La plantilla de los Milwaukee Bucks es, salvo alguna excepción, muy joven (jugadores como Henson o Knight no llegan a los 24 años). Pero dentro de dicha juventud, hay dos jugadores que sobresalen por precocidad por encima del resto: Giannis Antetokounmpo y Jabari Parker aún no han cumplido los 20 años (Giannis lo hará en Diciembre, Parker en Marzo).
Ambos, además de ser los pequeños del equipo, son las mayores esperanzas de su equipo, pues la proyección de ambos se espera brutal. Tanto que sus propios compañeros se asombran de que a su edad ya estén en la NBA, como muestran las palabras de Henson:
«Me hacen sentir viejo. Cuando yo tenía 19 años estaba en mi segundo año en la Universidad, ni siquiera pensaba aún en la NBA. Tengo muchas ganas de verles evolucionar.»
«Creo que es bueno que haya revuelo en torno a nosotros estos días. ESPN estaba aquí el otro día, así que estuve tratando de informarme por si había pasado algo, pero solo era por nuestro training camp. Eso es algo nuevo para mi.»
Y es que cada vez es más la gente que quiere ver a estos Bucks. No prometen victorias a corto plazo, pero Antetokounmpo se ha ido ganando fama entre los aficionados a lo largo de su primer año, Jabari es el número dos del Draft más esperado de los últimos tiempos, y chicos como Henson y Kendall Marshall prometen espectáculo en el Bradley Center.
Preguntado por sus impresiones respecto al equipo al que acaba de llegar, Parker fue claro, expresando que en pocos equipos se valorará tanto este año ganar partidos como allí:
«No creo que estos chicos den algunas victorias por sentado, porque el año pasado perdieron muchos encuentros. Así que, con esa actitud, apreciarán cada victoria que podamos conseguir y jugarán con más ganas y entrega para lograr triunfos.»
«El consejo que me ha dado mi padre [que fue jugador de la NBA en los 70] es que este juego nunca cambia, solo lo hacen los jugadores. La formula para triunfar siempre es la misma, es algo que siempre ha querido que recuerde.»
Por su parte, The Greek Freak le ve más preparado para afrontar su primera temporada en la NBA de lo que lo estaba él la pasada campaña:
«Se le ve más cómodo. La confianza que tiene en sí mismo es algo que me sorprende. ¿Como te lo explicaría? Es como si no le importase nunca quién le defiende, ni a quién va a defender él. Simplemente se dedica a jugar.»
Jason Kidd, su nuevo entrenador, está encantado con tener a sus órdenes a ambos, como muestran sus palabras:
«Ambos tienen solo 19 años, y son de características diferentes. Pero en lo que son iguales es que serán capaces de jugar al más alto nivel a su debido tiempo.»
La esperanza de Wisconsin, el motivo de la espera de los aficionados y los éxitos futuros de una franquicia como los Bucks está en sus jóvenes manos. Y, aunque no tengan la experiencia de otras estrellas de la liga, probablemente sean los más indicados para guiar a esta franquicia a una nueva era de triunfos.
