Una sombra en la pintura

RECORDAMOS A SHANE BATTIER

PortadaConsolidado como jugador en la NBA durante 13 campañas, casado, 36 años (recién cumplidos) y padre de dos hijos. Es político hasta la médula y, ante todo, un líder nato. Con este currículum se identifica Shane Battier, un hombre con clase, dentro y fuera de la pista.

Nació un 9 de septiembre de 1978, en Birmingham. Los barrios de la ciudad de Michigan vieron crecer a un niño de raíces humildes en una sociedad elitista y cerrada, en la que no sería fácil pasar desapercibido, y más cuando el 90% de la población era de raza blanca. Su padre era negro y su madre blanca, unos antecedentes perfectos para un típico extraterrestre de la época de pies grandes y brazos largos, o al menos esa era la sensación que provocaba en el colegio.

Coach K y Shane BattierEl joven diamante aún sin pulir también sería buen estudiante. La revista Hoop Scoop poco tardó en evocar su recorrido por la escuela, nombrándolo cuarto mejor estudiante de séptimo grado de Estados Unidos. También fue distinguido con otros galardones como el Premio Naismith al mejor jugador de baloncesto de secundaria de la nación, cuando se graduó en Detroit Country Day School, o el trofeo al mejor jugador universitario del país, tras su paso por Duke. El instituto laico situado en Detroit había contado años atrás con la presencia de Chris Webber. A ambos jugadores les retiraron el dorsal al terminar sus respectivas etapas escolares y todavía son los dos únicos baloncestistas del estado que han recibido esta distinción. En Duke se encontró con Mike Krzyzewski (actual seleccionador nacional de Estados Unidos), más conocido como Coach K. Jugó 4 temporadas en la liga universitaria y alcanzó en dos ocasiones la Final Four”. En 1999 perdieron contra la Universidad de Connecticut, mientras que en 2001 se alzaron finalmente con el título nacional y Shane fue nombrado MVP.

Battier sport illustratedUn joven jugador que tendría todavía mucho que demostrar, ya manifestaba gran parte de sus habilidades. En su última temporada como universitario constató un promedio de 20 puntos por partido, 7.3 rebotes y 2.1 robos de balón, mostrando, además, unos grandes dotes defensivos, en especial, su buen olfato para provocar faltas en ataque. Sin embargo, como demostrarán los hechos a lo largo de su carrera, las estadísticas nunca han sido su fuerte.

La Universidad de Duke es una de las instituciones educativas privadas más reconocidas del mundo. Jugadores que han tenido un gran impacto en la NBA como son Corey Maggette, Elton Brand, Carlos Boozer, Luol Deng o Kyrie Irving también rompieron con el molde universitario para dar el salto a la mejor liga del mundo.

Battier y Pau Gasol (superhéroes)El mismo año de de su graduación universitaria, se presentó al draft de la NBA (el mismo que Pau Gasol) y salió elegido en el sexto puesto por los desmoralizados Grizzlies de Vancouver, que se trasladaron ese mismo año a Memphis, y que hasta la fecha, habían  registrado el peor tanteo de victorias/derrotas de la liga americana.

Desde el primer día juntos, Shane Battier y Pau Gasol se complementaron a la perfección, consolidándose como titulares desde el inicio de la temporada. Le dieron otra cara al equipo y sobre todo carácter, tanto en ataque como en defensa, siendo esta última una de las señas de identidad de la actual franquicia de Tennessee. Ambos jugadores fueron elegidos en el quinteto de rookies del 2001, donde compartieron nombramiento con Tony Parker, Andrei Kirilenko y Jason Richardson. Battier sumó 15 puntos, 3 tapones y 2 robos al triunfo de los jugadores de primer año en el All-Star.  Desde sus inicios en la NBA, el de Michigan ya empezó a demostrar su tenacidad en la zona y su intachable ética de trabajo, que le valdrían en un futuro para ser elegido en el segundo quinteto defensivo de la NBA en dos ocasiones de manera consecutiva (2008 y 2009).

Battier y Pau GasolEra capaz de defender a escoltas, aleros y ala-pívots por igual, con una gran capacidad para adaptarse a situaciones diferentes en todos los partidos, pero a la vez poseía un gran talento ofensivo, con un buen porcentaje desde el perímetro, especialmente en las esquinas. Sus 14’4 puntos y 5’4 rebotes por encuentro en su primera campaña fueron los más altos de su carrera. Cabe destacar que es uno de sólo cinco jugadores en toda la historia de la NBA que ha conseguido alcanzar la cifra de 900 triples, 900 tapones y 900 robos.

Battier, conocido también como “el hijo de América”, es una persona implicada, de los que hace grupo en el vestuario, fue galardonado este año con el premio Twyman-Stokes al mejor compañero de la NBA, galardón que se creó hace dos temporadas y que ganó en su primera edición Chauncey Billups. Cuando su entrenador, Erik Spoelstra se enteró de la noticia, comentó: “Creo que todo el mundo estará de acuerdo en que puedes proponer a muchos tipos en el vestuario, pero Shane es el compañero definitivo. Sin ego. Hará lo que haga falta. Es un líder. Juega por sus hermanos, por sus compañeros, y puedes sentirlo.”

Battier y Pau (cómic)Disfrutaba tanto dentro como fuera de la cancha a partes iguales, hasta tal punto, que durante una conferencia con jóvenes universitarios, el alero les contó que la primera vez que realizó un mate fue con 13 años para intentar impresionar a unas chicas mayores que él, y que la segunda vez fue cuando conoció a la que hoy es su esposa, Heidi Ufer.

Su primera estancia en Memphis, duró 5 temporadas. Calcando sus números año tras año, su aportación en el equipo se fue diluyendo poco a poco hasta que en 2006, fue traspasado a Houston Rockets a cambio de Rudy Gay y Stromile Swift. Antes de marcharse a Texas, durante el verano, consiguió con la selección estadounidense el bronce en el Mundial de Japón, ese que quedará grabado en los anales del baloncesto español ya que nos colgamos el oro por primera vez en la historia.

Rocket shaneEl año anterior a su traspaso, el equipo no superó el 30% de partidos ganados, con 34 triunfos y 48 derrotas. En su primera campaña luciendo de rojo, los de Houston lograron 52 victorias en la regular season, y el año siguiente el récord ascendió a 55-27, incluyendo 22 partidos ganados de forma consecutiva. En 2011, decidió volver a Memphis, que entró en Playoffs y en el game 1 contra Spurs, anotó el triple decisivo a falta de 23 segundos, lo que suponía la primera victoria en postemporada de la historia de la franquicia. Tras ese final con los de Tennessee, comenzó su ciclo con los Heat de LeBron y Wade, donde se alzó campeón nada más llegar. Con los años fue batiendo récords y superando sus propias marcas, y junto a él, los equipos en los que jugaba. En la temporada 2012-2013, los de Spoelstra ganaron 27 partidos seguidos, marcando así su segunda racha más larga de victorias en la NBA. No habría ninguna otra forma de acabar la temporada que ganando el anillo de la NBA, por segunda vez en su carrera. Un año después anunciaría su retirada. En sus botas quedarían grabadas 13 temporadas al más alto nivel posible, tanto nacional como internacional.

Battier campeónAquí detectamos un misterio aún incomprensible del baloncesto: un jugador es considerado en la NBA una pieza reemplazable en una máquina movida por superestrellas. No obstante, cada equipo con el que ha jugado ha adquirido cierta capacidad mágica, inexplicable para ganar.

La respuesta es sencilla. A un jugador se le encuentran antes sus carencias que sus fortalezas (lo que para algunos ya es un hándicap). El problema llega cuando las fortalezas no se consiguen explicar con números. Battier puede no coger muchos rebotes, pero tiene la habilidad de mejorar el rebote de todos sus compañeros. También puede no tirar mucho, pero mejora la posición de tiro y porcentajes del resto del equipo. En cuanto a la defensa, su tan repetida defensa, se centra en reducir el porcentaje de tiro de los jugadores más prolíficos de la NBA. Lo que a fin de cuentas resulta una mezcla explosiva. ¿Qué entrenador no querría a un jugador cuya única capacidad innata no es otra sino la del intelecto? Lograr rachas de 30 partidos porque tienes una capacidad física envidiable es propio de una estrella, ganar tantos encuentros de forma sutil, invisible, es propio de un genio.

Después de tantos años ligado al baloncesto, no dejará el gremio una vez retirado. Ha asegurado en más de una ocasión que el siguiente paso será unirse a la cadena ESPN, donde narrará los partidos universitarios.

Battier entrevistaPor último y como colofón al resumen que hemos hecho sobre su trayectoria, os dejamos una anécdota sobre Shane y su curiosa manera de preparar los partidos. Durante una entrevista confesó que antes de los encuentros solía beber cerveza sin alcohol de la marca Bud Light, lo que provocó que la marca de cerveza decidiera enviarle a su casa un camión con 1.100 cajas de cerveza, entorno a 26.400 latas, para hacernos una idea. ¿Será éste el factor X de su exitosa carrera? Shane Battier: Genio y figura.

Han colaborado: Emilio Peñas (@emilio74s), José Vicente Pérez (@joseviperez15) y Uiso Crespo (@Uiso10).