«Siempre quise jugar contra los mejores»

Declaraciones de Dominique Wilkins a la revista Dime

Al hilo del interesante tema de debate abierto sobre la lealtad de los jugadores en la NBA en nuestra web, el legendario Dominique Wilkins expuso sus opiniones a la revista Dime en el Reebok Classic Breakout en la Universidad de Philadelphia.

El rutilante alero de 2,03 cm, miembro del Hall of Fame y ex-jugador de los Atlanta Hawks, Los Angeles Clippers, Boston Celtics y San Antonio Spurs, Dominique Wilkins disputó 16 campañas en la NBA, siendo 9 veces All-Star y máximo anotador de la NBA en 1986. En ese mismo año, fue elegido en el primer equipo de la NBA, teniendo en cuenta la fuerte competencia que tenía por aquella época. También es el máximo anotador de la historia de los Hawks de Atlanta y fue integrante del Dream Team II que ganó la medalla de oro en el Mundial de Toronto. Incluso probó suerte en Europa, jugando en el Panathinaikos griego y ganando la Euroliga de 1996 contra el FC Barcelona. Apodado The Human Highlight Film por la espectacularidad de su juego, ganó dos concursos de mates (1985 y 1990), disputando (y perdiendo) uno de los más míticos concursos en 1988 contra Michael Jordan y en 1986 contra el pequeño Spud Webb.

Dentro de sus opiniones más destacadas respecto a los mates, concursos y su incidencia en el juego, Dominique Wilkins declaró:

«Los concursos de mates los disputé por pura diversión en los fines de semana del All-Star. Era una pequeña parte de lo que yo era, pero mis mejores mates siempre llegaron en los partidos. Los mates en situación de juego era lo más emocionante para mí y me conectaba con los fans. Pero lo más importante, me mantenía la adrenalina a tope».

Finalmente, sobre la agencia libre y el debate abierto tras la vuelta de LeBron James a Cleveland Cavaliers, afirmó:

«Había más lealtad cuando estaba en activo. Mi opinión, es que como jugador siempre vas a buscar lo mejor para ti. Pero la única manera era de sacar lo mejor de mí era jugar contra los mejores. Nunca quise jugar con Magic Johnson ni con Larry Bird ni con Michael Jordan. Siempre quería jugar contra ellos porque era la única forma de saber lo bueno que podía llegar a ser».