Análisis de temporada: Sacramento Kings

Así ha sido la temporada para los californianos

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Una reconstrucción aparentemente eterna

El verano había sido muy intenso para Sacramento Kings, apenas unos meses antes, los aficionados habían respirado por fin aliviados porque la franquicia iba a seguir en la ciudad californiana tras la venta por parte de los Maloof a Vivek Ranadive por 535 millones de euros. Además, la venta venía condicionada a la construcción de un nuevo pabellón, lo que siempre es positivo en el crecimiento de una franquicia.

Como suele ser tradición, a nuevo presidente, nuevo organigrama, por lo que se trajo como «General Manager» a Pete D´Alessandro y a Michael Malone como entrenador. Ambas parecían dos elecciones sensatas, dada su experiencia previa acumulada. El primero, natural de Nueva York, ya había trabajado como «Director de Operaciones» y «Asistente de General Manager», bajo las órdenes de Chirs Mullin en los Golden State Warriors, donde destacó por su gran capacidad de análisis y manejo del tope salarial y; posteriormente, como «Vicepresidente de Operaciones» en los Denver Nuggets. Por su parte, Michael Malone había trabajado durante diez años como «Asistente del Entrenador«, llegando a ser elegido como mejor asistente de la liga en 2012.

En el plano deportivo, el equipo no tenía grandes aspiraciones dentro de una División Pacífica y una Conferencia Oeste francamente complicadas. Ganar todos los partidos posibles, intentar rascar algo contra Los Ángeles Lakers (enemigos íntimos), y tener suerte en la lotería del draft eran todas las expectativas para el curso 2013/2014. La primera noticia del verano fue el traspaso del otrora «Rookie del Año 2010», el elegido en cuarta posición del «Draft 2009», Tyrike Evans, camino de Nueva Orleans ,en un traspaso a tres bandas que traía a Sacramento a Greivis Vásquez y una futura segunda ronda del draft.

Así, las esperanzas de obtener algo positivo en las canchas de baloncesto residían en la madurez definitiva de un jugador con todas las condiciones habidas y por haber, pero falto de determinación, DeMarcus Cousisns; la progresión en su tercer año de Isaiah Thomas, al que muchos veían en esta temporada como claro candidato al premio como mejor sexto hombre; y en todo lo que pudiese ofrecer la mejor pieza que habían logrado cobrarse en el «Draft 2013», el prometedor escolta, Ben McLemore.

La plantilla, pese a contar con buenos y jóvenes nombres, adolecía de ser muy desorganizada, de no contar con grandes defensores y de falta de altura. Al menos, la llegada del base Greivis Vázquez parecía cubrir la necesidad de un base pasador que pedía a gritos el equipo. Pero poco duraría el venezolano en el equipo y pronto llegarían caras nuevas, lo que impedía de nuevo que el equipo se conjuntase como tal.

Recién empezada la campaña llegarían a Sacramento Derrick Williams y Rudy Gay, dos fichajes que despertaron dudas entre los aficionados a la NBA. Si bien la calidad de ambos jugadores nunca ha sido cuestionada, la indeterminación del primero sobre qué jugador es (falto de físico para ser un 4, falto de muñeca para ser un 3) y la indolencia y egoísmo del segundo; pocas cosas buenas hacían presagiar. Además la llegada de Gay se presumía que tampoco iba a ser un gran movimiento desde el punto de vista económico, dado su elevado sueldo (17.9 millones esta temporada y con una player option de 19.3 para la siguiente)

Así avanzó la temporada hasta las navidades, cuando el equipo era, simple y llanamente, un desastre. Los problemas en defensa continuaban y nadie, de entre todos los jugadores que forman la plantilla, parece que nunca vaya a ser un buen defensor, con la sola salvedad de Rudy Gay. En ataque, el equipo no era mucho mejor y este consistía, única y exclusivamente, de las individualidades, principalmente se vive de lo que hagan Cousins y Thomas, abusando del 1 contra 1 y con una pésima conducción y distribución del balón tras la ya citada salida de Geivris Vasquéz.

Ya en SomosNBA, hablamos de una reunión del equipo en el mes de Enero para intentar reconducir la temporada  de un equipo al que las transiciones ataque-defensa y defensa-ataque y los rebotes ofensivos le estaban condenado. Sea como fuere, tras la salida de Jimmer Fredette, una serie de buenas actuaciones de Rudy Gay durante el mes de febrero, sumadas al temporadón de Cousins (la mejor de su carrera) y el irregular, pero esperanzador, caminar de McLemore por la liga, han hecho que las cosas no pinten tan negras para el medio-largo plazo de los Kings.

Una muestra de esta mejoría en la segunda mitad del curso, tras el All-Star es el rendimiento de dos jugadores: Rudy Gay y Ben McLemore (de DeMarcus Cousins hablaremos más adelante). El primero ha mostrado una mayor generosidad que en el pasado, tirando menos y con más acierto, despejando levemente -muy levemente- su fama de jugador egoísta, solo preocupado por sus estadísticas; tanto es así que los directivos de los Kings parecen inmersos en una cruzada por su continuidad, no solo por un año más ejecutando su player option, sino ofreciéndole un contrato multianual (aquí la secuencia completa 12 y 3). Con respecto al segundo, si ya dijimos que irregular, su evolución tras el All-Star ha sido más que notable, pese a que en un principio pareció tapado con la llegada de Gay. Aumentaría sus estadísticas (8.8 puntos, 2.9 rebotes y 1 asistencia) en 3.3 puntos puntos por partido hasta convertirse en el quinto rookie más anotador de la temporada.

Aún así, globalmente hablando, la temporada no ha sido para nada buena en Sacramento tras acabar penúltimos de su división (por delante de los Lakers, eso sí), con un balance de 28-54 y habiendo conseguido rascar un paupérrimo pick8 del draft de este verano, muy alejado del top5 que auguraban los especialistas a principios del curso 2013/2014.

Factores positivos/negativos

MichaelMaloneHire_300Negativo: Michael Malone. Muchas esperanzas estaban puestas en este debutante como entrenador jefe y, si bien es cierto que Cousins, Thomas y Gay han mejorado como jugadores durante este curso, no podemos achacar esta mejoría tanto a su acierto como entrenador y guía, como a la evolución que se le presupone a los jugadores de su calidad.  Ha sido incapaz de que el equipo se muestre ni sólido en defensa en un solo de los 82 partidos de la temporada, ni organizado en ataque, que es lo mínimo exigible a un entrenador NBA. Ya hay numerosos rumores sobre su salida de la franquicia californiana.

iPositivo: DeMarcus Cousins. No solo ha mejorado en lo que estrictamente afecta a su juego, sino que parece menos disperso y más comprometido que en otros años. Numerosas han sido sus declaraciones sobre su cambio de mentalidad y la de sus entrenadores sobre su mayor implicación con los más jóvenes. En lo meramente estadístico, ha realizado su mejor temporada con 22.7 puntos por partido, 11.7 rebotes, 2.9 asistencias, 1.5 robos y 1.3 tapones. Números que ningún jugador había realizado desde que Olajuwon en la 93/94 y que solo habían realizado con anterioridad el propio Olajuwon en la 92/93 y Kareem Abdul Jabaar. Además, es el primero desde que la franquicia está en Sacramento en anotar 1500 puntos, coger 800 rebotes, dar más de 200 asistencias y robar 100 balones.

kings-arena-entranceNegativo: Economía. No solo por la construcción del nuevo estadio, en el que la franquicia deberá invertir más de 200 millones de euros, sino por la plantilla. Lejos de ser una plantilla que te permita soñar con avanzar en playoffs es posible que el año que viene acaben sobrepasando el límite salarial si finalmente se acaban concretando las renovaciones de Rudy Gay e Isaisah Thomas, que no pintan especialmente bajas, unidas al salario de DeMarcos Cousins. La llegada de un más que necesario agente libre se vería muy comprometida con estos salarios en una franquicia con un mercado tan pequeño como lo es Sacramento.


Valoración SomosNBA

La nota que le pone el equipo de SomosNBA a la temporada de Sacramento Kings es…

2’5


javier rodriguez