones desde que lo hiciera Hakeem Olajuwon en los Playoffs de 1987 contra Seattle.

Poco más hay que decir de una magnífica actuación de LaMarcus Aldridge, que sigue demostrando porque es el mejor ala-pívot de la NBA.

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Cuadro de tiro de LaMarcus Aldridge en el Game 1

Pero Aldridge no estuvo solo, Damian Lillard, la joven super-estrella de estos Blazers, se estrenó de lujo en su primer partido de Playoff con 31 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias. Además de sus números hay que destacar dos triples vitales al final del partido y, tras la expulsión de Aldridge en la prórroga, se echo el equipo a la espalda para las jugadas finales.

El inicio de Lillard fue un poco lento, fallando varios tiros y sin sentirse cómodo en el campo. Pero poco a poco fue cogiendo ritmo y demostró porque es un jugador All-Star.

Entre estos dos jugadores, y con la ayuda de Batum y Matthews, los Blazers consiguieron remontarle 10 puntos en el marcador a los Rockets gracias a la táctica conocida como hack-a-Howard. Stotts mandó a sus púpilos hacer falta al center, lo que permitió a sus jugadores remontar en los minutos finales. McHale tuvo que retirar del campo a Howard durante unos minutos para que su equipo pudiese anotar, y ya tiene dos tareas: parar a Aldridge y buscar tácticas para evitar el hack-a-Howard.

Gracias a dos triples espectaculares de Lillard, los Blazers culminaron la remontada, y Aldridge palmeó un balón al final del partido para mandar el encuentro al tiempo extra.

En estos 5 minutos adicionales fueron expulsados tanto LaMarcus Aldridge y Robin López para Portland, como Dwight Howard y Patrick Beverley para Houston. Lillard y Aldridge siguieron guiando con su batuta el tempo de los minutos finales, mientras que Harden y Howard contrarrestaban la ventaja de los de Oregon.

James Harden tuvo un último intento para empatar el partido y mandarlo a la segunda prórroga, pero la buena defensa de Matthews provocó un tiro muy forzado que no entró.

Tanto Harden como Howard finalizaron el encuentro con 27 puntos, pero reflejando malos porcentajes en sus tiros, y es que a pesar de que los Blazers sea el equipo que menos pérdidas provoca en el rival, su defensa provoca tiros forzados y situaciones de desventaja en sus rivales.

Pero la peor noticia para Houston no fue la derrota, si no la lesión de Patrick Beverley. El base defendió de forma increible a Damian Lillard durante todo el encuentro y es clave para que el equipo llegue lejos. Beverley va a hacerse múltiples pruebas durante los próximos días, pero todo apunta a que se perderá los Playoffs.

Los Rockets tendrán que trabajar para evitar en la medida que puedan las defensas de Matthews y Batum, que fueron claves en el resultado final.

El próximo encuentro se disputará de nuevo en el Toyota Center el 24 de abril a las 3:30 am.