Rondo necesita un psicólogo para superar sus errores de tiros libres
Admite que es posible que necesite ayuda
Hubo un murmullo generalizado en todo el TD Garden cuando Rajon Rondo se acercó a la línea de tiros libres, con el encuentro empatado 102-102 ante los Chicago Bulls y con 1:04 restantes para el final del partido.
Todos temían lo que finalmente sucedió, que Rondo no fuera capaz de anotar ninguno de los dos, echando por tierra cualquier posibilidad de que Boston ganase el encuentro.
«Es muy frustrante, en especial por este partido, lo teníamos muy cerca», dijo Rondo después de la derrota por 109-102. «Si hubiese anotado mis tiros libres, creo que hubiesemos ganamos el partido».
A pesar de las palabras de Rondo, sus tiros libres no garantizaban que los Celtics se llevaran el encuentro, pero sobra decir que hubiesen ayudado mucho.
Al menos, sus errores nos muestran una vez más la importancia de anotar tiros libres. Lo que es más preocupante, es la nefasta temporada que hasta ahora lleva el base desde la línea de personal.
Y si echamos la vista atrás, no es la primera ocasión en la que Rondo dispone de tiros libres para empatar/poner por delante al equipo en los instantes finales de partido.
Así que… ¿cuál es el problema de Rondo?
Según algunas estadísticas, esta es la peor temporada de Rondo en lo que acierto en el tiro se refiere, muy por debajo de sus promedios de temporadas anteriores.
«No tengo ni idea, de verdad, todavía estoy tratando de averiguarlo. Sigo trabajando en mi juego y sobre todo en conseguir más tiros libres para sumar puntos.»
Pero aquí está el quid, Rondo sí que tiene idea, y sabe exactamente lo que está mal. Si realizamos a cada jugador de la liga un test de inteligencia, Rondo ocuparía los puestos más altos sin duda, y si lo hacemos sobre el IQ-baloncestístico, probablemente sería el mejor de la NBA.
Rondo sabe que su mecánica no es la idónea, y sabe que puede mejorarla hasta convertirla en un punto fuerte. Por suerte, es demasiado inteligente, y debería aprovechar esa inteligencia para mejorar esos puntos en el juego que le traen de cabeza.
La temporada pasada ya pudimos comprobar que Rondo tenía un problema en este aspecto del juego, y algunos medios descubrieron cuáles podían ser los inconvenientes.
Según informes, la rutina de Rondo ha cambiado en cada uno de los años de su carrera, lo que no le ha permitido desarrollar un ritmo, y perfeccionar una mecánica. Pero ese no fue el descubrimiento más interesante.
Rondo no ha mejorado de forma progresiva como un tirador de tiros libres en el transcurso de su carrera, y esto viene dado porque anota un tercio de los tiros libres que intenta.
De promedio, en el transcurso de toda su carrera, en un 56,5 por ciento falla su primer intento desde la línea, pero anota el 68,9 por ciento en intentos posteriores. Pero en las últimas dos temporadas, Rondo solo es capaz de anotar en un 51,1 por ciento su primer intento e incrementa en 79,2 por ciento el acierto en lanzamientos posteriores.
«Rondo ha estado trabajando hasta altas horas de la madrugada los tiros libres. Es algo que parece estar en su cabeza, un problema de tipo psicológico» Ainge dijo a Sports Hub Toucher & Rich. «No estoy preocupado por ese tema. Aún es pronto. Creo que sólo es algo de canguelo a los tiros libres.»
Rondo está anotando un 46,7 por ciento en su primer intento de tiro libre, que no es mucho peor que el año pasado, pero su 15,4 por ciento en lanzamientos posteriores, es un lastre demasiado grande.
Y todo esto se reduce a que es posible que Rondo necesite un especialista en psicología deportiva. Es su noveno año de carrera y, sin embargo, su mejor temporada desde la línea llegó como novato, con un pobre 64,7 por ciento.
Varios jugadores a lo largo de los años también se han visto en una situación similar a la del base de los Celtics, y uno de las historias más recientes es la de Karl Malone.
Malone anotó un 54,8 por ciento desde la línea en los dos primeros años de carrera, que a la postre se convertiría en Hall of Fame, y el 75,7 por ciento en temporadas posteriores. Malone se dio cuenta de su problema en este aspecto y acudió a un psicólogo deportivo que le enseñó a usar una «palabra disparador».
Esta palabra “disparador” enseñó a Malone en cómo dejar de pensar tanto y mantener la calma y la concentración. Para entendernos, es como el yoga para jugadores de baloncesto. Y la palabra “disparador” es lo que parece; integrar en su mente una palabra que el jugador se susurre a sí mismo como parte de su rutina en el tiro libre, que no es para nada extraño, ya que se pueden comprobar casos de rutinas de lanzamiento en la que los jugadores hacen el mismo ritual con una gran variedad de movimientos antes de ejecutar los tiros.
Así mismo, Rondo no debería pensar en «nada» cuando se dirige a la línea, solo debe centrarse en mantener una mecánica consistente, pero definitivamente no puede mantener esa concentración y la mente en blanco, lo que obviamente le está sucediendo ahora.
Quizás lo que pase por la cabeza de Rondo es, probablemente, anotar los tiros libres, la puntuación, la siguiente jugada, centrarse en defender para mantener el resultado… Cuando el jugador entrena, lo hace con total normalidad, y podemos decir que con frescura, pero en los partidos es otra historia, donde el jugador comienza a notar la presión y la responsabilidad sobre sus hombros, y crea un muro psicológico que le bloquea mentalmente.
Con el fin de derribar ese muro, Rondo debe pensar en mejorar el aspecto mecánico de su tiro, tal vez «la mano de agarre de la bola», y puesto que puede tomar una palabra “disparador” para que su mente se habrá y deje de bloquearlo, quizás estas horas de trabajo psicológico le sean de gran ayuda.
Ahora todo queda en manos del propio jugador y de los Celtics, que espero que tengan en consideración que el jugador sufre con este tipo de problema, más sabiendo que tiene solución. Si bien su carácter único le ha permitido convertirse en el jugador estrella que es hoy en día es evidente que necesita ayuda en esta faceta de su juego.
Rondo sabe que tiene que ser mejor y que quiere serlo, pero es posible que no encuentre la forma de cómo superar este bloqueo psicológico autoimpuesto.
Si en el hipotético caso (se nos antoja muy muy lejano) los Celtics se convierten en finalistas de la NBA y Rajon Rondo sigue liderando el camino, ¿de verdad los Celtics quieren que esté todo el tiempo de juego preocupado por anotar sus tiros libres? Por supuesto que no, lo que deseamos todos es un jugador mentalmente equilibrado, que sepa soportar esa presión cuando el resultado de un partido depende de él, y que en los momentos clave no responda lanzando “ladrillos” contra la canasta.
Si hay una esperanza de conseguir algo de provecho en esta temporada, gran parte de ella pasa por Rondo, y necesitamos que Rondo responda.