Presente complicado, futuro prometedor
«No vamos a saltarnos pasos en la reconstrucción». Esas palabras pronunciadas en rueda de prensa por Dennis Lindsey (General Manager de Utah Jazz) han sonado en la cabeza de todos los aficionados del equipo de Salt Lake City durante toda la temporada. Y ha sido una temporada muy larga.
Todo empezaba la noche del draft de 2013 cuando el propio Lindsey, en una auténtica genialidad, conseguía al base de Michigan Trey Burke traspasando sus picks #14 y #21 por el #9 de Minnesota. Con este movimiento los Jazz conseguían añadir un base de garantías a su «Core Four» formado por Alec Burks, Gordon Hayward, Derrick Favors y Enes Kanter. Por desgracia en el primer partido de pre-temporada. el base nacido en Colombus se fracturaba un dedo de su mano y era baja indefinida. No volvería hasta finales de noviembre.
La misión de Tyrone Corbin era más que complicada: por un lado había que darle minutos de juego a los más jóvenes de la plantilla, intentar mantener un cierto nivel de competitividad dentro del equipo pero a la vez había que tener un ojo puesto en este draft de 2014 e intentar conseguir una buena elección.
La temporada ha estado llena de altibajos: los Jazz empezaron perdiendo 14 de los 15 primeros partidos, siendo con diferencia el peor récord de la NBA a finales de noviembre, pero la vuelta de Burke dio un cambio radical a la actitud de sus compañeros y los Jazz empezaron a ganar partidos, llegando a finales de diciembre con un balance de 10 victorias y 24 derrotas, lo que suponía un 50% de partidos ganados desde la entrada de Burke en el quinteto inicial.
A partir de entonces y hasta el All-Star, los Jazz se convirtieron en un equipo capaz de lo mejor y lo peor con tan solo unas horas de diferencia. Capaces de perder contra Cleveland o ganar a Miami, los Jazz daban a sus aficionados una de cal y otra de arena mientras Burke, Hayward, Burks o Favors alternaban actuaciones más que discretas con partidos donde parecía que estábamos ante auténticas estrellas.
Tras el fin de semana del All-Star el equipo parecía otra vez perdido y sin rumbo, llegando a ganar sólo 4 de los últimos 25 partidos de la temporada para acabar empatado con Boston como el cuarto peor récord de toda la NBA.
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En resumen, Corbin ha conseguido todo lo que se esperaba de él: ha jugado con Burke, Hayward y Favors de titular durante toda la temporada, dándole importancia a Burks y Kanter en ataque en la segunda unidad. El equipo por momentos ha sido competitivo, ganando a algunos de los equipos más importantes de la liga y ha hecho sufrir a algún otro. Y, por otro lado, los Jazz han conseguido un pick #5 en el próximo draft… no es la mejor de las posiciones pero seguro que Dennis Lindsey nos tendrá algo preparado.
Aún así los Jazz han decidido no renovar el contrato de Tyrone Corbin, empezando a buscar un nuevo director de orquesta para una de las plantillas más prometedoras de la liga.
A destacar..
Positivo: Trey Burke
El novato ha demostrado que está perfectamente preparado para llevar a este equipo a lo más alto. Ganando varias veces el premio al mejor rookie del mes de la conferencia oeste y siendo seleccionado para el mejor quinteto de rookies.
Burke ha cimentado las bases de lo que promete ser uno de los grandes bases de la liga.
Negativo: Debilidad mental
Capaces de lo mejor y lo peor, el equipo ha dado muestras de debilidad cuando ha tenido una racha negativa de resultados.
Incapaces de salir de ahí sólo quedaba esperar a enfrentarnos a un equipo claramente inferior para intentar conseguir una victoria.
Positivo: Dennis Lindsey
Cuando Utah trae a Lindsey desde San Antonio lo hizo con una idea muy clara: hacer de los Jazz un equipo ganador. Lindsey ha asumido muchos riesgos y de momento nadie duda de él ni de su trabajo. Sin saltarse pasos está reconstruyendo al equipo como prometió, con paso firme y seguro, tomando buenas decisiones y llevando al equipo, poco a poco, de nuevo a lo más alto.
La nota que le pone el equipo de SomosNBA a la temporada de Utah Jazz es un 3. Tienen una plantilla prometedora, con destellos de calidad en cietos partidos, pero el global de la temporada es que han pensado mucho en el Draft, más que en una temporada que ya poco podían hacer más que adquirir experiencia.
