Los Hawks pronuncian todavía más su racha frente a los Heat
Miami Heat 103 - 114 Atlanta Hawks
Los Hawks siguen siendo aquél equipo sin superestrellas al que nadie se quiere enfrentar, un hueso duro de roer que te deja exhausto después de un duro partido. Ayer, los de Atlanta vencieron a los Heat en el Phillips Arena delante de los 17.000 espectadores que pagaron su entrada para ver la cuarta victoria consecutiva de los de Budenholzer. Por lo que respecta a los Heat, los de Spoelstra venían de sufrir una dura e inesperada derrota frente a los Pacers. Difícil recuperarse de un mal partido, y todo eso se notó en el primer cuarto. Un parcial de 23-35 en el primer cuarto dejaba a los Heat tendidos en la lona. Esa ventaja de más de 10 puntos se mantendría hasta el final del partido. Además, los Heat venían con sensibles bajas en su quinteto inicial y en su banquillo. Wade, Granger y Justin Hamilton se perdieron el partido, cosa que lacró el rendimiento tanto ofensivo como defensivo de los Heat. Los siguientes parciales estuvieron igualados, pero sin bajar de una distancia segura para la tranquilidad de los Hawks. Los Heat nunca dieron síntomas de peligro o de intranquilidad, y acabaron resignándose a la derrota.
Budenholzer ha sabido volver a formar lo que ha llevado a los Hawks a PlayOffs los últimos años: un equipo sólido y solidario, con muchos núcleos de actividad. La puntuación estuvo tan repartida que hasta 8 jugadores llegaron a los dobles dígitos en anotación, destacando a la pareja interior, Horford y Millsap, ambos con 19 puntos y Teague, que logró un 16+9. El equipo de los Hawks gozó de una gran participación de la segunda unidad, que ayudó a dar relevo y descanso a los titulares, y mantener las distancias con los Heat. Schroeder, Mack y Scott fueron el motor del banquillo, todos con 10 o más puntos.
Los Heat fueron todo lo contrario a los Hawks. Casi toda la anotación se repartió entre tan solo 4 jugadores, y el resto apenas puntuó. Destacó Chris Bosh, con un 20+8, Sean Williams, 21+6, Deng con 19 puntos y Chalmers saliendo de sexto hombre, que ayudó a dar vida a un banquillo inexistente anotando 23 puntos y repartiendo 11 asistencias, siendo el mejor del bando de Miami. Los demás jugadores apenas participaron en el partido, siendo los siguientes en la clasificación de anotadores Cole y Haslem, ambos con 6 puntos. Los Heat siempre estuvieron dependiendo de un solo jugador par dar vida al ataque, y no fueron consistentes en el apartado defensivo. La baja de Wade, alma del equipo, hizo que el equipo perdiera fuerza y concentración, factores fundamentales en el Phillips Arena.
El siguiente partido de los Hawks será esta madrugada ante los Cavaliers de LeBron, Irving, Love y compañía. Si los Hawks salen airosos de este enfrentamiento habrán conseguido una racha de cinco victorias consecutivas. El partido se disputará en el Quicken Loans Arena de Cleveland. Los Heat tienen que conseguir salir de este bache, y la oportunidad parra hacerlo se les presenta el día 16 ante los Bucks de Knight y Jabari Parker. El partido se disputará en el American Airlines Arena de Miami.